Como aficionada a los libros de historia (rarezas que tiene una) siempre me ha sorprendido que en la mayoría de las tiendas no especializadas siempre parece haber tres bloques o, si tenemos en cuenta que la parte de Historia de España suele estar aparte, cuatro : Edad Antigua, II Guerra Mundial y el resto en medio casi mezclado a modo de batiburrillo. Y por supuesto la parte más amplia es la dedicada al conflicto bélico de 1939 a 1945... y por supuesto tal éxito se transmite al cine, con muchas historias reales para contar. Es el caso de Hasta el último hombre.
Desmond Doss comprendió desde muy niño el mal que engendra la violencia y cuando, ya adulto, se presentó voluntario para tomar parte en la II Guerra Mundial lo hizo como objetor de conciencia para colaborar en el cuerpo médico y sin intención alguna de tocar un arma, lo que le acarreó numerosos problemas durante su formación militar. Pero una vez en el frente, de un modo casi milagroso salvó las vidas de numerosos compañeros en el campo de batalla. Esta es su historia.
Hablar de una cinta como Hasta el último hombre es hablar de una película lena de paradojas. Basándose en un episodio histórico real, de modo que ya en los títulos de crédito podremos ver fotos y testimonios de los auténticos protagonistas, Mel Gibson abandona los alardes histórico -filológicos que tanta tinta hicieron correr en su momento, para ontarnos la historia de un pacifista hasta límites extremos pero con una conciencia moral que le impulsa a enrolarse en el ejército y que, sin disparar un arma, logra una de las mayores hazañas de la II Guerra Mundial.
Así podemos encontrar un llamativo díptico que va a conformar una trama que volviéndose más apasionante a medida avanza su metraje. Por un lado una primera parte en la que conoceremos al protagonista y las motivaciones que le llevan a emprendar su particular odisea, un arranque de estética tremendamente clásica y corte casi romántico, con algunas pinceladas de humor, un arranque que si bien constituye una adecuada introducción de su segunda parte choca tanto a nivel formal como argumental con su desgarradora segunda parte.
Y es en esta segunda parte donde la película saca a relucir todo su potencial, co una iolencia extrema que no desmerece de las anteriores propustas de Gibson pero también con una imcreíble poéica de la violencia (algo que irónicamente podría chocar con el mensaje pacifista y cristiano de la cinta) y un magnífico sentido del titmo que revela con toda su crudeza la barbarie del campo de batalla. Un auténtico festival de escenas magníficamente rodadas que logran poner en vilo al espectador más avezado de un modo que nos remite al impacto que causan los primeros minutos de la ya clásica Salvar al Soldado Ryan.
Hasta el último hombre es una película que, a pesar de una primera hora que casi se nos antoja un titubeo, a pesar de su eficaz presentación dramática, demuestra en su segundo arco que no se puede sacar al Gibson del director, un autor que no renuncia a algunas imágenes de tinres casi "mesiánicos" (y no me refiero a las referencias religiosas, un tema casi obligado al tratar al que es un personaje real de profundas convicciones sino a la hora de presentar escenas como ese descenso del alcantilado que es casi una antiascensión a los cielos) pero que demuestra que su fuerte es la cuidada presentación de la violencia más extrema, dejándonos un implecable film bélico de fondo clásico y forma revolucionaria, una película que deja un poso duradero en un espectador que, tras un arranque que le ha hecho dudar, ha acabado encontrándose con una hostoria y una película memorables.
Sorprendente film bélico de imágenes tan perturbadoras como hermosas Hasta el último hombre es una película para fans del género en particular y del buen cine en general, merced a un director que sigue siendo fiel a sí mismo.
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jueves, 15 de diciembre de 2016
miércoles, 14 de diciembre de 2016
ESTACIÓN TERMINAL
Aunque no lo hayamos conocido de primera mano hay pocos conceptos más evocadores que el de el tren de la bruja. Esa atracción en la que no se siente vértigo, pero si algo de miedo y que, años antes del auge de pasajes del terror y similar, conseguía insuflar a aquellos que osaban montar de él un chorro de (inocente) adrenalina capaz de hacer que un niño pequeño intente arrebatarle su escoba a una malvada entidad (probablemente un ferianre con una careta barata y un sombrero picudo arreglado con celo) su particular instrumento de tortura. Y es que eso de monstruo y miedo es un binomio que casa francamente bien y si no que se lo pregunten a los creadores de Train to Busan.
Seok-Woo es un próspero hombre de negocios pero su trabajo apenas le deja tiempo para estar con su hija, la pequeña Soo-An. El día de su cumpleaños esta le pide que la deje ir a Busan a visitar a su madre, de la que está divorciado, y este accede a llevarla en un tren de alta velocidad. Pero instantes antes de abandonar la estación una mujer herida sube al tren sin que el revisor la vea, a la par que noticias acerca de terribles incidentes y revueltas en las grandes ciudades comienzan a llegar. Poco sospechan los pasajeros que ambos sucesos están relacionados y que en breve el tren se va a convertir en el escenario de una autántica pesadilla.
