SITGEANDO (IV)

Solo he visto una vez amanecer en Sitges. Y no fue en esta ocasión, sino de pasada una vez que fui a Barcelona en el tren estrella (al Salón del cómic en concreto). Porque esta vez a pesar de ser una sesión temprana no lo era tanto, aunque había que madrugar una miguita para llegar a  la última oportunidad para ver Oculus.

Curiosa cinta sobre una pareja de hermanos que se enfrenta al espejo maldito que acabó con su familia esta película nos lleva de nuevo de la mano al terror más tradicional, de esos con pasados terribles que se revelan poco a poco, presencias inquietantes, toquecito gore sin pasasrse, huidas frenéticas y un final de esos que en el fondo conoces desde casi el primer momento (más bien desde el momento en que la protagonista nos enseña su sistema de emergencia por si todo lo demás falla). Pero tembién es una película bien hilada, con buen ritmo, sin excesivas fisuras y entretenida de ver, y tiene ideas francamente buenas como el relato del pasado del propio espejo, que en sí solo daría para una película entera. Se agradece una película como esta y es que además yo siento debilidad por el poco explorado tema del terror con espejo...si alguna vez nos encontramos en un festival o similar preguntadme por mi descabellada teoría sobre la Ringu original. El día comenzaba bien.

Pero el grueso de películas del festival parecía palidecer ante la inquietante presencia de Annabelle, de la que ya hablamos la semana pasada...la misma muñeca se dejó fotografiar con todos los fans que se adercaron a la zona de venta de entradas del auditorium, entre los cuales me hallo...y como ya dije en su momento Annabelle mola, su película no tanto (por mucho que la monten en Francia, como al parecer pasa). Pero justo antes del estreno en primicia de su cinta llegaba otro de los platos fuertes del fetival, una película que salvo la presentadora nadie parecía saber pronunciar correctamente, Aux yeux des vivants (que internacionalmente parece será conocida como Among the living)

Imaginen que en Cuenta conmigo el cadáver muta, se alza de entre los muertos y empieza a buscar gresca. Algo así pasa con esta cinta, quizá la más dulce del tandem Maury-Bustillo (no esperen esas grandes mutilaciones a las que nos tienen bien acostumbrados, aunque el momento escayola tiene su aquel). Acompañada por una hermosa banda sonora la película nos cuenta, tras un comienzo brutal embarazada incluida que se nos antoja marca de la casa, como una panda de conflictivos estudiantes decide hacer pellas el último día de clase y se encuentra al mal mismo en forma de un inquietante nudista asesino(sí literalmente, aunque a veces le da por llevar una perturbadora máscara de payaso). Buen ritmo, escenas que sacuden el ánimo del espectador y una deliciosa ambientación siniestra (ese abandonado set de rodaje con híbrido circense) nos hicieron disfrutar de la, que sin embargo no es la mejor del dúo. La sorpresita final no es para tanto, pero para no perdérsela.

Y mientras las masas acudían enloquecidas a ver (y muchas a acordarse de toda su familia) Annabelle se proyectaba en un cine más pequeño otra de esas cintas que precisamente de corte fantástico no son pero que su director, a pesar de ver como la vorágine heredera de Wan absorbía sus posibles espectadores, tuvo la valentía y buen gusto de venir a presentar: Hyena

Oscuro relato sobre la corrupción policial con momentos muy duros ( el asesinato del contacto del protagonista) y alguno particularmente bello (la redada en la discoteca) la película nos sumerge en una trama que, bebiendo de algunos tópicos del cine negro (la subtrama de la mujer vendida y explotada de la que se enamora nuestro héroe), nos llevará por una trama brutal en la que la división entre culpables e inocentes no está tan clara. Buen ejercicio de autor su final sin embsargo nos dejó algo descolocados. Y no voy a hacer spoilers.

Pero se aproximaba una madrugada de locura que comenzaba con la esperada V/H/S Viral

Si bien el díptico de las dos primeras nos ha dejado alguno de los mejores momentos del cine de terror reciente esta adalid del found footage parece sin embargo haber agotado su fórmula. Tremendamente absurda pero para mal, tanto en su hilo conductor como en alguna de sus historias (es más, la del mago Dante es más mockumentary que found footage) la cinta se esfuerza en ser más espectacular que sus dos precedentes, pero restándole el encanto de las mismas...una auténtica lástima para algo tan esperado.

Y la última del día, o segunda de la mañana, según se mire fue la esperadísima ABC's of death

Irregular como toda cinta de cortos pero tremndamente divertida, la película nos dejó grandes momentos como el de el xilófono humano y otros más confusos y abominables como el segmento de los tres presos pero sin duda nos dejó a todos una macabra sonrisa...e incluso de media mejor que su predecesora

Y así terminaba el sexto día, pero había tiempo para más

(CONTINUARÁ)