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viernes, 21 de junio de 2019

DESAYUNO SIN TIFFANY


Chucky ya no es un buen chico. Hay más de uno que afirmará que nunca lo fue, pero es innegable que la marca Good guys va asociada al que es uno de nuestros psicópatas de cine favoritos. Pero ahora es un muñeco Buddi, una de las muchas diferencias con el original que trae el reboot de 2019. Pero no hay que engañarse, esta sigue siendo la historia del hijo de una madre soltera que se desvive por su niño y que cree encontrar la amistad verdadera en un juguete que esconde más de un secreto...la historia de Chucky, el Muñeco diabólico.
Chucky demostró que no hace falta que un muñeco tenga cien años o sea una marioneta de ventrilocuo para dar miedo. El Chucky original era un muñeco adorable, de dulces ojos. pecosos mofletes y voz infantil, antes de que la posesión por parte del espíritu del asesino Charles Lee Ray y sus cruentas correrías le transformaran en un ser lleno de cicatrices y de inquietante dicción. Pero este nuevo Chucky aunque conserva los cabellos pelirrojos y el peto es un ser muy distinto, un muñeco que ya de entrada da ligero mal rollo y habla con voz de adulto sin posesiones por medio (doblado en la versión original por Mark Hamill, algo que añade el punto al chascarrillo de que el niño protagonista quiere llamar a su nuevo amigo Han Solo) y cuyo bautizo en el mundo del mal no va a llegar vía medios sobrenaturales sino merced a un explotado trabajador vietnamita que decide trastocar los circuitos del que en esta ocasión es un sofisticadísimo gagdet al recibir la noticia de su despido.
Nos encontramos así jugando en una liga distinta. En un giro similar al que se intentó hacer en el remake de Carrie, que mostraba como las nuevas tecnologías influyen en un caso de acoso escolar, el Muñeco diabólico de 2019 es un hijo de su tiempo. Un avanzadísimo juguete capaz que entre sus habilidades tiene la de aprender...y en manos de la pandillas de milenials amigos de un Andi más crecidito que su predecesor  que muchas veces hacen lo que no deben, haciendo (algo de lo que la cinta es completamente autoconsciente como podemos ver en más de un diálogo) que nos encontremos casi ante una fábula de ciencia ficción en torno a los peligros de la robótica pero no en forma de sesuda reflexión filosófica, aunque se permita algún velado guiño a 2001: Una odisea del espacio, sino de sangriento carnaval para fans del género, en un espíritu burleco similar al de uno de los mejores episodios de la última temporada de Expediente X (Rm9sbG93ZXJz...espero que no me falte ninguna letra), y sin que nadie quede a salvo, del móvil al coche tesla pasando por los drones.
Tras un par de entregas que han demostrado que nuestro malvado amigo de medio metro tiene todavía mucho que decir y que nos han dejado algunos de los mejores momentos de la saga (La maldición de Chucky y El culto de Chucky, estrenadas aquí directamente para mercado doméstico) este nuevo comienzo es pura diversión gore que nos puede hacer pensar en otras recientes salvajadas con juguete como la última entrega de la saga Puppet master (Puppet master: The littlest reich), con cráneos desollados y sierras afiladas, diálogos chispeantes y un ligero aroma ochentero (ahí está esa pandilla a la que solo le falta atravesar la ciudad en bicicleta con nuestro hombrecillo de juguete en la cesta y ese almacén en el que se desarrolla el grand finale en el que podría haberse rodado cualquier videoclip que se precie de la década) que parece se ha hecho imprescindible en muchas cintas del género de los últimos años (ahí está la muy recomendable Verano del 84 o el superéxito It). Es posible que algúna amante de la saga original se encuentre descolocado ante unos cambios radicales que si bien podría decirse traicionan al Chucky primigenio le sientan francamente bien a la que esperemos se convierta en una nueva saga. Sabemos que el plástico tarda siglos en destruirse...en el caso de nuestro planeta es una tragedia que nos afecta a todos y a la que hay que poner remedio. En el caso de Muñeco diabólico es una buena noticia...larga vida a Chucky.

Muñeco diabólico llega a los cines el 28 de junio.

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