En una época en la que el cine de zombies parece haber dicho todo lo que tenía que decir Train to Busan es una fresca aproximación al género por la vía del más difícil todavía, con una película que sabe hacer un inteligente uso de un entorno tan claustrofóbico como puede ser un tren (aunque no es su único escenario, dejaremos que lo descubran por sí mismos) y una historia que sabe pasar de lo personal a lo coral sin renunciar a una fuerte carga emotiva que, a diferencia de otras del ramo, logra dotar de alma a la cinta sin mermar un áspice un endiablado ritmo que atrapa al espectador durane las casi dos horas que dura la película.
Obra de personajes el film no vacila en mostrar como una catástrofe, en este caso una terrible plaga zombie en la que pueden dar tanto miedo los individuos aislados como las impresionantes multitudes que acechana a nuestros protagonistas (capaces de crear increeíbles cadenas humanas pero con un punto realista, gracias a unas impresionantes interpretaciones físicas, que los aleja de superproducciones como Guerra muncial Z), saca lo mejor del ser humano, incluso los que pueden parecer más egoístas en un primer momento (como el fornido marido de la mujer embarazada o el propio Seok-Woo) pero también lo peor (ese autántico demonio con traje y corbata capaz de sacrificar a cualquiera por salvar su pellejo), con unos personajes con fuerte carga empática que saben emocionarnos con sus pequeñas historias (El nombre del niño, la canción en el túnel).
Train to Busan es una película con buenos efectos especiales, una impresionante puesta en escena (el caos en la estación, el tren en llamas) e incluso algún guiño a los clásicos (la escena del francotirador) pero es ante todo una cinta que sabe combinar el drama humano con buenas escenas de acción y la justa dosis de terror e incluso algunas pinceladas de humor, en un microcosmos en el que hasta lo excesivo (el avance por los vagones a puñetazo limpio...literalmete) se vuelve natural, en la línea de cintas coreanas tan recomendables como Snowpiercer (otra con tren) o The host, creando una experiencia inolvidable que demuestra que el cine de zombies todavía tiene mucho que arañar.
Una atracción de esas de las que uno ya no se quiere bajar Train to Busan se estrena dentro del Sitges TourA contracorriente el 5 de enero. El resto del ciclo se estrenará a razón de una película cada semana (ojo, eso no quiere decir que cada cinta dure una única semana en cartel, eso dependerá de la afluencia de público, por supuesto) y exhibirá las películas La autopsia de Jane Doe (13 de enero), Shin Godzilla (20), Sonmia (27) y Melanie. The girl with all the gifts (3 de febrero) en más de 50 salas españolas.
Seok-Woo es un próspero hombre de negocios pero su trabajo apenas le deja tiempo para estar con su hija, la pequeña Soo-An. El día de su cumpleaños esta le pide que la deje ir a Busan a visitar a su madre, de la que está divorciado, y este accede a llevarla en un tren de alta velocidad. Pero instantes antes de abandonar la estación una mujer herida sube al tren sin que el revisor la vea, a la par que noticias acerca de terribles incidentes y revueltas en las grandes ciudades comienzan a llegar. Poco sospechan los pasajeros que ambos sucesos están relacionados y que en breve el tren se va a convertir en el escenario de una autántica pesadilla.
En una época en la que el cine de zombies parece haber dicho todo lo que tenía que decir Train to Busan es una fresca aproximación al género por la vía del más difícil todavía, con una película que sabe hacer un inteligente uso de un entorno tan claustrofóbico como puede ser un tren (aunque no es su único escenario, dejaremos que lo descubran por sí mismos) y una historia que sabe pasar de lo personal a lo coral sin renunciar a una fuerte carga emotiva que, a diferencia de otras del ramo, logra dotar de alma a la cinta sin mermar un áspice un endiablado ritmo que atrapa al espectador durane las casi dos horas que dura la película.
Obra de personajes el film no vacila en mostrar como una catástrofe, en este caso una terrible plaga zombie en la que pueden dar tanto miedo los individuos aislados como las impresionantes multitudes que acechana a nuestros protagonistas (capaces de crear increeíbles cadenas humanas pero con un punto realista, gracias a unas impresionantes interpretaciones físicas, que los aleja de superproducciones como Guerra muncial Z), saca lo mejor del ser humano, incluso los que pueden parecer más egoístas en un primer momento (como el fornido marido de la mujer embarazada o el propio Seok-Woo) pero también lo peor (ese autántico demonio con traje y corbata capaz de sacrificar a cualquiera por salvar su pellejo), con unos personajes con fuerte carga empática que saben emocionarnos con sus pequeñas historias (El nombre del niño, la canción en el túnel).
Train to Busan es una película con buenos efectos especiales, una impresionante puesta en escena (el caos en la estación, el tren en llamas) e incluso algún guiño a los clásicos (la escena del francotirador) pero es ante todo una cinta que sabe combinar el drama humano con buenas escenas de acción y la justa dosis de terror e incluso algunas pinceladas de humor, en un microcosmos en el que hasta lo excesivo (el avance por los vagones a puñetazo limpio...literalmete) se vuelve natural, en la línea de cintas coreanas tan recomendables como Snowpiercer (otra con tren) o The host, creando una experiencia inolvidable que demuestra que el cine de zombies todavía tiene mucho que arañar.
