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jueves, 26 de julio de 2018

NO MORIRÁS


No es el primer pacto que llega a nuestras pantallas. Ni en tema ni en título (es más, hasta hubo, en este caso en la pequeña pantalla, una serie de igual titulo) pero El pacto ha optado por las connotaciones más sobrenaturales del término para contarnos un drama familiar en el que sus personajes debe cuestionarse sus auténticas prioridades morales.
 Con Belén Rueda al frente, una actriz que desde hace años parece sentirse cómoda con el género (del Orfanato a la todavía fresquita No dormirás), El pacto supone el debut como director de un largo de David Vitori (que tal vez recuerden de la serie Pulsaciones) que se muestra más afin al terreno del thriller a pesar de los elementos fantásticos que al del terror puro y duro. Y ello a pesar de un arranque que no desentonaría en ninguna cinta del género, con un cadáver que (inesperadamente) retorna a la vida y una escena, la del pacto, que, virgen de los rasgos satánicos que podríamos presuponer antes de ver la película (y es que aunque podemos hablar de una ambigüedad casi nula la cinta no deja de moverse entre el fantástico puro y elementos más "reales" como ese reloj de arena que es evidentemete un objeto tangible y no un mero símbolo de la paranoia en la que empieza a sumirse la protagonista), resulta tan natural como inquietante,merced a elementos que, como comprobaremos a medida avanza la cinta, solo pueden ver sus protagonistas, con una elección tan interesante como la de esa araña albina que se convierte a la vez en invitación y presagio de la misma muerte o la curiosa marca que aparece en la muñeca de aquellos personajes que han aceptado el pacto.
Un inicio que sin ser el culmen de la originalidad (el personaje de Belén Rueda no es el primero que arriesga lo divino y lo humano ante la posible pérdida de un hijo) invita a descubrir hasta que límites pueden llegar sus protagonistas, pero que a medida avanza la ficción va perdiendo tanto ritmo como fuerza, haciéndose demasiado deudor de deus ex machina in extremis, y volviéndose a ratos predecibles, mientras va dejando en el tintero un buen número de dudas en la mente de un espectador que probablemente espera un aterrador y revelador giro en una película que ha puesto toda la carne en el asador en su primer cuarto de hora de metraje, y que se deja incluso arrastrar por manidos golpes de efecto como el del perro que aterroriza sin venir a cuento y de sopetón a la protagonista con sus ladridos o el de la cámara que gira continuamente para crear desasosiego en el espectador.
El pacto es una película que tiene muchos elementos para resultar una apuesta interesante, pero no consigue sacar todo el partido a un tema (el de los pactos con entes diabólicos, no diremos ya directamente satánicos) de esos que comulga con los intereses más primarios del ser humano. Una película gazpacho, que entretiene cuando se toma fresquita (bendito aire acondicionado) en verano, pero que aporta poco al género y que puede resultar menos atrayentes para cinéfagos amantes de propuestas más arriesgadas. Una película para amantes del thriller con un toque adicional...ahora solo queda ver si el pacto no lo hace la cinta solo con la oscuridad, sino si también logra establecerlo con un espectador que busca emociones más fuertes.
 El pacto llega a los cines españoles el 17 de agosto.

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