OINK OINK. La fiesta de las verduras

 

Estamos acostumbrados a que el cine de animación nos traiga cerdos que hablan, cerdos que cantan. Cerdos con chaqueta y pajarita cuya despedida no es familiar. Y esto no es metáfora de nada simplemente que del cerdo nos gusta " todo, hasta los andares". Pero el protagonista de "Oink pink", que también se llama Oink, valga la redundancia, es simplemente eso, un cerdo. Un lechoncito flatulento, con tendencia a hacer sus necesidades cuando y donde menos debe pero sencillamente adorable. Tanto que va a cambiar por completo las vidas de Babs y su familia.

En una ciudad en la que cada año se celebra un concurso para elegir al "Rey de las salchichas" Babs solo tiene un deseo para su cumpleaños: un cachorrito. Pero sus padres se niegan debido a que el padre es alérgico a los perros. Sin embargo un inesperado visitante, su abuelo, al que nadie ha visto hace años y que ha vuelto pidiendo ayuda porque su casa la ha destruido un tornado, parece haber encontrado una solución: regalarle un cerdito, algo que sus padres permiten pero siguiendo una serie de normas. Lo que ninguno sospecha es que alguien tiene unos planes para Oink más allá de ser una mera mascota. Esta es básicamente la premisa de una cinta que opta por el lenguaje de la comedia, en más de un momento muy escatológica (escrupulosos abstenerse), para presentarnos una fábula ecologista que aboga por la dieta vegetariana y el amor por los animales.

Su buen ritmo que hace que sus gags, en su mayoría visuales, funcionen con más eficacia y una crítica suave (el mejor amigo de la protagonista humana no es precisamente vegetariano) hacen de esta una película que se consume con facilidad pero que da para buen debate con los más pequeños. De diseño de personajes ligeramente feísta pero simpático, con gran creatividad para mostrar la cinética del movimiento (ingenioso el modo en que se muestran las frecuentes flatulencias de Oink) hacen de esta una película con un cuidado apartado visual y un buen ejercicio de stop-motion.

Oink oink es básicamente una cinta para niños, con un buen mensaje que hay que manejar con cuidado (el espectro de Lisa Simpson planea por ahí y no todos los padres quieren que sus niños se conviertan en veganos estrictos de la noche a la mañana, pero nunca está de más promover el consumo de vegetales) y una historia divertida que consigue arrancar la carcajada tanto a pequeños como a grandes. Una buena apuesta para pasar una tarde con la familia...ojo, repito, si no son aprensivos. Los animalitos es lo que tiene.

Oink oink llega a las pantallas españolas el 31 de marzo.