Una atracción de esas de las que uno ya no se quiere bajar Train to Busan se estrena dentro del Sitges TourA contracorriente el 5 de enero. El resto del ciclo se estrenará a razón de una película cada semana (ojo, eso no quiere decir que cada cinta dure una única semana en cartel, eso dependerá de la afluencia de público, por supuesto) y exhibirá las películas La autopsia de Jane Doe (13 de enero), Shin Godzilla (20), Sonmia (27) y Melanie. The girl with all the gifts (3 de febrero) en más de 50 salas españolas.
martes, 13 de diciembre de 2016
MI MAMÁ ME MIMA
No importa lo que uno quiera a su respectiva, que de unir los conceptos madre y cine solo puede surgir un fin: el conflicto, y más cuando dos de las más recordadas así en frío, a pesar de las decenas de madres corajes y todos los dramas que nos quierna vender, son una "dama" poco amigable a pesar de ser incapaza de matar ni a una mosca (la señora Bates, por supuesto) y un monstruito alienígena de ácido carisma (la reina Alien). Si le sumas a eso una visita más que alargada fruto de la crisis el resultado puede parecerse a Vuelta a casa de mi madre.
El estudio de arquitectura de Stephanie acaba de quebrar dejándola en el paro, sin casa ni coche y con su cienta bancaria embargada. Su única opción es volver al pueblo, a vivir en casa de su madre, una mujer vital y activa, pero que parece sufrir continuos lapsus de memoria. Entre la infructuosa búsqueda de empleo y las costumbres de su madre que la enloquecen con frecuencia Stephanie empiueza a sospechar que la anciana sufre alzheimer, pero la realidad es bien distinta, y es que esta oculta un romántico secreto.
Los conflictos caseros por la vía materna (y paterna por supuesto, pero este es el matiz del día) son materia habitual en series y películas pero Vuelta a casa de mi madre añade el matiz de un desempleo forzoso fruto de la crisis para contarnos una historia ligera de conflictos familiares entre una madre y su hija de cuarenta años que ve como esta en muchas ocasiones la sigue tratando como una adolescente.
Comedia de enredo cuya base además del conflicto generacional es ese amor secreto de la madre (en realidad como se ve más adelante no tan secreto) cuya ocultación confundirá su hija con uno de los primeros estadios del alzéimer, dando lugar a algunos de los mejores gags de la cinta (esa cena acelerada en las que los tres hijos y el yerno se empeñan en convertir casi cada matiz de la conversación en un nuevo síntoma, debido a más de una confusión de términos), la película con un carácter emotivo que da para más de una escena amarga (el llanto de la hija al no poder pasar una semana con su propio hijo, loa discusión durante la cena), se revela como una comedia dulce, de esas de conflictos resoluble mediante el diálogo (o gracias a una madre con más de un recurso) y una acidez dentro de unos niveles en los que la sangre nunca llega al río (la cena con la antigua compañera de trabajo, la visita a la oficina del paro...)
Pero lo mejor es su dúo protagonista, una pareja de actrices con capacidad para la comedia y que consigue transmitir una conexión con el antagonismo justo para dotar la familiaridad y empatía adecuadas a dos personajes que si bien pueden rozar el estereotipo dan a sus personajes de la credibilidad justas
Con buen ritmo cómico Vuelta a casa de mi madre es una cinta citna con los suficientes factores dramáticos como para orientarse hacia un género bien distinto del que hace gala pero que sin embargo nos deja un buen puñado de carcajadas con algún gag incluso memorable, una película tierna y divertida sobre una familia que nos resulta, valga la redundancia, familiar y en la que la matriarca en ocasiones resulta más moderna que sus propios hijos.
Comedia familiar con una pizca de azúcar y un toque de vinagre Vuelta a casa de mi madre llega a los cines el 30 de diciembre
El estudio de arquitectura de Stephanie acaba de quebrar dejándola en el paro, sin casa ni coche y con su cienta bancaria embargada. Su única opción es volver al pueblo, a vivir en casa de su madre, una mujer vital y activa, pero que parece sufrir continuos lapsus de memoria. Entre la infructuosa búsqueda de empleo y las costumbres de su madre que la enloquecen con frecuencia Stephanie empiueza a sospechar que la anciana sufre alzheimer, pero la realidad es bien distinta, y es que esta oculta un romántico secreto.
Los conflictos caseros por la vía materna (y paterna por supuesto, pero este es el matiz del día) son materia habitual en series y películas pero Vuelta a casa de mi madre añade el matiz de un desempleo forzoso fruto de la crisis para contarnos una historia ligera de conflictos familiares entre una madre y su hija de cuarenta años que ve como esta en muchas ocasiones la sigue tratando como una adolescente.
Comedia de enredo cuya base además del conflicto generacional es ese amor secreto de la madre (en realidad como se ve más adelante no tan secreto) cuya ocultación confundirá su hija con uno de los primeros estadios del alzéimer, dando lugar a algunos de los mejores gags de la cinta (esa cena acelerada en las que los tres hijos y el yerno se empeñan en convertir casi cada matiz de la conversación en un nuevo síntoma, debido a más de una confusión de términos), la película con un carácter emotivo que da para más de una escena amarga (el llanto de la hija al no poder pasar una semana con su propio hijo, loa discusión durante la cena), se revela como una comedia dulce, de esas de conflictos resoluble mediante el diálogo (o gracias a una madre con más de un recurso) y una acidez dentro de unos niveles en los que la sangre nunca llega al río (la cena con la antigua compañera de trabajo, la visita a la oficina del paro...)
