Los pájaros, 12 monos, La gata sobre el tejado de zinc, Bailando con lobos, La anguila, La mujer pantera Tiburón...las películas con el nombre de algún animal en su título son más frecuentes de lo que podemos pensar en un primer momento, incluso cuando esto hace referencia a un elemento puramente anecdótico y eso que aunque su presencia es más que habitual en el cine de animación raramente se hace referencia a esto en el título (optando más frecuentemente por su nombre de pila como pasa con Bambi y similares) Es el caso de la película de hoy, en la que sin embargo e nombre hace referencia a un humano...hoy hablamos de Toro.
Cinco años tras el acciedente, mientras huían de la escena de un crimen, en el que murió el hermano de ambos, Toro y López vuelven a encontrarse. Mientras el primero, a punto de cumplir su condena por completo (de tal modo que solo duerme en la cárcel) intenta rehacer su vida, con un trabajo honrado y una novia que le adora el segundo se ha metido en una gran lío al deberle dinero al antiguo patrón de ambos, que le ha roto la mano y secuestrado a Diana, su hija, hasta que salde su deuda, y Toro es la única persona a la que recurrir. Serña el comienzo de una odisea en la que pondrán en juego sus vidas y las de sus seres más queridos.
Con un gran reparto como cabeza de cartel y bajo la batuta de Kike Maíllo, directot de a muy recomendable Eva, Toro es una curiosa incursión en el universo del thriller, con un potente comienzo que nos introduce con garra en esta historia de venganzas y redenciones que desde su comienzo se nos revela como la crónica de una fatalista profecía cumplida.
Película de accióncon in fuerte sabor cañí, algo que nos recuerda a otras propuestas como Nadie conoce a nadie, aunque en algúhn momento casi nos pueda remitit al mundo del desaparecido Bigas Luna (por no faltar no fata ni el toro de Osborne) la película cuenta con un buen puñado de referencias que van desde su banda sonora al rico imaginario religioso que rodea al (gran) villano de la función, José Sacristan, pasando por los nombres de algunos personajes con tntes casi lorquianos (Rafael Romano, el mismo Toro) e incluso con detalles como el uso de una baraja española por parte de la adivinadora con cuyos augurios se abre el film, e intenta fusionarlos con un lenguaje más proio del cine de acción de los 90, haciendo que nos vengan a la mente referencias como Luc besson (Lolita andrógina incluida), así como algún elemento que casi parece heredado del mundo del videojuego (ese puñal oculto casi hijo bastardo de la hoja oculta de Assassin's Creed...¿o debería decir Marathon man?), pero creando un conjunto más fallido de lo que podemos prever en un primer momento, lo que se hace particuarmente palpable en el arco final del metraje.
Toro es una película con un comienzo de esos que atrapan, unos actores que saben meterse con habilidad en la piel de sus personajes (en especial José Sacristán y un Luis Tosar con un papel ligeramente menor de lo que esperábamos en un primer moento, así como la joven intérprete de su hija...y que francamente consiguen comerle sin esfuerzo la pantalla al auténtico protagonista de la función, un Mario Casas que no sonsigue centrarse en un papel muy rico en posibilidades) y algún plano particularmente hermoso (Toro tras la mampara de la sala de espera del hospital roto de dolor) pero va perdiendo interés a medida que avanza hacia un final más predecible de lo esperado (y que por supuesto aquí nos desvelaremos), recreándose más en en la representación de una irreal Andalucís comida literalemente por fríos edificios que en las almas de sus personajes, frenando tanto ritmo como empatía y dando lugar a un resultado poco satisfacotrio, a pesar de sus buenos mimbres y alguna escena de acción francamente bien coreografiada
Thiller de acción que fusiona nacional e internacional Toro se estrena el 22 de abril en las salas de toda España.
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