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miércoles, 12 de noviembre de 2014

BASURA RENTABLE

Hay películas que de entrada tienen un pequeño fallo...que si son malas, con su propio título ya ponen el chiste en bandeja. El caso más reciente, que bien hizo honor a su nombre fue Líbranos del mal. Y ahora, con todo mi respeto para las actividades de los honrados trabajadores de cine cutre,  llega Trash. Ladrones de esperanza, que lo pone por partida doble.
Tras una breve escena en la que nos presentan el hecho que desencadenará toda la trama (un hombre perseguido y desesperado arroja su cartera a un camión de la basura antes de que lo atrapen) la cinta nos presenta a nuestros protagonistas, unos niños que trabajan en un vertedero brasileño, y que por supuesto encontrarán dicha cartera y se verán inmersos en una oscura trama de corrupción. Se trata de una cinta que casi supone un curioso híbrido entre Ciudad de Dios y Slumdog millionaire, aunque sin la dureza de la primera (salvo algún momento como el "viaje"en el coche de policía) ni el carácter de fábula de la segunda, y que nos presenta una trama de esas ricas en casualidades hasta extremos increíbles (la traca: la Biblia, clave en la resolución del misterio, está en inglés pero ¡oh magia! las palabras son precisamente lo que nos estaba enseñando la misionera de turno) que, debido al carácter de los personajes (son niños, y a pesar de la durísima vida que afrontan no han perdido la inocencia) adquiere casi un tinte de esa "caza del tesoro" que tantas veces hemos visto en películas de ambientación más convencional y que la dota de un tono más "naif" de lo que podríamos presuponer en un primer momento (al final, sin spoilers, me remito). Y lo mejor, los niños, con los que el director sigue teniendo muy buena mano como demostró en Billy Elliot o en la más flojita Tan fuerte, tan cerca, con interpretaciones muy naturales que dotan de relativo verismo a un película en la que este se le escapa entre los dedos en numerosas ocasiones  a veces por detalles nimios (esa perfecta caligrafía de la pizarra, el juego de Donkey Kong, la irrupción en la estación de autobuses...), aunque esto muchas veces se pase por alto en una película que no carece de buenas intenciones, en una trama más blanca que lo que su exterior transmite en un principio.
Para amantes de esas películas que ensalzan el espíritu humano, una cinta simpática con espacio para los milagros..si se cree en ellos.

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