Pero lo mejor es su dúo protagonista, una pareja de actrices con capacidad para la comedia y que consigue transmitir una conexión con el antagonismo justo para dotar la familiaridad y empatía adecuadas a dos personajes que si bien pueden rozar el estereotipo dan a sus personajes de la credibilidad justas
Con buen ritmo cómico Vuelta a casa de mi madre es una cinta citna con los suficientes factores dramáticos como para orientarse hacia un género bien distinto del que hace gala pero que sin embargo nos deja un buen puñado de carcajadas con algún gag incluso memorable, una película tierna y divertida sobre una familia que nos resulta, valga la redundancia, familiar y en la que la matriarca en ocasiones resulta más moderna que sus propios hijos.
Comedia familiar con una pizca de azúcar y un toque de vinagre Vuelta a casa de mi madre llega a los cines el 30 de diciembre
lunes, 12 de diciembre de 2016
CRANSTON IN THE MIDDLE
El universo de las drogas y el narcotráfico nunca ha sido un elemento ajeno al séptimo arte, escalando poco a poco entre las paredes del drama y el cine de mafiosos ( y hasta en la oscarizada Forrest Gump), pero de un tiempo a esta parte su faceta más sórdida ha ido ganando enteros en un pequeño tsunami que ha surgido de la pequeña pantalla con título como Breaking bad o la reciente Narcos a la cabeza para desembocar en la grande con cintas tan impactanes como la muy recomendable Sicario,,. con un viejo conocido a la cabeza nos llega ahora Infiltrado.
Estados Unidos, 1985. El cartel de Medellín domina el mundo de la cocaína y parece imparable. Robert Mazur es un agente de aduanas que, adoptando la tapadera de un próspero hombre de negocios dispuesto a blanquear eficazmente el dinero del contrabando logrará entrar en contacto con algunos de los mayores narcotraficantes del momento. Si bien la operación parece ser todo un éxito muy pronto se dará cuenta de que ha entrado en un una espinosa trama y que puede que ni él ni sus colaboradores. incluyendo su falsa prometida, ni siquiera su propia familia real, salgan con vida de un mundo en el que el más mínimo desliz puede atraer la más sangrienta de las venganzas.
Basada en el libro escrito por el propio Robert Mazur Infiltrado nos devuelve a un Bryan Cranston que pasa al otro lado del juego que tan famoso le hizo en la serie Breaking bad para contarnos uns durísima historia sobre uno de los recovecos má oscuros del mundo criminal.
Si bien su comienzo se nos puede antojar como excesivamente conocido, presentando a un protagonista adcito, a pesar de no querer reconocerlo, a un trabajo cada vez más peligroso frente a los deseos de una esposa que le ruega pida la jubilación, la película elige su propio camino para llevarnos con ritmo ágil por las familiares pero peligrosas sendas de una operación encubierta que, merced a las decisiones de su protagonistas, se va volviendo cada vez más intricadas e involucrando a más inocentes (desde su propia familia a la de alguno de sus nuevos "socios"), a la par que genera una empatía con sus personajes que hace que la historia se vaya volviendo cada vez más desgarradora hasta su agridulce desenlace (que aquí no desvelaremos).
Con un reparto de lujo, que si bien huye de los grandes nombres nos regala un eficaz elenco tanto de protagonistas como de secundarios la cinta consigue, aunque no revolucione el género, ofrecer una propuesta más que interesante que gana con los pequeños detalles, incluso los anecdóticos (los dibujos de uno de los socios, el extraño regalo, el rregalo de las perlas...) y, que todavía consigue cogernos por sorpresa con su violencia (el ajuste de cuentas en el coche, el ritual de aprobación), más cruda que explícita, con una historia que logra salir airosa de sus inquietantes y continuos giros argumentales.
Un thriller con garra de esos que dejan buen sabor de boca y que logra mantenernos con los ojos bien abiertos en la butaca de princpio a fin, una película cuyo eficaz trazado y buen reparto logran incluso arrancarnos la incómoda sensación de déjà vu.
El lado más humano e inhumano de la lucha contra el narcotráfico llega a nuestras pantallas el 16 de diciembre
Estados Unidos, 1985. El cartel de Medellín domina el mundo de la cocaína y parece imparable. Robert Mazur es un agente de aduanas que, adoptando la tapadera de un próspero hombre de negocios dispuesto a blanquear eficazmente el dinero del contrabando logrará entrar en contacto con algunos de los mayores narcotraficantes del momento. Si bien la operación parece ser todo un éxito muy pronto se dará cuenta de que ha entrado en un una espinosa trama y que puede que ni él ni sus colaboradores. incluyendo su falsa prometida, ni siquiera su propia familia real, salgan con vida de un mundo en el que el más mínimo desliz puede atraer la más sangrienta de las venganzas.
Basada en el libro escrito por el propio Robert Mazur Infiltrado nos devuelve a un Bryan Cranston que pasa al otro lado del juego que tan famoso le hizo en la serie Breaking bad para contarnos uns durísima historia sobre uno de los recovecos má oscuros del mundo criminal.
Si bien su comienzo se nos puede antojar como excesivamente conocido, presentando a un protagonista adcito, a pesar de no querer reconocerlo, a un trabajo cada vez más peligroso frente a los deseos de una esposa que le ruega pida la jubilación, la película elige su propio camino para llevarnos con ritmo ágil por las familiares pero peligrosas sendas de una operación encubierta que, merced a las decisiones de su protagonistas, se va volviendo cada vez más intricadas e involucrando a más inocentes (desde su propia familia a la de alguno de sus nuevos "socios"), a la par que genera una empatía con sus personajes que hace que la historia se vaya volviendo cada vez más desgarradora hasta su agridulce desenlace (que aquí no desvelaremos).
Con un reparto de lujo, que si bien huye de los grandes nombres nos regala un eficaz elenco tanto de protagonistas como de secundarios la cinta consigue, aunque no revolucione el género, ofrecer una propuesta más que interesante que gana con los pequeños detalles, incluso los anecdóticos (los dibujos de uno de los socios, el extraño regalo, el rregalo de las perlas...) y, que todavía consigue cogernos por sorpresa con su violencia (el ajuste de cuentas en el coche, el ritual de aprobación), más cruda que explícita, con una historia que logra salir airosa de sus inquietantes y continuos giros argumentales.
Un thriller con garra de esos que dejan buen sabor de boca y que logra mantenernos con los ojos bien abiertos en la butaca de princpio a fin, una película cuyo eficaz trazado y buen reparto logran incluso arrancarnos la incómoda sensación de déjà vu.
El lado más humano e inhumano de la lucha contra el narcotráfico llega a nuestras pantallas el 16 de diciembre
viernes, 9 de diciembre de 2016
CON TROLL Y SON
No sé quien abrió la caja de los truenos, pero si hay un género que se asocie rápidamente al cante y baile sin mostrar como etiqueta primigenia la de musical ese es sin duda el cine de animación. Risueños animalillos y rubias princesas siempre han cantado al son muchas veces de espectaculares bandas sonoras cuando están tristes, cuando están alegres e incluso cuando van a empolvarse la nariz (eso del Let it go, o más apropiadamente en su versión en castellano, Suéltalo, parece que va por ahí...¿no?) pero si alguien dió la patada en la puerta demostrando que muchas veces se puede recurrir (y que quede bien) a éxitos comerciales esa es la saga Shrek, con canciones desede Leonard Cohen a Ricky Martin. Y en esa escuela entra la película de la que hablamos hoy, hoy toca Trolls.
Los bergen, unos horribles y amrgados monstruos, solo pueden lograr la felicidad una vez al año durante el trollsticio, cuando devoran un troll, los seres más felices del universo, que se pasan el día cantando bailando y abrazándose, Pero un día todo los trolls escaparon dejándolos sumidos en sus miserias. Veinte años después la princesa Poppy decide conmemorar con una gran fiesta su milagrosa huída sin sospechar que la antigua cocinera del rey bergen, en el exilio desde su escape, puede estar escuchándoles, tras lo que capturará a varios de ellos. Pero Poppy está resuela rescatarlos y con la ayuda de Branch, el único troll que no quiere cantar, partirá a ciudad Bergen, con más ilusión que un plan concreto.
Película de animación tridimensional con una gran selección de éxitos musicales (desde Celebration o Total eclipse of the heart a Hello de Adele o Can't stop the feeling , adaptadas convenientemente en su versión en castellano) la película nos presnta dos mundos sustancialmente distintos, el oscuro reino de los bergen (que para rematar nos obsequia con un pequeño guiño a El resplandor) y el de los trolls, luminoso y chillón, para contarnos un cuento de buenos y malos con rinconcito para más de una sorpresa.
Con un diseño casi psicodélico de personajes y ambientaciones, todo un festín imaginativo que da para mucho gag físico (la canción de Poppy cuando emprende el rescate, en el que descubre a particular fauna que puebla el bosque) y que, en el caso de los trolls, nos remite a los populares muñecos de los 90 (a los que se permite un simpático guiño en la escena de la huída), la película tiene una base tradicional y unos personajes que encajan bien con muchos tópicos, pero a los que sabe sacar un gran partido incluso homenajeando algún cuento tradicional (Cenicienta).
Nos encontramos así una película que podría haberse quedado simplemente en un cuento al uso pero que saca lo mejor de sí en un particular sentido del humor que no esquiva lo escatológico aunque sea de un modo ligeramente "elegante" (la lluvia, las explosiones de purpurina...), y que sabe jugar con los caracteres de sus personajes (la escena del únker), con un guión divertido y bien orquestado así como un ritmo que logra que ni el espectador adulto pierda el interés por una historia tan sencilla como bien contada.
Con unos espectaculares núeros musicales, algunos tan hermosos como el que se desarrolla dentro de la olla del trollsticio, la película, sin llegar al abrumador aspecto visual de otras cintas recientes como Vaiana, presenta una animación atractiva, fresca y nos egala una historia de esas que consigue contagiarnos con su buen humor. Tal vez no sea la mejor cinta de animación de este año pero sin nos proporciona una hora y media de auténtica diversión, y un buen saor de boca de esos que duran días.
Gran película para los más pequeños pero con buenos guiños para los adultos Trolls es una pequeña delicia para niños de todas las edades.
