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martes, 30 de agosto de 2022

3000 AÑOS ESPERÁNDOTE. Los mil y un efectos

 

Cómo bien saben los amantes de los cuentos, incluyendo la protagonista de esta, la última película de George Miller, no siempre es bueno conseguir lo que uno anhela, y menos si esto nos lo otorga un ser sobrenatural. En la linea de La pata de mono películas como "Wishmaster" o "7 deseos" nos han mostrado su cara más sangrienta pero "3000 años esperándote", aún bajo advertencia, nos presenta una cara bien distinta.

Lejos del universo Mad Max Miller ha sabido demostrar que le gustan las fábulas con cierto toque moral, gracias a cintas como "Babe un cerdito en la ciudad" (también trabajó en el guión de su primera parte) o "Las brujas de Eastwick". En esta ocasión apuesta por una fantasía adulta, presentando la historia de una especialista en mitos que libera a un genio que por supuesto le ofrece tres deseos a cambio de su libertad. Experta como es en la materia nuestra heroína se mostrará reacia a pedir ninguno, y el djinn comenzará a contarle la historia de sus anteriores aprisionamientos y liberaciones hasta que esta se decida a pedir su primer deseo. La película apuesta conscientemente, como defiende en las frases que la abren, por un tono de cuento, algo a lo que contribuyen notablemente tanto la presencia de una narradora como la saturada paleta de color que presenta (que se hace salvaje en el peinado y atuendo de nuestra protagonista) o su cuidada dirección artística. Pero este cuento, o mejor dicho cuentos, con mucho de metahistoria que presenta no contribuyen a dar vivacidad a una narración que languidece continuamente, mientras se pierde en detalles llamativos y presenta una amalgama de secundarios con los que el espectador no tiene tiempo de conectar.
No se puede negar que "3000 años esperándote" pretende abogar por un tipo de narración original, barroca e impactante, sin vacilar en el abuso de los efectos especiales (el humo que siempre rodea al djinn) o los guiños al universo de las mil y una noches. Todo es excesiva en ella, llegando a extremos que rozan lo ridículo (el instrumento musical del Rey Salomón o la depilación de la Reina de Saba), y perdiéndose en más de una ocasión entre moralejas de corte sentimental e incluso ecológico. Se trata sencillamente de una de esas tramas que dan la sensación de funcionar mejor en el papel que en la pantalla, logrando más solvencia quizás por la siempre digna labor de Idris Elba y Tilda Swinton que por una historia que pretende apelar al corazón pero no llega a conseguirlo.
"3000 años esperándote" tiene muchas cartas para convertirse en una de esas cintas atípicas que, pasados unos años, pueden convertirse en una obra de culto por su bizarro concepto de la fantasía, pero a la que no acompaña ni su ritmo (por favor cuenten los planos en los que la protagonista se pone las gafas) ni unos detalles que nos sacan de la fuente continuamente (la escena de Einstein, las vecinas chismosas). Queda una obra que aspira a más de lo que obtiene, pero que cuenta con mimbres que podrían haber dado para una gran película. Tras la deslumbrante "Mad Max. Fury Road" esta fábula no satisface las expectativas del amante del fantástico pero ¿Quien sabe? Siempre nos quedará "Furiosa".

"3000 años esperándote" llega a los cines españoles el 2 de septiembre.

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