NOCTURNEANDO 2018 (1)

Tras el aperitivo licántropico ayer a las 19 h dió comienzo propiamente la que es ya la VI edición de Nocturna.
Con la presencia de su director el corto La bestia, una oscura historia de dramas familiares, fue el preámbulo de The nightshifter.

Cinta brasileña de venganzas familiares tiene una buena premisa (un forense que habla con los muertos intenta aprovecharse de lo que estos le cuentan en su propio beneficio...y el asunto por supuesto sale rana) y un arranque inquietante, pero pronto pierde fuerza convirtiéndose en una película con excesivos altibajos y un desenlace alargado en exceso. Pinceladas de terror estilo oriental y alguna escena realmente angustiosa (el horno) no levantan una cinta que, resuelta de otro modo y con menor metraje podría haber supuesto una auténtica pesadilla...pero pata bien.

Pero el plato fue llegaba con el anochecer. Don Mancini recogió emocionado su premio Maestro del fantástico con un emotivo discurso en el que reconoció su admiración por ¿Quién puede matar a un niño? y revelando que tampoco había visto el que era el gran estreno del día, La noche de Halloween.
Nueva entrega de los crímenes de Michael Myers está película renuncia a los vínculos familiares expuestos en secuelas anteroante ( respecto a lo que se permite hasta bromear) para presentarnos la nueva lucha entre Myers y Laurie, convertida en toda una leona capaz de luchar por su familia con uñas, dientes y un arsenal digno de reality.
Tras una primera parte construida como buen e inquietante drama ( más en la sintonía de las versiones de Ron Zombie aunque sin alucinaciones, y con un increíble sentido de la violencia que nos deja escenas tan reseñables como la del ataque a la gasolinera) la segunda da rienda suelta al espíritu de la saga con canguros asesinadas, extraños casos de teletransporte (esa escena del detector de movimiento) y una Laurie que parece haber adquirido algún poder de su némesis y que, aún aún si más tópica, encantará a los fans de la saga, dejando ganas de una nueva secuela.

Y asi, pasada la medianoche, concluyó el primer día propiamente dicho. Nos quedan cuatro para disfrutar.