Los bergen, unos horribles y amrgados monstruos, solo pueden lograr la felicidad una vez al año durante el trollsticio, cuando devoran un troll, los seres más felices del universo, que se pasan el día cantando bailando y abrazándose, Pero un día todo los trolls escaparon dejándolos sumidos en sus miserias. Veinte años después la princesa Poppy decide conmemorar con una gran fiesta su milagrosa huída sin sospechar que la antigua cocinera del rey bergen, en el exilio desde su escape, puede estar escuchándoles, tras lo que capturará a varios de ellos. Pero Poppy está resuela rescatarlos y con la ayuda de Branch, el único troll que no quiere cantar, partirá a ciudad Bergen, con más ilusión que un plan concreto.
Película de animación tridimensional con una gran selección de éxitos musicales (desde Celebration o Total eclipse of the heart a Hello de Adele o Can't stop the feeling , adaptadas convenientemente en su versión en castellano) la película nos presnta dos mundos sustancialmente distintos, el oscuro reino de los bergen (que para rematar nos obsequia con un pequeño guiño a El resplandor) y el de los trolls, luminoso y chillón, para contarnos un cuento de buenos y malos con rinconcito para más de una sorpresa.
Con un diseño casi psicodélico de personajes y ambientaciones, todo un festín imaginativo que da para mucho gag físico (la canción de Poppy cuando emprende el rescate, en el que descubre a particular fauna que puebla el bosque) y que, en el caso de los trolls, nos remite a los populares muñecos de los 90 (a los que se permite un simpático guiño en la escena de la huída), la película tiene una base tradicional y unos personajes que encajan bien con muchos tópicos, pero a los que sabe sacar un gran partido incluso homenajeando algún cuento tradicional (Cenicienta).
Nos encontramos así una película que podría haberse quedado simplemente en un cuento al uso pero que saca lo mejor de sí en un particular sentido del humor que no esquiva lo escatológico aunque sea de un modo ligeramente "elegante" (la lluvia, las explosiones de purpurina...), y que sabe jugar con los caracteres de sus personajes (la escena del únker), con un guión divertido y bien orquestado así como un ritmo que logra que ni el espectador adulto pierda el interés por una historia tan sencilla como bien contada.
Con unos espectaculares núeros musicales, algunos tan hermosos como el que se desarrolla dentro de la olla del trollsticio, la película, sin llegar al abrumador aspecto visual de otras cintas recientes como Vaiana, presenta una animación atractiva, fresca y nos egala una historia de esas que consigue contagiarnos con su buen humor. Tal vez no sea la mejor cinta de animación de este año pero sin nos proporciona una hora y media de auténtica diversión, y un buen saor de boca de esos que duran días.
Gran película para los más pequeños pero con buenos guiños para los adultos Trolls es una pequeña delicia para niños de todas las edades.
lunes, 5 de diciembre de 2016
ESPERANZA EN BLANCO Y NEGRO
Aunque muchas veces nos pueda parecer que el mar es patrimonio exclusivo de temibles tiburones, cantarinas sirenitas y algún delfín despistado la orca no es solo un animal marino sino tremendamente cinematográfico. Desde esa Orca, la ballena asesina que ha dado para más de un juego de palabras a la almibarada Liberad a Willy y sus secuelas (una incluso con canción de Michael Jackson, ahi es nada) la orca, cetáceo de gran presencia, ha paseado su acuático palmito por documentales varios como el controvertido Blackfish, dramas como De óxido y hueso o incluso fugazmente en comedias como Somos los Miller. Y ahora le llega el turno con un papel sin duda emocionante...hoy hablamos de El faro de las orcas.
Beto lleva más de una década investigando a las orcas en la Patagonia, si bien en los últimos años sus superiores le prohiben una interacción directa con ellas, norma que él desobedece siempre que tiene ocasión. Un día ante su cabaña se encuentra una visita inesperada. Una mujer, Lola, ha viajado desde España para que su hijo Tristán pueda ver a los animales. El niño es autista y ella jamás le ha visto tan emocionado como al ver un documental en la televisión en el que aparecían estas orcas, y cree que esto puede suponer un gran cambio en su estado. En un comienzo Beto se negará pero al poco decide permitirles intalarse con él y pronto la pareja empezará a sentir algo más.
Deama sentimental basado en hechos reales la película no elude la imagen tradicional de la temible orca, preseténdola en su primera aparición como inclemente cazadora de lobos marinos para poco a poco, de la mano de la visión subjetiva de los personajes introducirnos en una relación casi mágica del ser humano con la naturaleza salvaje.
Con una apabullante visión de la naturaleza, por una vez no un mero paisaje de postal, sino una impresionante inmesidad en la que el ser humano queda reducido a un mero visitante (no solo en el mar sino incluso en tierra firme) frente a su grandeza y la inclemencia de los elementos (la tormenta de la primera noche), pero una naturaleza que a pesar de poder parecer terrible no es un enemigo, sino algo capaz de llenar la existencia por completo, tanto la del apasionado zoólogo como la de ese niño para el que puede parecer que solo existe su mundo interior o la de la madre coraje capaz de atravesar medio planeta por un rayito de esperanza. Una faceta del planeta en la que no faltan los sucesos más sobrecogedores pero en la que también podemos encontrar las imágenes más hermosas (el juego con las orcas), algo que esta cinta sabe plasmar con habilidad y más emoción que mero azúcar.
