Dos planos similares, el de Axel, encarnado por Santiago Segura, casi a modo de preludio y coda abren y cierran Casi leyendas, cinta de espíritu musical con un poso de drama y mucho de comedia.
Historia sobre un grupo de antiguos amigos que tenían un grupo a principios de los 90 que por la inoportuna falta de uno de sus integrantes no llegó a despegar pero que 25 años después ve, gracias al ingenio del entonces ausente, como el concierto de aniversario de una cadena de radio argentina puede suponer una nueva oportunidad, la cintg plantea un viaje al pasado más esperanzador que nostálgico, en un espíritu similar al de películas como Seguridad no garantizada pero , aun tratándose de una comedia, algo más lejos de premisas que tal vez nos suenen similares como la todavía reciente El pregón.
Una comedia más melancólica que nostálgica, con unos personajes en horas bajas (uno ha perdido a su mujer y cada vez se distancia más de su hijo, otro ha perdido su trabajo y puede acabar en la cárcel y el tercero...bueno, parece su estado natural) que viven unos dramas particulares que tal vez no resulten en exceso originales pero que consiguen crear empatía con el espectador gracias al buen hacer de sus actores, si bien es el personaje encarnado por Segura el que consigue arrancar las mayores carcajadas de un conjunto cuya mejor baza es el humor.
Y es que Casi leyendas consigue que en casi ningún momento perdamos la sonrisa, con un humor que se permite desde la parodia musical (el encuentro con el grupo Bravo y ese concierto en la emisora con un momento digno de ese clásico llamado This is Spinal Tap) al humor políticamente incorrecto (la canción sobre el daltonismo) jugando con elementos tan absurdos (la planificación del videoclip con sus impresionantes bocetos) como cotidianos, y que consigue resultar casi redonda en muchos de sus gags, si bien su trasfondo dramático puede resultar más previsible.
Destacable resulta además su apartado musical, con un puñado de canciones que no desentonarían en la década en la que nace el grupo (ni siquiera unos años antes, a finales de los 80) que constituyen un más que adecuado acompañamiento a las peripecias de sus antihéroes, y que supone un buen homenaje a un estilo musical por el que si bien la cinta no destila excesiva reivindicación (a pesar de la coña en torno a ese nuevo cantante de moda que lo hace tan mal que thace playback hasta en la radio) si muestra peculiar cariño.
Una cinta que si bien en algunos momentos puede dejarnos cierta semsación de déjà vu consigue transmitir un espíritu vitalista con unos personajes que saben hacerse querer y un humor a prueba de bomba, una comedia que consigue sacarnos del cine un poquito más felices que cuando entramos y eso nunca resulta fácil.
Casi leyendas llega a los cines españoles el 5 de mayo.
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