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martes, 2 de junio de 2015

NOCTURNEANDO DE DIA (6)

Y si no fuese por eso de que el terror suele asociarse a ese gélido frío que recorre la espalda hasta lo más profundo del cerebro podríamos decir que el viernes era uno de los días más calentitod...la jormada empezó fuerte, con las presentaciones de Afterdeath, en la que su director nos habló de la dificultad de rodar una película en la que es tan importante el contraste entre luz y oscuridad así de como encontrar localizaciones, y de Bunny the killer thing, cuyo director respondió con buen humor a las surrealistas preguntas de las que fue objeto debido al particular espíritu de su obra, que analizaremos más adelante..
Ambas serían proyectadas esa misma noche, al igual que la esperada Vampyres, que reunió a gran parte de su equipo que nos contaron un buen puñado de anécdotas (impagable la de la sangre creada por Colin Arthur) y en la que nos hablaron de la importante labor coral que implicó la película así como recordó con cariño a aquellos que no pudieron estar allí para presentarla, en especial a José Ramón Larraz, fallecido en 2013.
La mañana se cerraría con el encuentro con Lamberto Bava, que nos habló de toda su trayectoria incluyendo sus obras más recientes y las secuelas de Demons.
Pero la tarde llegó como siempre con cine, con los brevísimos cortos Hierba del diablo y El relojero y la cinta México Bárbaro.
Conjunto de cortos de temática fantástica más o menos inmersos en el folklore mejicano en México bárbaro encontramos casi de todo, desde ajustes de cuentas, incluso desde el más allá, a pervertidas criaturas fantásticas pasando por psicópatas más o menos terrenales. Como todas las películas de este corte se trata de una película irregular, con piezas tan bellamente filmadas como Muñecas o Día de los muertos, pero cuyo argumento se reduce a una mera anécdota, y otras tan inquietantes como Lo que importa es lo de adentro, una visceral vuelta de tuerca a un clásico como es el cuento del coco. Un buen muestrario de todo lo que pueden dar de sí los nuevos realizadores de este país
La tarde siguió con el corto Captcha, curioso híbrido de ciencia ficción y película de espías y con la que finalmente se alzaría con el premio de la categoria Dark Visions, Afterdeath.
Película en torno a un grupo de desconocidos que de repente y sin saber la razón se despierta en una solitaria playa en la que solo hay una casa y un faro, la cinta cuenta con un cuidado acabado y una perturbadora atmósfera, así como un inquietante comienzo. Lástima que el argumento nos deja una curiosa sensación de déjá vu presentándonos un limbo menos vistoso y superfluo que otros que hemos visto en nuestras pantallas (como en The lovely bones o Más allá de los sueños) y pocas sorpresas en el tintero...eso sí, gran opción revelarnos ya desde el principio que los personajes están muertos para dar paso a eculubraciones más importantes, si bien eso no impedirá que el conjunto como esperamos constituya un conjunto de (falsas) sorpresas.
Y por fin, y con gran parte de sus actrices en el escenario (y eso que no subieron a la totalidad del equipo que se hallaba en la sala que si no se hunde) uno de los platos fuertes. Vampyres (Vampiras), la revisión de Las hijas de Drácula de 1974.
Auténtico retorno al clásico tema Eros-Tánatos, rico en lujuria y hemoglobina, la cinta es una elegante visión, con escenas tan bellas como la de la bañera o esas apariciones esporádicas de Antonio Mayans, guadaña en ristre, que es puro Dreyer, del mito vampírico desde su vertiente más psicótica, dejando atrás los colmillos en pro del cuchillo y el instrumento de tortura, y la oscuridad total por una penumbra que en ocasiones resulta más inquietante. Película de imágenes, con cuidada factura, casi podemos verla más como un conjunto de perturbadores momentos e interesantes ideas en torno a estas dos vampiras herederas directas de Bathory, que como un cuento de horror tradicional, con elementos que nos sacan de este ensueño por momentos y le hacen perder ligeramente el ritmo como la escena del cepo para osos. Una película interesante que gustará a los nostálgicos de los clásicos, si aceptan que incluya una miguita más de gore, eso sí.
La noche se cerró con el polémico corto La hora del baño y la locura hecha carne ¿o era peluche? Bunny, the killer thing.
Bizarrísima cinta sobre una pobre víctima de una mafia que se convierte en un lujurioso conejo gigante de dos metros que persigue cualquier cosa que se parezca a unos genitales femeninos (hasta le da igual que sea un dibujo en una camiseta) y que encontrará a sus vístimas en unas cabañas pobladas por un incauto grupo de turistas y autóctonos más o menos salidos. se trata de una divertidísima película con un punto de partida absurdo pero que funciona extraordinariamente bien, con sus surrealistas diálogos (Sr. Blanco y Sr. Negro), sus gags sin prejuicios (el atropello) y un ritmo endiablado que apenas deja huecos para dejar de reirse. Renunciando al ordenador por un disfraz de esos a los que solo falta la cremallera y regalándonos planos en los que juega con la profundidad de campo o incluso con la cámara subjetiva (En pichavisión o terminología similar) Bunny the killer thing es un hilarante despropósito en el que todo encaja, si bien no agradará a todos los paladares, y que nos deja un final de anotlogía que parece augurar una todavía más salvaje secuela, una película a descubrir...¡¡Pussy!!
Así terminaba el viernes...con una sonrisa nos retiramos...todavía quedaban 2 días más.

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