El faro de las orcas es una sensible historia de personajes, un relato que si bien en numerosos momentos puede parecer más previsible (la marcha de madre e hijo apenas han aparecido en la cinta) sabe mantener el interés del espectador gracias a factores como la buena química entre la pareja protagonista o a una historia de arranque más atípico que otras de corte similar (la salvación, por llamarla de algún modo, no está en un prestigioso tratamiento ni bajo un prisma médico sino en un enorme depredador y por mera intuición de una madre que se desvive por su hijo), dando a lugar a una correcta historia de amor con un puntito original de lo que mejor son esas escenas en las que lo salvaje se vuelve un poco humano.
Una hermosa carta de amor a la naturaleza El faro de las orcas llega a la gra pantalla el 16 de diciembre
Beto lleva más de una década investigando a las orcas en la Patagonia, si bien en los últimos años sus superiores le prohiben una interacción directa con ellas, norma que él desobedece siempre que tiene ocasión. Un día ante su cabaña se encuentra una visita inesperada. Una mujer, Lola, ha viajado desde España para que su hijo Tristán pueda ver a los animales. El niño es autista y ella jamás le ha visto tan emocionado como al ver un documental en la televisión en el que aparecían estas orcas, y cree que esto puede suponer un gran cambio en su estado. En un comienzo Beto se negará pero al poco decide permitirles intalarse con él y pronto la pareja empezará a sentir algo más.
Deama sentimental basado en hechos reales la película no elude la imagen tradicional de la temible orca, preseténdola en su primera aparición como inclemente cazadora de lobos marinos para poco a poco, de la mano de la visión subjetiva de los personajes introducirnos en una relación casi mágica del ser humano con la naturaleza salvaje.
Con una apabullante visión de la naturaleza, por una vez no un mero paisaje de postal, sino una impresionante inmesidad en la que el ser humano queda reducido a un mero visitante (no solo en el mar sino incluso en tierra firme) frente a su grandeza y la inclemencia de los elementos (la tormenta de la primera noche), pero una naturaleza que a pesar de poder parecer terrible no es un enemigo, sino algo capaz de llenar la existencia por completo, tanto la del apasionado zoólogo como la de ese niño para el que puede parecer que solo existe su mundo interior o la de la madre coraje capaz de atravesar medio planeta por un rayito de esperanza. Una faceta del planeta en la que no faltan los sucesos más sobrecogedores pero en la que también podemos encontrar las imágenes más hermosas (el juego con las orcas), algo que esta cinta sabe plasmar con habilidad y más emoción que mero azúcar.
El faro de las orcas es una sensible historia de personajes, un relato que si bien en numerosos momentos puede parecer más previsible (la marcha de madre e hijo apenas han aparecido en la cinta) sabe mantener el interés del espectador gracias a factores como la buena química entre la pareja protagonista o a una historia de arranque más atípico que otras de corte similar (la salvación, por llamarla de algún modo, no está en un prestigioso tratamiento ni bajo un prisma médico sino en un enorme depredador y por mera intuición de una madre que se desvive por su hijo), dando a lugar a una correcta historia de amor con un puntito original de lo que mejor son esas escenas en las que lo salvaje se vuelve un poco humano.
Una hermosa carta de amor a la naturaleza El faro de las orcas llega a la gra pantalla el 16 de diciembre
viernes, 2 de diciembre de 2016
SAFARI MÁGICO
Con una introducción sin prisa pero sin pausa en la cultura popular rozando la saturación puede parecer que Harry Potter siempre ha estado (y todavía sigue, como en proverbial dinosaurio), ahí pero la verdad que nuestro niño mago (bueno ya no tan niño, que hace mucho que se afeita y va cediendo poco a poco espacio a sus retoños, de momento al menos literariamente hablando) lleva entre nosotros apenas 20 años, 15 en el caso de su versión cinematográfica. Pero si hasta la típica ancianita que pronuncia "bakflady" y la palabra pokemon todavía no le sale sabe de sobra su nmbre y parte de sus devaneos sin duda estamos ante algo muy, muy gordo. Por eso muerto el Voldemort (no creo que esté spoileando a nadie...si ya la han puesto...) no se acabó la magia, y hoy toca hablar de Animales fantásticos
El mago inglés Newt Scamander llega a Nueva York buscando un raro ejemplar de criatura mágica, amteria es la que es un auténtico experto. Sin embargo nada más pisar tierra uno de los raros animales que lleva consigo se escapará, y provocará que, por una serie de equívocos Newt pierda la maleta en la que transporta el resto.Newt intentará recuperar ambos por todos sus medios pero lo que él no sabe es que en las calles neoyorquinas una extraña presencia ha destruído varias casas poniendo en peligro el anonimato de los magos americanos y que quizás sea una de esas criaturas a las que dedica su vida y estudios.
Tras el fin de la saga Potter que parecía dejarlo todo atado y bien atado el mundo mágico de J. K. Rowling vuelve con nuevos personajes en esta suerte de spin-off que retrocede hasta los años 20 y nos traslada hasta Estados Unidos para contarnos las aventuras de unos personajes completamente nuevos, (aunque entre las referencias hay algún apellido que tal vez suene) tanto magos como muggles.
