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lunes, 2 de julio de 2018

BAILANDO CON TODOS


Las divas de la música dan para mucho, ya se pudo ver hace apenas unos meses con el estreno de la muy recomendable María by Callas, pero no son patrimonio exclusivo del bel canto. La mejor muestra llega en breve de la mano de una de las grandes del R&B, soul, pop...en dos palabras, Whitney Houston en el documental Whitney.
Obra del ganador del Óscar al mejor corto documental por One day in september, Kevin Maconald, la cinta parte de los mismos orígenes de la cantante, desde su debut en televisión en 1983 a su repentino fallecimiento en 2012, con testimonios de sus familiares, amigos, representantes e incluso su partenaire en el megaéxito El guardaespaldas, Kevin Costner.
Whitney supone un trabajo de documentación abrumador, combinando vídeos musicales, entrevistas televisivas y películas caseras con escenas que situan la trayectoria de la estrella en su contexto histórico y cultural, desde el paso de los distintos presidentes y los anuncios de la época a impactantes escenas de disturbios raciales, logrando que el espectador (y generalmente fan), que muchas veces se ha quedado en el disco o la película, consiga apreciar la verdadera dimensión como icono de la comunidad negra de la artista y el peso de una carrera que se tambaleó en numerosas ocasiones debido a las adicciones de la intérprete, y que se presenta con un gran montaje acompañado como banda sonora con la mayoría de sus éxitos.
Un documental con revelaciones, pero que tiene su mejor baza en una historia personal que consigue interesar al espectador, añadiendo al cóctel las vidas de todos los que la rodearon, con figuras tan desconocidas e interesantes como la también cantante Cissy Houston, madre de Whitney (ojo, que esto no es Yo, Tonya) y curiosidades tan sorprendentes como esa versión del mítico I will always love you creada para la campaña de Saddam Hussein (sí...ese Saddam Hussein).
Whitney tiene un rincón para todo, desde la mitomanía hasta la crítica (las imitaciones o chistes en series, que hoy consiguen congelarnos la sonrisa, sobre el estado de una mujer que ya no podía ocultar su adicción a las drogas y cuyas demacradas imágenes dieron la vuelta al mundo, ), creando un gran mosaico que sabe interesar tanto al fan de Whitney Houston en particular como al cinéfilo en general, consiguiendo encadenar al prinicipio y al final, casi como un espejo que nos devuelve la mirada, una canción de debut que conquista todo su significado al final del metraje. Una cinta que, sin analizar el estilo musical de Houston en sí, se convierte en imprescindible para cualquier amante de la buena música...y de los buenos documentales.

 Whitney llega a las salas españolas el 6 de julio

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