Había pasado la tarde y también la mañana...y habia llegado por fin la jornada tercera...la tarde se abría con la promesa de una de las cintas más originales del festival, pero solo tras la proyección del corto Ancana.
Curiosa aproximación al universo de la brujería el corto sabe sacar el mejor partido posible del uso del maquillaje y del sonido (como veremos en su curioso tramo final en el que renuncia a la imagen por completo) para contarnos el intento de huída de un ser poseído or algo inenarrable. Sin embargo el guión se queda en algo anecdótico y, en buena parte de él, se recrea en exceso en un proceso mágico bastante repugnante.
Pero la cinta esperada era Patient.
Original cinta de terror sobre una mujer confinada a la cama de un hospital que se ve acosada por un grupo de seres sobrenaturales que le imponen la maldición de matar a todo aquel con el que hable y le anuncian su muerte en una semana si no les otorga el alma de su sobrino Patient nos regala una pemisa interesante y una convincente interpretación protagonista, si bien su ritmo excesivamente pausado (a pesar de ceñirse a la semana profetizada) y un guión que nos deja más de un puñado de interrogantes puede hacer que el espectador aparte su interés de una trama que sabe arrastrarnos a pesar de ambientarse en su práctica totalidad en un único lugar (la habitación del hospital) y su reducido número de intérpretes.
Pero todavía quedaba una sesión u esta llegó con la presentación de la prometedora Noctem, un curioso found footage que llegará próximamente, y el corto Behind, que fue presentado por su director y parte de su reparto, la encantadora Lone Fleming y el incombustible Javier Botet.
Perturbador cuento de fantasmas, breve pero con algún momento realmente aterrador Behind hace gala de un excelente sentido del ritmo y unos actores que saben sacar lo mejor de sí incluso cuando estan breves momentos en pantalla, con una trama que casi nos remite a ese tipo de horror al que nos ha acostumbrado el cine oriental (esa cámara de fotos...)
Y el desenlace del día llegaba en forma de cuento de hadas y su nombre Curse of Sleeping beauty.
Elaborada fantasía gótica que añade carga terrorífica (por si no la tenía ya el original) a ese mito de la Bella durmiente tantas veces explotado por la Disney la película tiene un llamativo arranque y una cuidada ambientación que nos ayuda a sumergirnos pronto en la trama, pero un desarrollo que se va tornando más previsible a medida avanza su metraje hacen que la película comience a perder progresivamente parte de su fuerza inicial, siendo quizás demasiado oscura para aquellos fans de esta nueva corriente de revisiones de los cuentos de hadas y demasiado dulce para los amantes de las emociones fuertes, dejando un aroma que no deja de recordarnos a la olvidada secuela La reina de los condenados.
Y así dió cierre el día tercero...por suerte quedan todavía muchos hasta llegar al séptimo.
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