Translate

martes, 6 de junio de 2017

LA ROSA ROJA DE DUNKERQUE

Siempre ha habido películas sobre el cine dentro del cine, algunas de las cuales hacen que el cine consiga entrar en el terreno de la realidad, otras que hacen que realidad y ficción se convierta de manera más o menos casual una en reflejo de la otra. Su mejor historia pertenece al segundo campo, en forma de comedia dramática sobre un grupo de cineastas que en el Londres de la II Guerra Mundial se enfrenta al reto de crear una cinta que ensalce los valores patrióticos pero que también mueva el corazón de sus espectadores, y que para ello decide incorporar a su equipo a una inexperta escritora que puede aportar el toque femenino a unas películas que en los últimos tiempos solo consiguen que la gente abuchee e incluso se duerma.
Lejos de ser una de esas cintas de guerra sin guerra (aunque ni nos aproximemos al campo de batalla propiamente dicho la contienda transforma durantre todo el metraje la ciudad y la vida de sus protagonistas de forma trágica...como en ese primer bombardeo que da paso de la incertidumbre, con unas víctima que resultan no ser precisamente humanos, a la más dura de las realidades) Su mejor historia se deja llevar dentro del drama por el mismo espíritu vitalista que mueve las acciones de sus personajes, con su rinconcito para el amor, el desamor y por supuesto la muerte (por faltar no puede ni faltar, al igual que plantean al planear la película, ni el perro), dejándonos la sensación más de comedia amable que de drama histórico, a pesar de su gran puesta en escena (me quedo con el reflejo de los trucos empleados en los rodajes de la época, como el cristal pintado para evocar la inmensidad de la batalla de Dunkerque).
Nos queda una historia simpática, probablemente más previsible de lo que esperaríamos, pero con personajes carismáticos, en un reparto en el que destacan sus secundarios, en especial ese Bill Nighy en su papel de vieja gloria que no acaba de creerse que sus tiempos de galán han pasado (de antología su sorpresa cuando descubre que el rol que le ofrecen no es el del protagonista, un heroico soldado, sino el del anciano tío borrachín de las protagonistas femeninas) y que se convierte en todo un robaescenas, consiguiendo tanto matener el interés del espectador como arrancarnos más de una sonrisa.
Una película que tal vez plantea demasiados conflictos (no solo todo lo relativo ala guerra, sino el papel de la mujer en la sociedad inglesa de los 40) pero que al igual que la ficción que idean sus protagonistas consigue que el espectador se quede más con los devaneos románticos o incluso con los chistes, por mucho que comprobemos como en su tramo final se separan finalmente la triste realidad y una ficción coyo principal objetivo es sencillamente hacernos soñar.
Su mejor historia llega a los cines españoles el 30 de junio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario