Un poco más tarde que de costumbre la edición de este año, la cuarta, se inició en forma de rueda de prensa en el Gran Hotel Conde Duque de Madrid, sede de la oficina del festival (donde también se podía recoger con la acreditación de este año el catálogo correspondiente y una bolsa con el logo de Nocturna) en la que Luis M. Rosales y Jose Luis Alemán nos hablaron de los problemas que sufrieron a la hora de levantar Nocturna este año (en el tintero han quedado cosas tan esperadas como la sección Focus dedicada a Corea, pero confiamos que el próximo año haya más suerte) y se aclararon dudas en torno a las entrevistas y sesiones, quedando muy patente que este año se ha hecho una cuidadosa selección (se destacó la originalidad de tres títulos en concreto: Patient, Cold moon y y House Harker, así como del corto Cenizo) así como el interés por la que será la película de clausura, la segunda entrega de Expediente Warren, que será una sesión gratuita, y de la que muy pronto (quizás ya mañana) se darán detalles de como conseguir las entradas para aquellos que, desafiando la tentación futbolística, se acerquen a disfrutar de ella.
Pero el arranque propiamente dicho se daría ya en la sala 1 de los cines Palafox. Tras la correspondiente presentación de los nuevos patrocinadores (me quedo con el divertidísimo spot del canal Buzz, dedicado al terror, y su particular reinterpretación de "En la vieja factoría") y, por parte del (entusiasta y amante del género) equipo del corto Yo no he sido y de Gonzalo López-Gallego. director de The hollow point (cuya cinematografía por desgracia tiene mejor distribución en el extranjero), de sus respectivos trabajos, llegaba Cthulhu, como cada año, y las proyecciones.
Yo no he sido es un corto de terror sobre el tema del doble. Con un arranque de esos que consigue crispar (al menos a los amantes de los animales) Yo no he sido es un cuento ligeramente malsano tan sencillo como eficaz, y que sabe sacar buen partido tanto de su ambientación como de sus actores.
Sin ser propiamente una cinta de género, este thriller con aroma a western ambientado en una zona fronteriza tan inestable como peligrosa destaca por unos impecable acabado y sentido del ritmo, en torno a una trama de investigaciones y venganzas en la que hasta las víctimas acaban convirtiéndose en verdugos. Rica en escenas impactantes (el intento de acabar con el sheriff con sacos de cemento) sin renunciar a un puntito muy gore la película es visulmente brillante, si bien este aspecto hace palidecer un guión cuajado de elementos puramente anecdóticos y unos personajes que, si bien en ciertos momentos se ganan nuestra empatía, se caracterixzan más por los meros detalles que por una introspección psicológica propiamente dicho. Una película que ha sabido crearse un universo propio con algún ramalazo tarantiniano por la vía del humor negro y que sabe regalarnos alguna escena de antología, aunque sin dejarnos una historia que cale especialmente en nuestros recuerdos.
Y ya rozando las doce acabó el primer día de Nocturna...es el turno del segundo, el primero con dobles sesiones y la cosa promete...
No hay comentarios:
Publicar un comentario