Legos del Monigotorium

jueves, 14 de octubre de 2021

DE PLÁSTICO FINO

 

A nadie se le escapa que llevamos una temporadita en la que los villanos ya no son lo que eran. El que más y el que menos no es sino una víctima traumatizada, no tan malvada como la pintan y producto de un mundo que le hizo así. Nos empiezan a faltar dedos para contar a aquellos que se han ganado el derecho a ser los antihéroes de su propia historia en la gran o pequeña pantalla como Cruella, Maléfica, Loki o (no todo va a ser Disney) el Joker. Si hasta Thanos se ha ganado el derecho a ser buen tío en la serie "What if...?" y todo (espera, que si va a ser la Disney). Pero entre los que hubo antes de todo este maremágnum no hay que olvidar a Venom, un personaje que empezó siendo un mero pijama inquietante para convertirse en uno de los personajes clave de Spiderman, y de cuya llegada al cine (Dejando de lado la testimonial "Spiderman 3" por supuesto) fuimos testigos hace 3 años. Ahora vuelve de la mano de una de sus némesis en " Venom. Habrá matanza"

Continuando el espíritu de su primera entrega, aunque reduciendo ligeramente su lado más oscuro merced a una intensificación del lado humorístico del personaje (algo que ya probó en la original y que crece esponencialmente aqui) la cinta sigue centrándose en el conflicto entre simbionte y anfitrión. Resulta curioso además que una película que incida tanto en esta dicotomía esté dirigida por Andy Serkis que, aunque haya hecho sus pinitos como director (incluyendo la segunda unidad de las secuelas de " El hobbit"), siempre será recordado como el Gollum- Smeagol de "El señor de los anillos". Pero a esta pareja se suma otra,  el Matanza del título, otro simbionte asociado a todo un psicópata encerrado en el corredor de la muerte, y la mutante Shriek, capaz de lanzar un potente grito sónico (y no olvidemos el ruido es la kriptonita particular de nuestro querido caníbal alienígena). Un dúo que podía dar mucho juego pero que aquí queda bastante desaprovechado.

Francamente este es el mayor problema de esta producción. A pesar de gozar de buenos elementos para crear una buena cinta superheroica se deja lastrar por una comicidad impuesta (Casi podríamos decir, con matices por supuesto, que intenta hacer un " Thor. Ragnarok" y le sale un "Thor. El mundo oscuro") y un sentido del ritmo que no salvan las abundantes persecuciones y explosiones. Permitiéndose hasta el guiño de que uno de los personajes cite el título, a veces la trama parece difuminarse entre pretendidamente elevadas reflexiones quijotescas y leves coqueteos con el drama clásico (el conflicto "padre- hijo") pero sin llegar a profundizar en un personaje que en su etapa más reciente en los cómics está dando un auténtico do de pecho que muestra todo lo que puede dar de sí.

" Venom. Habrá matanza" es una cinta correcta, sin sorpresas ni revelaciones, que parece una mera excusa para presentar una película de transición que, si nos dejamos llevar por una escena post créditos que no hay que perderse bajo ninguna excusa, abre un futuro más que interesante para la franquicia...y mucho más. Un film para completistas, pero que aún no sabemos, aunque podríamos pensar que sí, si será imprescendible para este rompecabezas que es Marvel en el cine. Pero a poco que a uno le interesen estos personajes merece la pena darle una oportunidad.

"Venom" llega a las pantallas españolas el 15 de octubre.


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