Nunca me gustó esa expresión despectiva de que una película parece un videojuego porque los aficionados sabemos bien que hay grandisimos juegos con escenas que en más de una ocasión superan a las de la pantalla grande. Pero la verdad las pruebas no acompañan gracias a un buen puñado de adaptaciones que jamás cumplen las expectativas. Por suerte los últimos años nos han demostrado que la excelencia es posible...en la pequeña pantalla. Frente a infumables piezas como "Assassin’s Creed" o "Doom" "The Last of us", haters aparte, y sobre todo "Fallout" nos han dejado grandes momentos. En medio de estos contrastes llega la adaptación de un título que, sin ser de aquellos de relumbrón, cuenta con un buen número de fieles seguidores gracias a su intensa jugabilidad. Es la hora de "Borderlands".
Soap opera de corte apocalíptico esta película no supone una adaptación fácil, partiendo de un juego que funciona a base de minimisiones sin un argumento tan definido como otras obras. Así que esta película, escrita y dirigida por un Eli Roth que alterna sus coqueteos con el terror con piezas más comerciales, opta por una trama que no deja de sonarnos y que podría ser perfectamente una nueva incorporación a la filmografia de Pedro Pascal: cazarrecompensas (unida en aras de la casualidad a un grupo de heterogéneos personajes) se ve obligada a rescatar-escoltar a adolescente con matices mesiánicos y un poco insoportable.
Así las aventuras de Lilith and co. parece tenerlo todo para ser un excelente blockbuster veraniego con un reparto de relumbrón con dos ganadoras del Óscar (una por partida doble) en medio de cocktail de aventuras y humor. Pero ni las buenas dotes de sus actores dotan de carisma a los personajes (quizás se salve un poco Claptrap en esa bella tradicion del robot con rasgos humanoides) ni el guión consigue despuntar con una voz en off que lastra todo el primer acto y unos diálogos meramente descriptivos que en más de una ocasión dan vueltas a la misma idea, con un sentido del humor con más de una pincelada gruesa que en mas de un momento no llega a funcionar. Y eso que la escatología puede ser usada con gran eficacia, como muestra esa cinta protagonizada porvun héroe de rojo y otro de amarillo que ahora llena nuestras salas.
Por no mencionar un montaje que cumple los mínimos del mismo modo que lo hacen unos efectos especiales que no faltan en casi ningún plano del metraje.
"Borderlands" es una película que no sabe sacar partido a sus buenos ingredientes (para muestra una Cate Blanchett que aunque aporta presencia a su personaje se pierde en un buen número de forzadas posturas) y nos sirve un plato soso. Si bien encontramos un diseño visual muy fiel al juego y su trama se mueve en unos tópicos que conocemos bien pero que en más de una película han demostrado funcionar esta cinta queda como un borroso espejismo de lo que pudo ser y no fue. Simplemente se mantiene en el límite a la espera de ese puente que nos conduce al entretenimiento, pero que no acaba de franquearnos el pase. Quizás quede luz para una de esas secuelas a las que invita el género que nos de todo lo que no da esta: no hay que engañarse, hay más de una segunda parte buena.
"Borderlands" llega a los cines el 9 de agosto.
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