Normandía al desnudo abre con una escena que no desentonaría como parodia de Los pájaros: un hombre que al despertar en plena naturaleza se encuentra con una pequeña invasión nudista. Pero esta comedia francesa linda más con la naturaleza. a la que dedica pequeñas pinceladas de amor (no necesariamente correspondido como revela el desenlace de la historia del urbanita...y no diré más) que con el naturismo en un historia que sabe unir drama y comedia con la escusa de una propuesta artística que va a trastocar la pacifica existencia de un tranquilo pueblecito normando.
Comedia costumbrista en el fondo la película sin embargo empuña el arma de la crítica social, presentando el ya tristemente habitual clima en el que se encuentran muchos pueblos pequeños, dentro y fuera de Francia, que se enfrentan a la despoblación y el abandono, asi como miles de ganaderos y agricultores que ven cada vez más como su modo de vida cada vez les da menos para vivir.
Y en medio un artista, que aporta una nueva mirada a un paisaje que para ellos es cotidiano, una visión que puede cambiarlo todo, y que sacará lo mejor y lo peor de esta gente del campo, del carnicero que teme que sus conciudadanos vean a su mujer desnuda al joven que se plantea reconciliarse con su pasado.
Normandía al desnudo se ve con una sonrisa, continua aunque no nos arrastre a la carcajada, con un gusto por las cosas cotidianas con un arranque diario adolescente mediante que le otorga una ligera aura de cuento, y consigue conquistarnos con sus personajes, así como un prisma dulce que abre las desnudas puertas de la esperanza.
Normandia al desnudo llega a los cines españoles el 8 de junio.
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