Me resulta difícil empezar a comentar una película hablando de otra pero en el caso de Atardecer, la nueva obra de Lázsló Nemes, creo que resulta casi imprescindible hablar de su anterior trabajo, la oscarizada El hijo de Saùl.
Demoledor retrato del horror El hijo de Saùl se movía entre unos intensísimos primeros planos y un fondo borroso, a veces casi imperceptible, en el que se desarrollaba la pesadilla de los campos de concentración. Un original estilo que iba como anillo al dedo a una dura historia cuya realidad sigue doliendo por muchos años que pasen.
Atardecer recupera los recursos de la premiada cinta para contarnos una historia muy distinta, la de una joven que cree encontrar en la oferta de trabajo de una sombrerería la puerta para enfrentarse a los demonios de su pasado y, en cierto modo, recuperar su nombre, pero que descubrirá un espinoso secreto que no se espera. Un relato ambientado en la Budapest de los años previos a la I Guerra Mundial que tiene mucho de folletin, aun renunciando a subtramas románticas y que, a pesar de arrancar con fuerza pronto se pierde entre numerosos devaneos de guión y más de una pincelada de corte casi fetichista ( inenarrable el episodio de la corte vienesa). Algo a lo que no ayuda una trama a la que parece costarle arrancar, entre las continuas y venidas de una protagonista que sabe resistir ante un papel que exige presencia (y al que dota de cierta aura casi vampirica), con un ritmo excesivamente lento que alarga la duración de la película hasta casi dos horas y media (y parece que le sentaris bien un recorte de metraje).
Un film atrevido, que sabe recrearse entre un magnífico vestuario y una cuidada dirección artística, y que, a pesar de lo repetitivo de su estilo, se revela rodado con mimo, pero cuyo fondo argumental puede desesperar a más de un espectador que ,ante sus últimos minutos, no por esperados menos chocantes, se queda preguntándose si se haya ante el mero preludio de una sinfonía todavía más ambiciosa.
Atardecer llega a los cines el 11 de enero de 2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario