Si bien lo más popular, por llamarlo de algún modo, es el miedo a volar, el tren, tanto en su vertiente terrestre como intraterrestre, tampoco se queda manco. Con transiberianos, expressos con alarmas o sin ellas, trenes de la carne a medianoche y otras lindezas en cuyas estaciones podemos encontrar mutantes varios, muertos sin ojos y por supuesto hombres lobo de vacaciones el tren es un escenario excelente para una inquietante cinta de terror o suspense. Y por supuesto no podía faltar su vertiente japonesa, y más en un país en el que hay todo un grupo de autánticos apasionados de los trenes (de esos que hasta se aprenden de memoria los horarios)...por eso hoy hablamos de Ghost train.(2006).
Tras encontrar un abono motivando la inquietante advertencia de una desconocida un niño desaparece en extrañas circustancias, pero no antes de contárselo a su compañera de clase, Noriko, y su hermana Nana. Cuando la propia Noriko desaparezca en circustancias similares Nana comenzará toda una cruzada para encontrarla, desenterrand poco a poco horribles hechos que han sucedido y siguen sucediendo en los túneles del metro.
Ghost train es una clásica cinta de terror japonés. Ninguno de los elementos a los que nos ha acostumbrado el género durante estos años faltan, desde el fantasma femenino de largos cabellos (esta vez vestida de negro para variar), al tétrico niño de rostro blanco pasando por el empleo de un objeto cotidiano que abrirá la puerta a toda uns serie de tragedias (un abono transporte...sí suena a coña pero elementos como la cinta de Ringu o el periódico de Yogen -Premotion- bien que funcionaban) o la importancia de una tragedia que tuvo lugar en el pasado.
Ambientada en su mayor parte en los túneles de un metro que oculta más secretos de los que parece la película sabe hacer buen uso de sus escenarios, sin recrearse en una oscuridad que casi vendría de serie (la primera escena se da en un vagón perfectamente iluminado y funciona), e incluso acudiendo a otros menos populares como la oficina de objetos perdidos de la estación (que da para susto tonto y todo), elementos que contribuyen a crear una atmósfera que cuando más sutil más aerradora se vuelve (la escena del balcón) frente a otras más sobrecargadas (el tour de force final, que aquí no desvelaremos) que restan impacto a una cinta relativamente bien resuelta si dejamos de lado elementos que chocan con la veriente más terrorífica del film.
Así podemos encontrar toda uns serie de elementos melodramáticos de manual, desde la madre internada en el hospital (amante de sus hijas pero a la que no se le ocurre ni preguntar donde se ha metido la más pequeña durante días...) al conflicto interclasista entre alumnos de instituto (empollona contra guays) pasando por la tragedia romántica (un personaje que no sólo pierde a su pareja- para más inri en medio de una cámara lenta que convierte esta escena en lo peor de la película con creces, y encima se permiten luego los flashbacks, sino que encima todo el mundo sospecha que ella es la culpable), y que si bien podrían haber conseguido aumentar nuestra empatía hacia los personajes solo consiguen ralentizar el ritmo global del metraje y sacarnos ocasionalmente de su inquietante clima.
Con unos efectos especiales chirriantes que deslucen ante el ya clásico maquillaje espectral, sencillo pero eficaz (rostros superpálidos, ojeras superoscuras y un alisado capilar de peluquería cara) la película mejora notablemente cuando se ciñe al terror puro y duro, e incluso más antes de llegar al climax en el que se revelan gran parte de las incógnitas planteadas a lo largo del metraje, planteando a su vez otras nuevas que no parecen suscitar u nuevo interés, con excepción del relativo al papel de una inquietante estatua...
Ghost train es una irregular pero entretenida película que probableemnte gustará a aquellos aficionados al terror de los pelos largos (entre los que me incluyo) pero no tanto a los fans de otras vertientes del género (incluso las escenas que podrían resultan más cruentas, como una mutlación salvaje que resulta ser finalmente solo una visión, se salda con apenas sangre), una película entretenida pero que ni revoluciona el género ni crea un icono inolvidable, pero que nos da casi dos horas de entretenimiento y algún buen escalofrío.
Para completistas...si esperabáis un vuelta de tuerca al género mejor seguir esperando. Y punto extra para el nombre de la universidad donde quiere estudiar la protagonista...un detallito que hay que evitar perderse.
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