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jueves, 4 de mayo de 2017

NOCHE LOCA

Cuando ya creíamos que la mafia se había retirado a la casitas del extrarradio y algún club de mala nota Noche de venganza vuelve al oropel de Las Vegas para contarnos una historia que, francamente tiene más de noche que de venganza propiamente dicha.
A pesar de su título esta no es una cinta coreana, ni una secuela más de las peripecias de Liam Neeson sino el remake de una película francesa (Nuit blanche, que confesaré no he tenido la oportunidad de ver) que nos lleva en una alocada cuenta atrás que se renueva varias veces a lo largo de su metraje para contarnos la vertiginosa cruzada de un policía corrupto para recuperar a su hijo, secuestrado por el encargado de un importante hotel de Las Vegas que le demanda para recuperarlo la devolución de un importante alijo de droga que este le robó con la ayuda de otro comañero del cuerpo.
La película se debate entre un falso realismo sucio (aunque quizás lo más sucio, aparte de alguna sangrienta escena más sugerida que mostrada, sea el pelo de alguno de sus intérpretes) y la locura de un hotel de esos en los que nadie duerme, de las grandes salas a sus más ocultos recovecos, peo lo hace en la línea del cine de acción con un alocado ritmo que pretende ser aun más vertiginoso gracias a un en ocasiones cacofónico acompañamiento musical (que no pierde ritmo ni siquiera en su más pausado desenlace), consiguiendo convertirse en una película que, a pesar de parecer querer transmitir un tono más adulto, gana más como mero entretenimiento.
Con un elenco de actores correctos, aunque alguno abuse más de lo necesario de sus tics (como esa policía más dura que la vida misma o esa exmujer cuyo rol está a pura merced del heroismo de su ex, por mucho que en el desenlace, que aquí no desvelaremos, tenga mucho que decir), la película resulta más entretenida que memorable si conectamos con una trama pródiga en pretendidas sorpresas (con esos supergiros de guión que pretenden darle la vuelta a todo el argumento, si bien lo único relevante es el esfuerzo de un padre por salvar a su familia) pero que resultan menos impactantes de lo que ansían.
Nos queda una película de palomitas, con un punto de partida de esos que enganchan,, un protagonista carismático y las dosis justas de violencia, una cinta que no pasará a los anales de las cintas policiacas ni las de gangsters pero que resulta simpática, y a la que se agradece una breve duración que sin embargo consigue explotar al máximo...ahora solo queda esperar, si el éxito la acompaña, la proverbial secuela
Noche de venganza llega a los cines el 5 de mayo.

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