No es raro sentir una pizquita de nostalgia cuando un día como hoy Stallone recibe un globo de oro por su papel en la todavía inédita por estos lares Creed, en concreto en esas dos caras del cine de músculos que fueron durante años él y Arnold Schwarzenegger (de otros, como el Señor Norris ya hablaremos otro día pero no sin reiterar que es una bellísima persona, excelente intérprete y practicante de artes marciales...no queremos líos) . Pero mientras unido a sus respectivos trabajos en el cine de acción el primero pareció decantarse más por el drama (auqnue ahí está esa comedia, Óscar de las que solo se acuerdan los más ancianos del lugar) el segundo sabía alternar esta labor con exitosas comedias en las que llegó a enfrentarse hasta con el mismísimo Darth Vader (miniyo version, todo hay que decirlo). Sin embargo este fin de semana el bueno de Chuache (permitanme descansar la ortografía llega con un drama más que particular...hoy hablamos de Maggie.
Tras semanas de búsqueda Wade encuentra a su hija Maggie en el hospital donde se recupera de una mordedura fatal. Con el permiso de su médico consegue llevarla a casa para pasar con ella el período de entre seis y ocho semanas que lleva el desarroll0 de la enfermedad para despedirse de ella y, si lo juzga correcto, ayudarla en su final, o bien llamar a los servicios sanitarios para que se encargeuen de ella. Porque lo que padece Maggie hará que poco a poco se convierta en un zombie hambriento de carne humana, y que devorará a cualquiera sin importarle su relación con ella.
Particular mezcla de géneros Maggie arranca en un futuro apocalíptico con numerosos elementos del cine de terror para contarnos lo que en realidad es un drama familiar rico en conflictos, del modo que lo han hecho otras producciones como la todavía reciente Extinction o la serie The walking dead.
Rica en tonos grises, tanto visulaes como argumentales, la cinta está bañada de una profunda melancolía para contarnos la historia de un padre y su hija, fruto del matrimonio con su primera esposa ya fallecida, que a pesar de la ayuda de comprensivos amigos y familiares (del médico al policía pasando por su nueva esposa e hijos, estos últimos eliminados rápidamente de la función por el método los mando con su tía..literal) se encuentran en realidad solos anrte esta crónica de una muerte anunciada, perdidos en una relación que parecía resquebrajarse justo antes de la desaparición de Maggie y en unos recuerdos a los que apenas saben aferrarse (la escena del campo de margaritas.
Sí, el señor Schwarzenngger haciendo honor a lo que nos tiene acotumbrados como actos mata (pero a gente que ya estaba muerta y en defensa propia...no es ese tipo de película), incluso a veces de manera bastante gratuita (la escena de la gasolinera) pero su interpretación relativamente contenida en una cinta en la que lo relevante son sus relaciones familiares contribuye a dar verismo a una película que en el fondo, si obviamos unos elementos fantásticos que son prácticamente ambientales (se mencionan diversos aspectos de lo que en realidad es una epidemia, pero los infectados, si excluimos a la que da nombre a la cinta y una suerte de noviete que dará pie a alguno de los momentos más dramáticos del film, apenas si llegan al cuerto de docena), es casi una metáfora de cualquier enfermedad terminal de esas que destrozan a cualquier persona y su familia.
Manos profunda de lo que pretende en un principio Maggie es una cinta curiosa, con un guión que con una premisa más original que su desarrollo está bien hilado , y mantener el interés de un espectador que llega a alcanzar cierta empatía con sus personajes. Una película que probablemente sorprenderá más a los que busquen en ella un drama al uso (aunque tenga numerosos elementos del género) que a los que se sumerjan en ella buscando una nueva cara del género zombie, un producto más que digno que quizás sorprenda a los fans del antiguo ídolo del cine de acción.
Curiosos entretenmiento para los fans completistas del cine zombie... y una nueva faceta de su protagonista.
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