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martes, 23 de agosto de 2016

UNA LUZ OSCURA

Existan pocos entornos tan propicios para contarnos una historia inquietante como una oscura y apartada mansión. Altas rejas, tenebrosos sótanos y sobre todo un oscuro pasado que justifique los extraños sucesos que tienen lugar en ella o expliquen la inquietante presencia que la mora. Sin embargo una gran casa a veces es solo eso...una casa, una vivienda con más de un piso, jardín e incluso vecinos, con cabida más para un drama personal que para un sobrenatural cuento de terror. y aun así siempre puede guardar un rinconcito para la sorpresa...es el caso de Al final del túnel
 Joaquín, postrado en una silla de ruedas, vive junto a su anciano perro en una gran casa. Un día, respondiendo a su anuncio de alquiler de una habitación, llegan a su casa Berta, bailarina exótica, y su hija Betty, una niña que lleva dos años sin decir palabra. Poco a poco las dos se irán abriendo paso en el corazón de Joaquín, pero este tiene un secreto que vacila en compartir. Día tras día, noche tras noche, baja al sótano para espiar, con ayuda de una peqeuña cámara y unos micrófonos, a sus vecinos, una violenta banda que está construyendo un túnel para robar las cajas de seguridad de un banco cercano y que pasa justo por debajo de su casa. Pero Joaquín planea adelantarse y llevarse su parte, sin pensar que tal vez no el único que oculta un secreto...
Dotada de un arranque y unos personajes que en un principio parecen más fruto de un drama Al final del túnel es un inquietante thriller con una importante carga claustrofóbica y más de una sorpresa.
Con un protagonista introvertido y arisco, al menos en un comienzo, pero con un drama en las espaldas (un pasado del que apenas se sugieren unas pinceladas que sin embargo lo dejan bastante claro) y especialmente con un ingenio (del que hará especialmente gala en los últimos minutos de película) y recursos que harán que este se granjee rápidamente las simpatías de un especrador que notarda en empatizar con él, la cinta nos cuenta una historia cálica de robos, solo que en este caso su protagonista no es un miembro de la banda, ni siquiera un representante de la ley que investiga el caso, sino ese viejo conocido del refranero que es el "ladrón que roba a ladrón" (eso del "honor entre ladrones" mejor lo dejamos para los diálogos de Escuadrón suicida).
Así si bien siempre podríamos replantrarnos algunas explicaciojones que quedan en el tintero (la presencia del coche accidentado en el patio, las razones que llevana a Joaquín a comenzar a espiar el sótano de los vecinos) nos encontraos ante una historia bien hilada, con los suficientes y bien seleccionados giros de guión, y que sabe crear una atmósfera oscura, inquietante y por supuesto claustrofóbica /a lo que hay que sumar un protagonista que, aun careciendo del uso de sus piernas, intenta valerse por si mismo en un plan ya de por sí arriesgadísimo para una persona sin discapacidades).
Al final del túnel  es una película con un eficaz trabajo de actores, con un protagonista y villanos que consiguen meternos con buen tino en una trama que, de otro modo, podría ntojarse incluso disparatada (con menor fortuna la interpretación de una Claro Lago que, si bien, sabe robarle poco a poco el corazón al héroe, y tras alguna sorpresa queda reducida en la segunda parte de la cinta a mero instrumento en manos de los demás personaejs), y que consigue arrastrarnos a un final (que aquí no desvelaremos) de esos de infarto del que la película sabe salir airosa, jugando muy bien con unos elementos que nos ha ido presentando poco a poco desde su primer momento, y logrando que todas las piezas de su malévolo  puzzle acaben encajando casi a la perfección, y sobre todo regalándonos una historia de esas que apetece comentar después de haber visto.
Bien orquestado thriller con algún momento de antología Al final del túnel es una recomendable opción tanto para los amantes del género coo para aquellos que, simplemente, tienen ganas de saborear unas gotas de buen suspense.

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