CASTA DIVA

Por mucho que alguna madre o abuela diga que eso de anteponer un artículo al nombre está muy feo Maria Callas fue una de las pocas artistas que se ganó el derecho a ser la Callas. La grande, la única Callas.

 Maria by Callas es toda una carta de amor tanto a la persona como al personaje. A la diva y a la mujer enamorada, tanto a Callas, como ella misma cuenta al principio de la cinta, como a Maria.
Y es que aun siendo un documental la película huye de recreaciones y narradores subjetivos, apenas esbozando unas pinceladas sobre sus orígenes, para sumergirse con presteza en su edad dorada y cederle la voz, y nunca mejor dicho, a la artista.
Omnipresente desde el primer fotograma la diva será la única fuente del material, tanto a través de grabaciones como de entrevistas o la lectura, voz en off mediante, de sus testimonios escritos, en una magnífica muestra de arqueología operística que articula la cinta en torno a arias tan famosas como Casta diva o, ya en los créditos, Mío babbino caro ( que no bambino como se le escapa a la mayoría).
Para amantes de la música en general y de la ópera en particular Maria by Callas supone un auténtico placer. No para descubrir la cara oculta de la cantante, ni metraje inédito ( aunque si disfrutar de imágenes tan surrealistas como la de Callas enfrentada a un elefante, y de algún detalle de intimidad) sino para enamorarnos de una figura tan sobrenatural como terriblemente humana.

María by Callas llega a los cines el 11 de mayo.