Por mucho que el ET. de turno nos ponga ojitos de cordero degollado o por mucho que el astronauta perdido intente mostrarse feliz y esperanzado en su huerto ecológico de patatas el espíritu desconfiado del ser humano inconscietemente nos invita a pensar que del espacio exterior ese en el que nadie puede escuchar tus gritos no puede venir nada bueno....y un buen número de protagonistas de ciencia ficción lo sabe mejor que nadie.
Este es el caso de Life, una cinta que nuevamente muestra como un grupo de ingenuos astronautas de una estación espacial se enfrenta a un experimento que en, la buena tradición del género, le sale bastante rana, en este caso el estudio de una célula proveniente de unas muestras tomadas en el planeta rojo que resultan contener una célula en estado de hibernación, en inicio similar a las terrestres, pero que evolucionará hasta convertirse en un curioso organismo que, tras sentirse amenazado y evolucionar sorprendentemente, se convertirá en una amenaza en toda regla en la línea de los numerosos hijos que nos ha dejado la clásica Alien, película hasta la que se permite algún guiño formal (la reunión en torno a la mesa).
Aun teniendo este punto original de la proximidad del origen del villano de la función (el marciano Calvin nombre inicialmente chistoso que oculta un ser que, aun conservando elemntos familiares de otras criaturas alienígenas, tiene un original diseño que es una de las mejores bazas de esta cinta) y presentando unos personajes en inicio interesantes (en particular esos dos astronautas que han encontrado su auténtico mundo en el espacio, uno a raíz de su carácter misántropo y otro coo fuente de esperanza ante su propia discapacidad) la película, tras unos prolegómenos tal vez excesivamente tecnicistas (que sin embargo no alejan el fantasma de algún disparate tanto tecnológico como simplemente lógico), nos lleva al habirual juego del gato y el ratón (aunque el único ratón real que vemos está, tal y como nos tememos desde el principio, destinado a ser una mera víctima que revele las habilidades de nuestro angelito recién llegado del espacio) entre terrestres y extraterrestres.
Si bien Life cuenta con un buen reparto (además de los nombres más conocidos podemos disfrutar de la labor de Hiroyuki Sanada, cuyo rostro tal vez les suene de las dos entregas de Ringu), unos personajes más humanos que otros homólogos de la ciencia ficción terrorífica (apenas se plantea la posibilidad ya desde el principio de mantener con vida al delicado espécimen) y algun elemento que deja buen sabor de boca como sus dos minutos finales la película no aporta nada al género, con un tour de force final menos catásquico de lo esperado y un guión exesivamente lineal, si bien nos deja alguna escena particularmente inquietante e incluso podrámos decir macabramente hermosa (las dos primeras víctimas del alien) y algunos momentos de tensión extrema bien llevados. Una cinta para disfrutar algo más hora y media de un pequeño chute de adrenalina, aun a través de senderos que hemos recorrido en numerosas ocasiones, de esas que se ven por puro entretenimiento mientras atesoramos el recuerdo del Alien original o de invasiones tan distintas como la de La llegada
Life llega a los cines el 7 de abril.
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