Protagonizada por esa especie de Hagrid de diseño que encarna Eddie Redmayne la película se abre con el mismo espíritu de las primeras cintas de la saga Potter, con una ciudad que si bien no asombra tanto como la primera vez que nos introdujeron en Hogwarts si apabulla lo suficiente para transmitir la emoción de su joven protagonista, y que revela una de sus mejores bazas en una cuidada dirección artística en la que no faltan elementos más propios del cine negro (tugurios y flappers incluídos), pero que pronto junto a una trama propia de cine infantil (y buen cine infantil todo hay que decirlo) empieza a alternarse, quizás con un poco más de desacierto y orientado por supuesto a no perder a aquellos fans adultos que se engancharon con las obras originales, una trama más oscura que no encaja con tanta naturalidad con la misma y que si bien tiene un buen puñado de aciertos (esa asociación de los nuevos salemitas, enemigos a muerte de los magos) cojea frente a la más natural historia del protagonista y sus nuevos aliados.
Esta nueva pieza, que no continuación, de la saga goza de un envoltorio impecable, un apartado visual que sabe transmitir la sensación de maravilla, pero su historia si bien goza de personajes carismáticos y nos deja alguna escena tan potente como aquella en al que Jacob, el amigo humano de Newt, descubre que oculta su maleta, pierde notablemente el ritmo en su parte central, así como parece tambalearse entre dos tramas de calado muy distinto y dos tonos (uno más luminoso e infantil, otro má adulto y siniestro) que no acaban de fundirse correctamente y que dan al conjunto una ligera aura casi anecdótica, menos transcendente de lo que pretende su final (en el que encontramos una pequeña gran sorpresa en forma de cameo que podría ganar peso en el caso de haber secuelas,,,algo que yo apuesto que habrá), haciendo desmerecer argumentalmente una película que tiene muchos elementos del buen cine fantástico.
Una continuación correcta de una saga que ha marcado el cien fantástico, que satisfará a sus entusiastas, si bien carece de la fuerza de sus predecesoras, aunque su espectacularidad la hacen ser una de esas cintas que deben, sí o sí , disfrutarse en la gran pantalla.
El mago inglés Newt Scamander llega a Nueva York buscando un raro ejemplar de criatura mágica, amteria es la que es un auténtico experto. Sin embargo nada más pisar tierra uno de los raros animales que lleva consigo se escapará, y provocará que, por una serie de equívocos Newt pierda la maleta en la que transporta el resto.Newt intentará recuperar ambos por todos sus medios pero lo que él no sabe es que en las calles neoyorquinas una extraña presencia ha destruído varias casas poniendo en peligro el anonimato de los magos americanos y que quizás sea una de esas criaturas a las que dedica su vida y estudios.
Tras el fin de la saga Potter que parecía dejarlo todo atado y bien atado el mundo mágico de J. K. Rowling vuelve con nuevos personajes en esta suerte de spin-off que retrocede hasta los años 20 y nos traslada hasta Estados Unidos para contarnos las aventuras de unos personajes completamente nuevos, (aunque entre las referencias hay algún apellido que tal vez suene) tanto magos como muggles.
Protagonizada por esa especie de Hagrid de diseño que encarna Eddie Redmayne la película se abre con el mismo espíritu de las primeras cintas de la saga Potter, con una ciudad que si bien no asombra tanto como la primera vez que nos introdujeron en Hogwarts si apabulla lo suficiente para transmitir la emoción de su joven protagonista, y que revela una de sus mejores bazas en una cuidada dirección artística en la que no faltan elementos más propios del cine negro (tugurios y flappers incluídos), pero que pronto junto a una trama propia de cine infantil (y buen cine infantil todo hay que decirlo) empieza a alternarse, quizás con un poco más de desacierto y orientado por supuesto a no perder a aquellos fans adultos que se engancharon con las obras originales, una trama más oscura que no encaja con tanta naturalidad con la misma y que si bien tiene un buen puñado de aciertos (esa asociación de los nuevos salemitas, enemigos a muerte de los magos) cojea frente a la más natural historia del protagonista y sus nuevos aliados.
Esta nueva pieza, que no continuación, de la saga goza de un envoltorio impecable, un apartado visual que sabe transmitir la sensación de maravilla, pero su historia si bien goza de personajes carismáticos y nos deja alguna escena tan potente como aquella en al que Jacob, el amigo humano de Newt, descubre que oculta su maleta, pierde notablemente el ritmo en su parte central, así como parece tambalearse entre dos tramas de calado muy distinto y dos tonos (uno más luminoso e infantil, otro má adulto y siniestro) que no acaban de fundirse correctamente y que dan al conjunto una ligera aura casi anecdótica, menos transcendente de lo que pretende su final (en el que encontramos una pequeña gran sorpresa en forma de cameo que podría ganar peso en el caso de haber secuelas,,,algo que yo apuesto que habrá), haciendo desmerecer argumentalmente una película que tiene muchos elementos del buen cine fantástico.
Una continuación correcta de una saga que ha marcado el cien fantástico, que satisfará a sus entusiastas, si bien carece de la fuerza de sus predecesoras, aunque su espectacularidad la hacen ser una de esas cintas que deben, sí o sí , disfrutarse en la gran pantalla.
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