En las malvadas garras del séptimo arte el tiempo se vuelve una sustancia maleable que desplegar y replegar, en el que podemos escondernos a nuestro antojo para descubrir que muchas veces ni el tiempo pasado fue mejor ni el futuro nos regala más que catástrofes o bizrros líos familiares. Y a veces no hace falta ni viajar por él...a veces simplemente se reinicia, como en un día de la marmota cualquiera. Es el caso de la película de la que hablamos hoy: Ahora sí, antes no.
El director Ham tiene un día libre antes de presentar una de sus películas. Mientras hace turismo conoce a una joven pintora que le invita a su taller a conocer su obra, tras lo que irán a cenar y a la pequeña celebración de unos amigos. Pero tras la presentación nuestra historia vuelve a empezar..y la historia de Ham vuelve a comenzar para cambiar...y más que ligeramente.
Curioso díptico formado por dos versiones distintas de una misma historia, de similar comienzo (la única diferencia es el tiempo meterológico y los malabarismos de su protagonista con un vaso de café) pero muy distinto desenalace la película es un drama con toques cómicos sobre una particualr historia romántica.
Rodada con sencillez, con encuadres generales y movimientos de cámara básicos, la película nos presenta la historia y a su vez la distorsión del típico chico conoce chica, si bien nos presenta una primera hora más convencional que va a mutar escalonadamente durante la segunda.
Así el comienzo prácticamente idéntico, con alguna ligera omisión (la pista de trineos) va revelando pequeñas diferencias, a veces una mera postura (en el segundo nuestro protagonista parece más dormido que sentado en el interior del templo), a veces un elemento (el color de la pincelada se troca en la segunda parte por su complementario), hasta comenzar a cambiar completamente tanto los diálogos como la actitud de los personajes, si bien los escenarios en los que se mueven siguen siento los mismos (el bar de sushi), haciendo que mientras la primera hora sea más bien un drama romántico resuelto de una manera más o menos correcta la segunda se convierta más bien en una comedia romántica con algún toque bufo, y que justifica plenamente el curioso título de la cinta.
Tremendamente sencilla a nivel visual y argumental, no tanto así en una concepción que huye de fantasías o viajes temporales para justificar la doble vida de su protagonista y el cambio de reacción ante la misma chica la película es un original experimento que sin embargo exigirá una mayor colaboración de aquellos espectadores poco habituados al cine oriental y su particular ritmo, si bien puede atraer a los que disfrutan con una historia romántica tan simple como intrigante, aunque presisamente por ello quizás conquiste a más de un espectador suponiendo, eso sí, que tenga la paciencia necesaria....
Atípica cinta coreana premiada en el Festival In ternacional de Cine de Locarno y en el Festival internacional de Cine de Gijón la película se estrena el 6 de mayo en salas
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