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jueves, 11 de diciembre de 2014

GARBEO POR EL DESIERTO

Aquellos que hayan acudido en su más tierna infancia a cualquier centro educativo de corte religioso seguramente se habrán enfrentado a horrores audiovisuales de toda condición como la versión de Jesús de Nazareth de Zeffirelli en diapositivas y con audio en casette, por mencionar uno de los casos más graves (de cintas vhs grabadas de la tele con los anuncios pasados a toda velocidad o de La misión cortada diez minutos antes del final cuando viene lo mejor porque se acaba la clase y "el desenlace no es importante para el contenido de la asignatura" mejor hablamos otro día) . Sin embargo este tipo de manifestaciones puede perseguirnos años después en nuestras cinefagias cotidianas...por eso hoy hablamos de Exodus. Dioses y reyes.
Las sombras de Los diez mandamientos y, en menor medida, la muy reivindicable El príncipe de Egipto son alargadas, y Ridley Scott vuelve a ese cine histórico que parece gustarle tanto últimamente para contarnos por quincuagésima vez como el exiliado Moisés tras su proverbial encuentro con Dios decide volver a su patria chica y liberar a los hebreos esclavos de Egipto (porque por mucho que la cinta se llame Exodus será por el libro homónimo de la biblia, que justo termina, con algún añadido de escepción,  cuando el éxodo en sí comienza, no creo que nadie se lleve a engaño en ello). Exodus se revela pronto como una cienta con un pretendido carácter más realista, que no real, que sus precedentes. Si bien empieza con la pompa propia de cintas de este corte (profecía y batalla gorda), y sin ahondar en demasía en la psicología de los personajes (eso sí, para que se vea pronto el contraste Ramsés y la mayoría de la casa real visten de blanco mientras que Moisés y sus tropas visten de oscuro...si es que dejar el manto de Batman cuesta mogollón, leñe) para pronto sumergirnos en asuntos más mundanos (corrupción virreinal y otros etcéteras) que conducirán al exilio de nuestro héroe. Así nos encontramos con unos derroteros que parecen esquivar al menos ligeramente el carácter fantástico que hemos visto en otras versiones de la historia con un Moisés más deudor de la potra que de la providencia (impagable cuando se le muere el caballo en el desierto y como consigue montura nueva, toma casualidad) que ve a Dios en unas visiones (se ve que no bastaban zarzas y voces en reverb, que la criatura necesita un interlocutor físico) de las que el resto de los personajes dudan (es más varias veces le ven por el monte hablando solo... que entonces no existía el manos libres) y cuyas primeras plagas parecen incluso fruto de la casualidad (como bien explica uno de los egipcios es normalisimo que según que plagas sean fruto de aspectos completamente normales) hasta la última que todos bien conocemos y que ya no parece tan natural. Eso sí, impagables los momentos Comando Moisés entrenamiento incluído ( la verdad que parecen más normales esas medidas al respecto del tiránico faraón que pide la cabeza de Moisés que ese "te dejo que te pasees por Egipto como Pedro por tu casa y me jodas con plagas y yo me limito a discutir contigo" de sus precedentes), concepto que casi parece idea de un émulo de Mel Gibson un día que estaba muy borracho, y la nueva plaga (en realidad el desencadenante de esas aguas que se convierten en sangre) de los cocodrilos gigantes asesinos, o el más ignorado diálogo (al menos en la versión original, no sé si llegó al doblaje) en que un egipcio usa una locución latina en la que además insite ("per se") siglos antes de que la propia Roma fuera una mera aldea. En definitiva una peli apabullante en su concepto, rodada con eficacia y con increíbles efectos especiales (esa vez el Mar Rojo tiene tornados y todo) con malos muy malos (no fuí yo, fue mi madre pero luego yo intento matarte igual), buenos tan humanos que tienen dudas pero son más buenos que Dios (que a diferencia de su enviado no se compadece de los infantes egipcios y luego tiene hasta alguna rabieta de niño chico) y con el desenlace de toda la vida...pero que mueve más a la risa que a esos conceptos más elevados a los que sin duda aspiraba. Otra vez será
Para amantes del cine bíblico-histórico parco en rigor...y que tengan tiempo, que la cinta es todo menos breve, y en este caso se nota.

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