El amante de los libros de historia universal (dejemos por un momento fuera la local) vive en un drama perpetuo. Si uno no acude a una librería especializada en la materia lo más posible es que se enfrente a una estanteía poblada por griegos, romanos imperiales, egipcios, templarios y nazis. Y de este último grupo muchísimos. Y con el cine pasa más o menos lo mismo, parece tener igual peso histórico un lustro en medio del siglo XX que todo el resto de la historia de la humanidad. Pero es que incluso cuando nos sumergimos en ese dramáttico episodio que es la II Guerra Mundial y sus terrribles consecuencias toda la parte concerniente al este de Europa queda relegada a un pequeño puñado de películas (Stalingrado, Enemigo a las puertas...y como remate dácadas despúes esa magnífica comedia que es Good bye Lenin!) frente a ese aluvión de historias sobre la Alemania Nazi y el París ocupado (Resistencia incluída). Sin embargo hace menos de un una semana nos ha llegado una película que aborda este momento histórico y para rematar lo fusiona con una historia de suspense y detectives...hoy hablamos de El niño 44
Leo es un huérfano adoptado por un militar soviético que ha puesto toda su carrera al servicio de la madre Rusia hasta convertirse en héroe de guerra y alcanzar un elevado puesto dentro de la guardia. Cuando el hijo de uno de sus mejores amigos aparece muerto en extrañas circustancias nadie puede considerarlo un asesinato, pues "El crimen no existe en el paraiso". Obligado a considerarlo un accidente su conciencia sin embargo le hará comenzar una investigación en la que descubrirá que no es el primer cadáver de un menor que aparece en tan horribles circustancias, haciendo que se cuestione su sentido de la lealtad y que se juegue su carrera, su familia y hasta su propia vida.
Basada en la novela de Tom Rob Smith la cinta es una curioso thriller ambientado en los años más oscuros de la antigua U.R.S.S. Tomando como escusa unos horribles asesinatos (con 44 víctimaas, de ahí el título de película y libro) la cinta presenta el fresco de una sociedad dominada por el estado. Si bien empiezaa mostrándonos su cara más amable (los protagonistas son en ese mundo unos privilegiados) pronto el "paraiso" del que todos hablan (el primero el personaje de Tom Hardy, completamente convencido) se va conviritiendo poco a poco en un infierno, primero con la sombra de las dudas y más tarde materializándose en forma de degradación y exilio a una de las zonas más miserables del país, y haciendo que a la par se vayan tambaleando las relaciones con todos los que ama.
Sin embargo también nos encontramos ante una historia de redención. Si bien hay personajes que no evolucionan ( el de Gary Oldman, en un papel como duro policía, casi antítesis de su Gordon de la saga Batman que parece irle como anillo al dedo) otros irán volviéndose más oscuros mientras que algunos como el de Noomi Rapace, que en un comienzo parece reducirse al de cándida esposa del protagonista, pronto revelarán ángulos más oscuros para posteriormente replantearse este pasado y volver a un punto incluso más positivo que en el que se hallaba al principio de la cinta.
Pero El niño 44 es también una película de asesinos en serie, si bien las acciones del malo de la función no se nos presentan en toda su crudeza (aunque sí algino de los castigos que se atoimpone y que nos hace imaginar lo que hace con sus propias víctimas) y bien pronto conocemos su rostro. El asesino, el objetivo de las acciones de buena parte de las marionetas de esta función se revela poco a poco como una víctima más del clima que viven, casi revelándonos que él no es el auténtico villano del show (este papel se lo lleva casi desde el primer momento el militar que provoca la caida ante los ojos de sus superiores del protagonista, no sabemos si incluso porque desea a su esposa a la que intenta convencer de que lo abandone por él, o puede que este sólo sea otro acto para hundirle todavía más).
Nos encontramos así con una película con un punto de partida que engancha, matices interesantes y un buen puñado de actores que saben aportar presencia a sus personajes pero también ante una cinta que en ocasiones parece avanazar a marchas forzadas (ese comienzo con fugaces escenas en torno a los momentos clave en la vida del protagonista...quizás hubieran funcionado mejor en forma de flashbacks), a la que no le importa abusar de los tópicos (ese malo malísimo que no vacila en matar sin razón alguna, pero ojo, no mata al protagonista porque quiere verle sufrir) o caer en las incoherencias (¿desde cuando una espigada maestra rusa es una máquina de matar tras desmayarse con frecuencia en la primera parte? Vale, en otra vida era Lisbeth Salander, tomo nota), y son estos pequeños (o grandes) elementos los que sabotean una película que de un arranque original pasa un desarrollo tópico y un desenlace todavía mas tópico, y sin garra. Y encima hasta podría dar para secuela...no cuento más.
Original ambientación para una cinta de misterio...lástima que no podamos decir lo mismo del resto. Pero eso sí, Tom Hardy no lleva bozal en ningún momento...ya es un hito en su carrera.
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