Hay que reconocer que el poder de atracción del cine es tal que, sin necesidad de que nos entusiasme el deporte, las películas que lo tratan consiguen arrastrarnos al patio de butacas. Y entre todas las perlas que podemos encontrar sobre fútbol (Evasión o victoria), atletismo (Carros de fuego) o baloncesto (er...¿Una tribu en la cancha?) pocos hay tan cinematográficos cmo el boxeo. Y por supuesto si hablamos de boxeo solo puede destacar un nombre entre todos, LaMottas apartes, y ese es Rocky, auqneu mira por donde en esta ocasión se le ha adelantado un apellido...hoy hablamos de Creed. La leyenda de Rocky.
Adonis Johnson descubrió siendo un niño que su padre era en realidad el famoso Apollo Creed, fallecido antes de que él naciera, cuando la esposa de este le sacó del reformatorio para vivir con ella a la muerte de su madre biológica. Ya adulto decide dejar su trabajo para dedicarse a su auténtica vocación, el boxeo, tras haber ganado algunos combates no oficiales. Conservando el apelido Johnson para alcanzar un nombre por si mismo acudirá al retirado Rocky para que este le entrene, pero no pasará mucho tiempo hasta que se descubra su verdadero origen.
Continuación estricta de la que ya parecía la última entrega de la saga, Rocky Balboa la nueva cinta relega el protagonista de un ya anciano Rocky para otorgárselo a un joven boxeador, Adonis Creed, en la que podríamos considerar una curiosa mezcla entre secuela y reboot.
Así en este nuevo Creed encontramos todos los elementos que han hecho célebres las películas de Rocky, desde los entrenamientos imposibles con cierto carácter "low cost" (aquí con persecución gallinácea y trotes detrás de la furgoneta) a los combates al límite en los que en el fondo no importa el vencedor, sino la increíble confrontación entre dos titanes de muy distinta estracción. Pero tampoco los paralelismos con la historia del propio Rocky y en especial con la primera parte, historia de amor incluida, e incluso algún pequeño guiño (las tortugas)
Creeed. La leyenda de Rocky es una película con un digno montaje y una eficaz banda sonora que , si bien en ocasines abusa de ritmos casi destinados a un recopilatorio de canciones (y ninguno de la talla del mítico ojo del tigre...pero claro, meter un personaje cantante es lo que tiene) sabe usar con eficacia el tema original del personaje.
Pero ni su historia, de corte en ocasiones excesivamente dramático (y que sin destripar nada sin duda ha contribuido a la nominación de su ahora secundario al Óscar...y sería mítico que se lo llevase) brilla por su originalidad ni consigue crear una empatía extrema en un espectador que sí supo identificarse hace varias décadas con el potro italiano (o será que a pesar de su paso por el reformatorio su protagonista tiene toda un aura de niño bien frente al Rocky original), amén de algunas escenas que queriendo ser emblemáticas se quedan más bien en ridículas (la carrera de Adonis mientras las motos hacen el caballito).
Una película que en el fondo nos da lo de siempre, que quizás enusiame a los fans poco hambrientos de originalidad y que nos deja algún combate eficaz, pero no de esos que supieron dejar, hace ya muchos años, su impronta.
Para seguidores del personaje de rocky y completistas, y por supuesto para los que quieran comproar por qué Stallone debe llevarse un Óscar este año...y creo que ahora mismo debe tener un amiguito muerto de envidia...un Schawanosequé...
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