Ya en varias ocasiones los superhéroes de marras se han dejado caer por aquí, los oscuros rincones del Monigotorium. De toda clase y condición, torturados o felices, de origen turco o americano, pero siempre con sus exquisitos modelos primavera-verano y una buena cantidad de villamos a los que reducir de manera más o menos radical los superhéroes son unos seres hipnóticos a los que es imposible ignorar si te gustan el cine o los cómics, y el caso todavía resulta más peliagudo si te gustan ambos.Pero el autémtico peligro es que nuestros héroes dan pasta.Y mucha, haciendo que los estudios hurguen cada vez más en búsqueda de un nuevo filón estilo vengador. y precisamente es en los Vengadores donde lo han encontrado, en los originales, pero hurgando mucho, ya que no se ve precisamente a simple vista...hoy toca el último delirio de origen marvelita, hoy hablamos de Ant-Man.
Scott Lang no atraviesa buenos tiempos. Tras cumplir condena por ladrón su exmujer apenas le deja ver a su hija y del único trabajo que encuentra, en una heladería, le despiden por exconvicto. Sin embargo sus habilidades le harán entrar en contacto con el Doctor Hank Pym, un científico retirado y antiguo superhéroe que creó una tecnología secreta capaz de reducir el tamaño de manera sorprendente así como de un sistema que le permitía comunicarse con las hormigas. Pym ha descubierto que un antiguo pupilo está desarrollando un sistama similar con aplicaciones militares que planea vender al mejor postor y que puede caer en muy malas manos, y solo Lang, gracias al traje que le convierte en un verdadero hombre hormiga, puede ayudarle a detenerle.
Surgida de la incríble vorágine marvelita que tan extraordinarios resultados económicos está cosechando últimamente la incorporación del Hombre hormiga, personaje clásico de la Marvel en general y de los Vengadores en particular, al mundo cinematográfico no ha llegado precisamente por sorpresa, a pesar de matices como optar por su segunda encarnación (el original, Hank Pym, queda como secundario de lujo y Janet Van Dyne, la primera avispa es brevemente vista y mentada) o el enfoque que adopta la película.
Y es que Ant-Man, partiendo que es de esas películas que es de ese tipo de primera entrega enfocada más a presentarnos un personaje que luego se encargarán de explotar convenientemente, en solitario o en compañía, opta más por la comicidad que por la épica. Con un protagonista pretendidamente carismático (ladroncito que solo roba a los malos con hija a la que adora pero con exmujer con nuevo novio capullo, pero que al final resulta ser buena gente y todo...si es que esto es un culebrón) la película presenta conflictos relativamente suaves (si es que en el fondo todo es una trama de espionaje industrial, leñe), con unos personajes que ni ellos mismos parecen tomarse en serio ( las vacilaciones de Ant-Man al resentarse al Halcón...como eso, como el Hombre Hormiga) y toda una plétora de chistes más o menos malos que provocan más la sorpresa que la sonrisa del espectador.
Si bien los chascarrillos no son un elemento ajeno en absoluto a este tipo de películas (Ahí tienen a Peter Parker o las maravillosas réplicas de la primera entrega de Los Vengadores) parece que nuestro Ant-Man está llamado a ser el nuevo payaso del cine marvelita, con una trama realtivamente absurdas en la que no faltan por supuesto el grupo de amigos-aydantes que meten la pata, los desastrosos resultados en la primera toma de contacto con los poderes ( estando en el baño sólo le falta caerse por el inodoro) o las meteduras de pata, con peor fortuna de lo que parece prometer en un principio. Alguna escena funciona sí, al menos en un comienzo (los juegos entre un protagonista diminuto y un escenario gigantesco, con su remate en el maletín y el trenecito de juguete) pero la mayoría son meros tropezones en una historia completamente previsible, y en ocasiones monótona, de principio a fin (no es por spoilear pero ¿cuando al principio hablan de los peligros de reducirse a nivel nanoscópico alguien duda que algo similar pasará en el desenlace? Si es así mil perdones)
Pero también nos encontramos ante una cinta con un buen puñado de elecciones como todas las relativas a la relación del Hombre hormiga con sus homólogas, cuyas habilidades dependen de su especie (constructoras, voladoras...) y que le roban más de una escena al sosillo protagonista humano, así como que goza de efectos especiales tan sorprendentes como el rejuvenecimiento del Sr. Douglas al comienzo de la cinta (otros como las reducciones del protagonista resultan más manidos), pero ninguna salva lo que en el fondo no deja de ser una película veraniega que supone el aperitivo de platos más gordos como las próximas entregas de otros personajes emblemáticos de la casa como El capitán América.
Para completistas del Universo Marvel (no faltan las escenas intercréditos que adelantan elementos de futuras entregas...quedense hasta el final-final que no cobran suplemento) y entomófilos acérrimos...el resto quizás sufra una más que ligera reducción...de interés.
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