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domingo, 13 de noviembre de 2022

TERRIFIER 2. ¿Cómo están ustedes? Bien muertos.

 

Sé que llego al humo de las velas porque "Terrifier 2" es una de esas películas de esas que ya se ha escrito largo y tendido, dejando ya poco por decir. Que si más de uno ha vomitado viéndola, que si Stephen King la recomienda, que si la escena de la cama es una salvajada con todas las letras...y no dudo que todas estas afirmaciones son ciertas (respecto a si el señor King ha vomitado al verla es un punto que no puedo confirmar) pero lo cierto es que queda mucho por decir de una cinta para cuyo disfrute no hace falta haber visto la primera parte.
Películas como "The clown", "Stitches" o las dos versiones de "It" ya nos demostraron que más de una vez los payasos, sea uno coulrofóbico o no, no sin de fiar. Pero el caso de Art el payaso (añadida la cuestión de que cuando firma sus crímenes es un guiño a eso de el asesinato como una de las bellas artes) es, literalmente, de traca, siendo un personaje capaz de hacer bromitas tontas con gafas de sol y a continuación mutilar salvajemente al primer incauto que se cruza en su camino. Un ser de tintes sobrenaturales en la mejor línea, salvando las distancias, de nuestro querido Freddy Krueger, solo que lo dice todo sin palabras. De corazón tan oscuro como su traje (debe ser el único payaso del mundo sin una nota de color en su maquillaje y atavío) Art es uno de esos carismáticos psicópatas que nunca sabemos por donde va a salir, que le da una nueva dimensión a eso de "echar sal en la herida", un individuo con el que es imposible empatizar pero que logra sacar el lado más negro de nuestra alma por la vía del humor. Después de todo, es un payaso.
Y ese es el auténtico quid de la película. "Terrifier 2" es, simplemente, una deliciosa gamberrada para paladares muy, muy curtidos. Esta es solo una advertencia que no merece tomarse a la ligera. Una película imposible de tomar en serio (y más si uno quiere disfrutar de ella) que presenta ese tipo de violencia sádica que hace dudar a más de un espectador si apartar la mirada o quedarse embobado con los ojos como platos.
Con un fuerte aroma ochentero y unos elaborados efectos especiales que abandonan el ordenador en pro del maquillaje de toda la vida "Terrifier 2" aboga por una premisa tan sencilla como familiar, presentando la historia de una chica que, tras ver como en los días previos a Halloween varias de las personas de su entorno son brutalmente asesinadas, empieza a sospechar que pueden estar conectadas con ella y que quizás ella sea la única capaz de acabar con esta amenaza que encarna, como el espectador sabe desde el principio, Art el payaso. Pero su buen ritmo y su humor sin concesiones hacen de ella un festival gore totalmente disfrutable y, si el estómago lo permite, de palomitas.
"Terrifier 2" es una película de esas que hace múltiples concesiones en pro del efectismo. Detalles incomprensibles para el espectador amante de CSI (la presencia de lombrices de tierra en cadáveres en descomposición, la resistencia al dolor de la mayor parte de las víctimas o la física de las armas de fuego), pero solo es una muestra más de que es una cinta que está lejos de tomarse en serio a si misma, y eso que sorprende, aunque no se añore, la ausencia casi total de esos matices sexuales explicitos habituales de ese slasher de los 80 que tan bien toma como referencia. Un continuo tren de la bruja que hace realidad esa frase tan popular en el mundo del circo: " más difícil todavía". Y sin duda lo consigue.


"Terrifier 2" tras su paso por festivales llega en breve a plataformas no confirmadas.




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