ZURRA Y DRAGÓN

 

Ahora que la vertiente televisiva de la Disney explora las (ahora infinitas multiverso mediante) de los personajes Marvel la gran pantalla, tras las polémicas de la tantas veces retrasada Viuda negra, probar suerte con un nuevo personaje, un nombre poco conocido pero que en breve cumplirá el medio siglo de existencia. Sus aventuras llegan bajo el título de Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos.

Tomando de base un personaje en inicio sin poderes metahumanos (aunque a lo largo de su trayectoria ha usado artefactos como brazaletes de poder o los susodichos anillos) y cuya fuerza se basa en su dominio de las artes marciales parte de un arranque de tono legendario que coquetea con la revisión del wuxia estilizado en la linea de cintas como Tigre y dragón o La casa de las dagas voladoras. Un tono que nos lleva a pensar en dos cintas recientes cintas de la casa del ratón antropomorfo como son Mulán o Raya y el último dragón.

Pero este es solo el hermoso prólogo, con las raíces del protagonista: con el paso al presente la cinta adquiere un tono distinto que activa los toques de comedia marca de la casa y nos lleva a un estilo más urbano y unas peleas bien coreografiadas que saben jugar con los elementos del entorno (aunque todavía no entiendo como un moderno rascacielos de Macao tiene andamios de bambú...será que no he viajado mucho). Es esta parte quizás lo mejor de la película, con buenos guiños al universo Marvel (la lucha entre dos viejos conocidos a los que llevábamos tiempo sin ver por la gran pantalla) y algún detalle divertido (¡Ojo al poster de Kung-fu-sion!). Una acertada presentación de los personajes, tanto principales como secundarios animan un desarrollo que es puro entretenimiento, pero que pierde fuelle a medida se aproxima a un épico desenlace que va a sentar las bases para las futuras apariciones del protagonista pero que no brilla tanto, con su profusión de bichos generados por ordenador, como la parte precedente.

Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos es una más que correcta cinta de presentación del personaje. Una premisa sencilla en la que, entre tanto mamporro, intentan tirar por el lado emocional, sacando buen partido de sus actores, especialmente los veteranos Tony Leung y un Ben Kingsley que vuelve al redil de la franquicia, y logrando que hasta en algunos momentos resulte simpática una actriz tan "inclasificable" (por no decir otra cosa) como Awkwafina. Hasta logra que le perdonemos la inclusión de bicho mutante graciosillo (ese Morris que parece una creación del científico loco de South park) y la típica incongruencia de guión destinada solo a añadir emoción (¿Por qué se empeñan en ir en coche por el laberinto mortal pudiendo ir en helicóptero?). Buen ritmo y un sentido del entretenimiento sin excesivas pretensiones, aun cuando flirtea con un ramalazo de misticismo oriental, hacen de esta una cinta de aventuras que se ve con gusto aunque no cale en el espectador. Y por favor quédense hasta el final...la puerta que abre promete un futuro interesante.

Shang-Chi y la leyenda de los diez anillos ya está en cines de toda España