Legos del Monigotorium

martes, 30 de junio de 2015

ESPIANDO POR EUROPA

Si bien en el mundo real los espías son seres misteriosos de los que sólo tenemos noticias cuando hay un juicio o cualquier otro suceso de gravedad supina en el caso del séptimo arte los derroteros son bien distintos. Al inmenso catálogo de espías heroicos, hijos o no de series de televisión o sagas interminables, el espía como agente ( y nunca mejoe dicho) cómico se ha convertido en todo un cláscico, desde Leslie Nielsen a los protagonistas de Top Secret pasando por supuesto por el inefable Johnny English (007 pasado por el tamiz de Mr. Bean) e incluso por Jackie Chan, que ha encarnado a alguno más de una vez. ¿Y que pasa con las féminas? Condenadas a pasear su palmito lánguidamente con oscuros trajes de fiesta por fúnebres casinos, aguantando el flirteo del soso émulo de Bond de turno si bien podrían mandarlo a mejor vida con un acrobático juego de piernas parece que no han dado tanto de sí, al menos como heroinas principales, en el inconsciente cinematogáfico. Sien embargo la última muestra ha llegado hace apenas unos días a nuestras pantallas, por eso hoy hablamos de Espías.
Susan Cooper es agente de la CIA pero durante su ya dilatada carrera apenas ha salido del sótano desde el que colabora a través de su ordenador con el superagente Fine, su amor platónico. Cuando este es asesinado mientras investiga la venta de un arma nuclear al mejor postor no es posible enviar a ningún espía a detener a su asesina, ya que esta conoce a todos los agentes, y Susan se presenta como voluntaria para la misión. Tras examinar sus cualidades será enviada a París con una nueva identidad y la mera misión de localizar y señalar su objetivo pero este sólo será el comienzo de una aventura que la llevará por media Europa y pondrá a prueba un entrenamiento que ya creía olvidado.
Espías es una comedia ligera que arranca de todos los tópicos bondianos posibles (fiesta y smokin incluidos) rematados en la proverbial escena de créditos homenaje a la saga.
Si bien el eje de toda la película es el personaje de Melissa McCarthy en un rol que no deja de recordarnos a otros que la han convertido en un tostro conocido, desde su papel candidato al Óscar (sí, si no es coña) en La boda de mi mejor amiga, que pasará de ser una tímida analista a toda una fuerza de la naturaleza que sabe hacer buen uso de sus recursos a pesar de lo que la ningunea su propia agencia (empeñada en darle identidades secretas que suponen la antítesis total de los roles de chica Bond, con pelucas tipo gato muerto y vestuario que convertirían en Miss Elegancia por contraste a la monja de cualquier orden...de los que elige ella cuando decide ponerse las pilas no diremos nada por el momento), encontramos además una nutrida gama de secundarios, cuyos roles también juegan con los tópicos del género ( de la mejor amiga a la esía pibonazo que envidian pasando por la jefa de hielo).Entre ellos sin duda destaca el de uno que se ha ganado a pulso su fama en el género de acción, Jason Statham, en una alocada parodia de los papeles que le han hecho célebre pero además ozando (y casi superando) el nivel chiste de Chuck Norris, y que nos deja algunos de los mejores momentos de la cinta.
Pero por supuesto esta no es una película de personajes, es una comedia que no hace ascos al lujo y exotismo propios del género que parodia (y que encuentra buena parte de sus gags entre estos y los medios de su particular protagonista, que podríamos definir como bruta pero lista), y por supuesto en ella no faltan peleas ni persecuiciones, si bien adolece de una ligera falta de ritmo que no la beneficia en absoluto.
Espías es una película con buenos gags, la mayoría destripados en su tráiler, pero que no sirve ninguno de antología, ni brilla por la espectacularidad de sus localizaciones (en las que parece que sí se ha gastado su pasta y tiempo, pero que luego autosabotea con apariciones como la de la particular banda que da un concierto en pleno París), su final pretendidamente sorprendente o sus escenas de acción (es más, la pelea más espectacular de la cinta, entre la protagonista y una de sus némesis, una sensual villana, se desarrolla en una cocina y empleando los enseres de la misma...no sé si es una parodia, una machistada vacía o mi mala conciencia lo que la hace chirriar...espera...tal vez sea un guiño metacinematográfico).. Nos queda un entretenimiento fatuo pero que puede proporcionarnos un buen rato si conectamos con esta cándida protagonista reconvertida en máquina de matar y sus alocadas peripecias.
Diversión fresquita para una tarde de verano calurosa...quédense a ver los títulos de crédito, un nuevo muestrrio de aberrantes identidades secretas y gadgets bondiandos de chichinabo.

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