Si algo nos ha demostrado el cine, como en la vida misma, es que al ser humano no solo necesita sobrevivir: necesita vivir. Da igual si la lucha por permanecer vivo tiene lugar en pleno apocalipsis zombie o una guerra futurista, pero está realidad parece hacerse más palpable si se ambiente en un conflicto real. "El amor en su lugar", la historia de una " troupe" teatral en el gueto de Varsovia, es una prueba más, presentando a unos personajes que no solo quieren escapar de su oscuro presente: necesitan algo tan simbólico para un artista como es el aplauso.
A más de uno le vendrá a la mente ese delicioso clásico que es "Ser o no ser", pero esta aunque hay planes de huida, diálogos shakesperianos (aunque aquí se cambie " Hamlet" y el "Mercader de Venecia" por "Romeo y Julieta" y triángulos amorosos, es muy distinta. Ni siquiera es una comedia, aunque se represente una. " El amor en su lugar" arranca de un plano secuencia que nos revela la angustia que conlleva la vida en el gueto para desembocar en la representación de una obra de teatro durante la que puede que la vida de sus intérpretes cambie para siempre, pasando por toda una gama de emociones como la desconfianza, la ternura, el terror y, por supuesto, el amor.
Combinación de géneros, del drama histórico al musical, la película responde a la regla de las tres unidades para presentar una historia que resulta fácil de conectar con la trayectoria de su director y guionista (junto a David Safier, novelista alemán célebre por su obra satírica pero que aquí está más cerca de su drama histórico "28 días"). Una carrera en la que ya ha jugado con el mundo del espectáculo ("Luces rojas", "Grand piano"...y por supuesto el arranque de " Concursante") y ha mostrado su inteligencia a la hora de encarar un suspense que lidia con la claustrofobia, aun contando con un escenario (en ambos sentidos) que supera con creces el de su célebre " Buried". Cortés logra sacar gran uso de recursos tan sencillos como la concentración de primeros planos o los focos de color, consiguiendo articular una historia que va de la pesadilla a la esperanza.
"El amor es un lugar" es un viaje a flor de piel, entre la ficción y la no ficción de sus personajes. Aunque en ocasiones la obra representada parezca robar protagonismo al drama personal de sus intérpretes la película conquista con una historia que a pesar de la distancia temporal consigue resultar cercana y un viaje que nos lleva a un entorno poco explorado cinematográficamente como es la vida de los artistas durante la II Guerra Mundial. Un hermoso homenaje a esos seres de otra pasta, capaces de sacar lo mejor incluso en medio del infierno.
"El amor en su lugar" llega a los cines el 3 de diciembre.
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