Legos del Monigotorium

jueves, 1 de septiembre de 2016

BEN-GANZA

No es la primera versión ni será la última pero Ben-Hur, la versión de 1959 dirigida por William Wyler es un auténtico clásico con un gran poder de fascinación. Me explicaré. No importa lo que estés haciendo, aunque probablemente sea una aburrida sobremesa de Navidad o Semana Santa, pero lo mismo daría que estuvieses a punto de encontrar la clave de los viajes en el tiempo, te encontrases enfrascado en la trama de la más emocionante de las novelas o te hayases preparando tu hogar ara una inminente invasión zombie. Si en tupequeña patalla echa la increíble carrera de cuádrigas, más de 50 años después de su rodaje, dejas lo que quiera que estuvieses haciendo y te detienes a disfrutatr de ella, al menos hasta que esta concluya. Es imposible hablar de Ben-Hur sin hablar de "ese" Ben-Hur...pero hoy lo intentamos...hoy hablamos de Ben-Hur (2016), y eso que al haberlo mencinado tres veces es posible que hasta se nos aparezca el mismísimo esíritu Charlto Heston rifle en ristre.
Judá Ben.Hur, un judío de noble cuna, y su hermano adoptivo Messala, de origen romano, se han criado juntos y son inseparables. Sin embargo Messala, enamorado de la hermana de Judá, Tirzah, pretende ser digno de ella probando suerte en el ejército imperial: Tres años después ha conseguido nombre y prestigio, y cunado regresa a Jerusalén en el séquito del nuevo gobernador, Poncio  Pilato, pide ayuda a su hermano para que le ayude a mantener la paz y le dé los nombres de aquellos no dispuestos a colaborar con Roma. Ben-Hur se niega a confesar y tras un altercado durante el desfile de entrada de las tropas en la ciudad, en el que morirá un romano, será enviado a galeras y el resto de su familia condenada a muerte, salvándose solo su esposa Esther, que había huido. Pero tras cinco años atado al remo Judá logrará escapar y será el momento de la venganza.
Nueva versión de la novela de Lewis Wallace esta suerte de Conde de Montecristo a la romana nos vuelve a contar la historia de traición, venganza y redención del príncipe Ben-Hur y Messala.
Teniendo muy claro desde su arranque que su plato fuerte es la carrera de cuádrigas, con cuyo arranque se inicia la película, pero pasando rápidamente a una escena previa que es el perfecto espejo de la relación de estos hermanos pero sobre todo amigos (sin nada más ojo, en esta versión no se deja nada a la imaginación respecto al "con derecho a roce", que desde el primer momento están muy claas las preferencias de Messala por Tirzah y las de Judá por Esther), la cinta nos cuenta de manera ligeramente acelerada el descenso y ascensión de dos personajes unidos por sus raíces, a la par de la predicación y osterior pasión de Cristo, a la que en esta ocasión se le da más peso amén de rostro y voz (y cuyo intérrete tal vez les suene por pasearse con kilos de quincalla mientras se pegaba con unos 300 espartanos o por su brevísimo papel en la serie Perdidos).
Y en medio por supuesto no faltan los dos platos fuertes de la función, la batalla naval y la carrera de cuádrigas, dos escenas de acción poderosas en concepto pero en las que se abusa notablemente de los efectos especiales y de los planos subjetivos, así como de nmomentos pretendidamente impactantes que sonrojan más que sorprende (el soldado amarrado a la proa del barco al embestir la galera, el auriga que cae bajo las ruedas de la cuádriga y cuyo rostro vemos entre las patas de los caballos...) consiguiendo convertirlas casi en su totalidad en caóticas muestras de como malinterpretar los clásicos (y más teniendo en cuenta que en el caso de la carrera copia hasta planos completos como el del carro que cae dando una vuelta sobre si mismo, o las clépsidras con forma de delfín con los que se cuentan las vueltas, o la opción de reducir los colores de caballos y cuádriga de los dos protagonistas a blanco y negro, metáfora poco sutil, mientras el resto de colres quedan en forma de unos curiosos pendones en la pared que casi nos recuerdan a los de las casas de Harry Potter).
Este nuevo Ben-Hur pretende ser más impactante y salvaje, pero a la vez dar más peso (si es posible) a su aspecto religioso (es más su final, que aquí no revelaremos, pero que casi nos da ganas de recomendar que abandonen el cine por pies si quieren sentir algo de respeto por algo que, en realidad, es una forma de expresión artística, es en espíritu mucho más cristiano que el de la versión de Wyler) , pero solo consigue contarnos sin (jugosas) ambigüedades un drama convencional que deja mucho en el tintero (y se nota) con un acabado que revela muy poco mimo or un material que da para mucho (si bien se nota una relativamente cuidada dirección artística podemos encontrar detalles sorprendentes como una cruz en la pared de un cuartel romano...), y que ni siquiera mantienen el hacer de su  elenco de actores (un simplemente correcto Morgan Freeman cuyo look da más risa que otra cosa...aunque hay otros de capítulo aparte como ese Pilato que parece casi copiar la actuación de Joaquín Phoenix en Gladiator pero en malo).
Una curiosidad para aquellos que sean fans de la versión de 1959 (o incluso de la recomendable versión muda) y cuyo mejor logro sea el animarnos a volver el superéxito de Charlton Heston...por mucho que lo repitan.
Este nuevo Ben-Hur (2016) para una nueva generación de espectadores llega a los cines el 2 de septiembre.

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