Habiendo sobrevivido a Snorkels, Diminutos y otras pequeñas especies pequeñas que en algún momento u otro aparecieron en nuestra pequeña pantalla para deleite delos más pequeños los pitufos han sobrevivido en el inconsciente colectivo haciendo que ante la vista de cualquier ser de color azul, ya sean los protafonistas de Avatar o la diva de El quinto elemento el calificativo "pitufo", más o menos desarrollado acuda a nuestra mente.
Tras un par de películas que mezclaban animación e imagen real para enfrentar a los pitufos de todoa la vida con una serie de rostros conocidos, la mayoría fruto de éxitos televisivos, los pitufos experimentan una suerte de rebbot en Los pitufos. En busca de la aldea escondida, una odisea que saca a algunas de las criaturas de Peyo más icónicas (Pitufina, Fortachón, Filósofo y ...¿Torpe?), acompañados de esa actualización 2.0 que es el coleóptero multifunción Snappy (una concesión a las nuevas generaciones y público potencial de la cinta) de su aldea para enfrentarlos a la búsqueda del que puede ser otro pueblo de pitufos atrayendo el interés de su némesis habitual, el brujo Gargamel, y devolviéndolos en cierto modo a sus orígenes del cómic, algo especilaente palpable en el diseño de algunos escenarios y personajes secundarios (el conejo Galopín).
Los pitufos. La aldea escondida vuelve, en lo que quezás es su mayor baza (si bien a los que solo hayan conocido a estos seres a través de las anteriores películas puede que les resulte más cercanos a la popular y todavía reciente Trolls) al espíritu simple y ligeramente aventurero original, con una anumación sencilla (aun con algún elemento particularmente cuidado) y un diseño de personajes que sin ser original resulta agradable).
Si bien su inicio, en el que se nos presenta una aldea en la que cada pitufo tiene un nombre parejo a su carácter o habilidades (y que se revela más adelante en el metraje como simplista, viendo las nuevas habilidades del denominado Torpr), lo que suscita en la Pitufina una crisis de identidad en toda regla que por supuesto resolverá al acabar la aventura a la que se enfrentan (a lo que se añade algún elemetno tan surrealista como ese pitufo muerdemesas...para la secuela esperamos al itufo abrazafarolas por supuesto), puede hacernos pensar en revisiones más metafísicas como la del comienzo de la también anumada Angry birds, la película presenta una trama sencilla, con algún elemento original, en la que se agradece la omisión de continuos números de cante y baile casi forzosos (que alguno hay sobre todo al final...la sombra de Shrek es alargada...y la de los pitufos maquineros todavía más y más inquietante) de los que tanto abusan algunas franquicias, y que a pesar de no dejar una impronta indeleble en el espectador se deja ver con agrado e incluso una miguita de nostalgia infantil.
Una película que resulta particularmente recomendable para los niños, bastante clásica aun con algún guiñito de última generación (el selfie con palo incluído) y que proporciona un rato de buena diversión antes del beso de buenas noches...si bien los niños más creciditos echarán de menos guiños más adultos en lo que simplemente es un cuento protagonizado por unos viejos conocidos, aunque hayan dejado de usar la palabra "pitufo" para referirse a casi todo.
Los pitufos. La aldea escondida llega a las pitufas...es decir a las salas españolas el 31 demarzo.
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