DETRÁS DE LA SÁBANA

Pídele a cualquiera que te dibuje un fantasma y, quitando el típico perfeccionista, la mayoría pondrá sobre el papel una suerte de supositorio con dos puntos por ojos. Una imagen tan simple como efectiva que oculta el horror de un cadáver bajo la más simple de las mortajas.

Con una imagen tan sencilla ya en su cartel, que oculta sorprendentemente los rasgos del último ganador del Óscar, Casey Affleck, se presenta la atípica A Ghost story, un filosófico drama sobre el paso al otro lado que a pesar de mostrar mínimos elementos terroríficos orbita en las cercanías de cintas de género como la muy recomendable I am a ghost.
Pero no quiero llevar a nadie a engaño. Su primera parte es, digamos lo así, de difícil visionado. Y si nos ponemos finos es, literalmente, como ver crecer la hierba. Imprescindible sin embargo para captar todos los matices de una obra más compleja de lo que parece en un primer momento los primeros minutos pueden hacer huir al espectador más curtido con un ritmo que congela el tiempo con interminables planos fijos y la práctica ausencia no solo de diálogos sino de acción.
Para aquellos valientes que lo superen queda una maravillosa segunda parte que cierra todas las grietas abiertas y nos regala una historia tierna y sorprendente, la de un hombre que se enfrenta a su propia eternidad con un planteamiento tan arriesgado como valiente y que consigue sorprendernos.
Una depurada estética y su original guión son las mejores bazas de una película que consigue ahondar en lo más profundo de las emociones humanas sin mostrarlas siquiera, ya que estas están ocultas tras una pálida sábana, y que logra salir airosa en el terreno fantástico sin abusar de los efectos especiales ni de un reparto con nombres conocidos, pero regalándonos escenas tan chocantes y memorables como la desaparición del fantasma de la casa de al lado o el de un paso al más allá que no llega a realizarse.
Una cinta que arranca como un chiste, parece continuar sin rumbo y demuestra sin embargo que todo tiene un porqué, de igual modo que lo tiene la existencia aparentemente más anodina. Una película para el debate y una de las historias de amor más originales que puede encontrar actualmente en la gran, y en breve en la pequeña, pantalla.

Una película no apta para todos los gustos, por su particular ritmo poético e inusual enfoque pero que satisfará los gustos de los amantes del cine más lejano a esos terrenos comunes que andamos una y otra vez.