Binomios extraños. Hoy: Zombies y Glenn Close. Sí, al menos es llamativo a primera vista pero Close no es una actriz ajena al fantástico como ha demostrado, generalemnte como secundaria, en cintas como Guardianes de la galaxia, Mars attacks! o la comedia Las mujeres perfectas (de su pasado como Cruella de Vil mejor hablamos otro día), pero es que a veces una imagen (mental) nos pesa más que una carrera. De su encuentro con el género Z da fe Melanie. The girl with all the gifts.
Una plaga fúngica se ha cebado en la especie humana, convirtiendo en zombies a buena parte de la población. En una base militar parece residir la última esperanza; 20 niños continuamente vigilados, que no salen de sus habitaciones si no están convenientemente atados a una silla. Parecen normales pero en realidad están contaminados y de liberarse podrían devorar a cualquier ser humano. Entre ellos destaca Melanie, de gran inteligencia, pero es el próximo especimen a sacrificar de cara a crear una vacuna que salve a todos los humanos, y solo lo evitará, al menos por el momento, un violento ataque de infectados que hará que varios miembros de la base, entre ellos la responsable médica y la propia Melanie, huyan para dirigirse a un nuevo reducto seguro.
Casi una particular fábula que presenta desde los primeros minutos de película el adecuado simil con el mito de la caja de Pandora (al que hace referencia el título) Melanie. The girl with all the gifts presenta una inquietante distopía en la que los seres humanos, fuertemente militarizados y reducidos a núcleos aislados, ven su última esperanza en unos niños que no quieren considerar humanos.
Con un arranque realmente inquietante en el que somos testigos de los procediemientos de seguridad a los que son sometidos los pequeños y que nos deja una gélida visión de esta nueva humanidad de la que solo se salvaría el personaje de la Señorita Justineau, profesora y única que parece adoptar un comportamiento humano con ellos, a pesar de las advertencias (como veremos justificadas) del resto de la base la película, una vez mostradas todas sus cartas tras la escena del ataque (que nos deja ver las verdaderas caras de Melanie y de su némesis la Doctora Caldwell), se convierte en una road movie en la que asistiremos a como su protagonista consigue conocer su verdadera naturaleza entre unos humanos por los que siente o empieza a sentir cariño, y ante un ambiente no tan hostil para ella como para sus compañeros.
Melanie the girl with all the gifts presenta un futuro terriblemente pesimista, con ecos al universo zombie de Romero y alguna más que curiosa similitud con el exitoso (y muy recomendable) juego The last of us (con el que comparte elementos como el origen fúngico de la plaga o la importancia de una niña que es la clave para crear una vacuna, e incluso alguna similitud visual), con un buen diseño de producción y unos actores que estén en su salsa tanto en los momentos más duros como en los más emotivos (como en la evolución del personaje del Sargento, pero entre los que destaca su joven protagonista, tan dulce como inquietante) y una curiosa reflexión sobre una inclemente humanidad que se enfrenta a unos zombies que se alejan de los que suelen correr por nuestras pantallas (en concreto los niños zombificados...esos que corren y muerden también los encontramos pululando por ahí de todos modos, con alguna sorpresa como la del cochecito, eso sí). Una película que tiene muchos elementos interesantes, si bien en algún momento pierde su buen ritmo inicial, y que nos deja una buena historia más cercana a la ciencia ficción que al terror propiamente dicho, con un ligero aroma al cine de zombies clásico pero con una resolución que da para una buena reflexión sobre las prioridades de un ser humano que en su lucha por la supervivencia ha perdido parte de su humanidad.
Aterrador cuento sobre una nueva humanidad Melanie. The girl with all the gifts se estrena dentro del ciclo Sitges Tour A contracorriente el 3 de febrero
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