Confieso que nunca he tenido excesivo interés por la saga Mad Max. Cuando hablamos de ciencia ficción futurista me suelo decantar por otras vertientes, generalmente pobladas de bichos con mala baba (simios incluídos), misteriosas naves espaciales y laberínticas ciudades más o menos abandonadas Recuerdo haber visto la saga hace ya bastante tiempo pero para mi recuerdo solo han quedado fragmentos como el pelazo que lucía Tina Turner en una de las entregas o el final de la primera parte, casi una prefiguración del primer Saw con su sierra y todo. Pero las tornas se han vuelto...tras un tráiler que se antojaba excesivamente grandielocuente e inquietante y un título poco imaginativo se ocultaba una sorpresa...de si es buena o mala hablaremos hoy, hoy toca Mad Max.Furia en la carretera.
Atormentado por los recuerdos del pasado Max vaga por el desierto sobreviviendo como mejor puede. Capturado por las tropas de Inmortan Joe, un megalómano cacique que controla un gran depósito de agua y los cultivos producidos gracias a ella, parece condenado en convertirse en "bolsa de sangre", una suerte de forma de alimentación, de uno de los soldados de éste. Sin embargo cuando una de sus tropas de élite, Imperator Furiosa, huye con las mujeres, algunas de ellas embarazadas, de Joe este pondrá en su persecución a todo su ejército, incluyendo a Max y su nuevo amo. Una gran batalla y una descomunal tormenta de arena harán pasto de los perseguidores y, quedando apenas con vida Max y las fugitivas forjarán poco a poco una nueva alianza para llegar al mítico valle de las madres.
Cuarta entrega de la saga original, ya sin Mel Gibson, este regreso a la saga Mad Max constituye una épica historia de acción con un argumento sencillo, personajes carismáticos y una imaginativa dirección artística de profundo espíritu ochentero, que muy pronto entra en harina tras una brevísima presentación en la que con poco define al (en inicio) protagonista, un superviviente nato (capaz de zamparse una lagartija sin respirar después de cazarla con una habilidad pasmosa) que lidia con la locura, para dar paso a una road movie de corte heroico.
Con un tratameiento del guión parco en diálogos, aunque estos parecen rozar los límites de la epopeya (alguno no desentonaría en una obra isabelina con ese "Sed testigos" a coro a la cabeza) y rico en apabullantes escenas en las que casi parece desaparecer la gravedad (al emnos brevemente) la cinta podría ser perfectamente una obra muda, pudiendo entrevcer en ella casi velados homenajes a sus clásicos (el gigantesco montacargas no desentonaría en exceso en Metrópolis y alguna escena de multitudes podría hacernos pensar, con muchos peros eso si, en Intolerancia) e incluso en algunos fragmentos generando la falsa ilusión de que asistimos, y más cuando dessaparece todo diálogo dejando solo la espectcular banda sonora, que incluso se permite introducir cortes de composiciones clásicas, a una cinta muda en blanco y negro, con escenas casi monócromas (a la mente vienen uesa trdición de colorear las películas antiguas) en tonos cálidos de día y fríos a la caída de la noche (en la que todo parece teñirse de azul), entre la que destaca la espectacular tormenta de arena que cambiará el destino de los protagonistas.
Creando la falsa sensación de que, irónicamente, asisitimos a un conjunto de batallas navales , con los continuos abordajes de vehículos que no paran un solo momento (hasta se reparan en marcha), la cinta esuna auténtica descarga de adrenalina, aunque también nos quedan para el recuerdo el personaje de Charlize Theron (no se esfuercen en ponerla fea a base de grasa y mutilaciones porque no funciona), una auténtica perra infernal con un corazón de oro (incluso hay un momento que afirma pertenecer al clan de las perras...literal) que se ha ganado por derecho propio un riconcito en el olimpo de mujeres fuertes del fantástico, así como la motivaciñon que la guía a ella y buena parte de los protagonistas, la búsqueda de la dignidad, porque estas mujeres que huyen de un villano, progenitor de mutantes y casi ya menos que humano, no parten en busca de agua o de gasolina, ya que viven en una suerte de edén que los súditos de su esposo apenas si puden soñar, sino huir de un infierno en el que se las trata más como cosas que como personas y que buscan un futuro esperanzador para sus hijos (reveladora la escena de la producción de leche), aspectos que forjan una cinta que no se queda en un mero festival visual.
Con numerosos eleentos que podríamos calificar, casi hacinedo honor al título, de máxima locura, el conjunto encaja a la perfección, incluso en momentos tan bizarros como el uso del spray antes de inmolarse como un kamikaza cualquiera, aunque eso sí, otros se alzan con un matiz realmente trasnochado que por segundos nos saca de esta apocalíptica ensoñación, como ese personaje que toca la guitarra eléctrica lanzallamas (lo de los tambores funciona, que siempre han venido bien para cooordinarse desde la época de las galeras, pero con lo de la guitarra se han pasado, y mucho).
Nos queda una obra, que, si nos dejamos arrastrar por ella, nos dará dos horas de auténtica diversión y fantasía, siendo una de las mejores cintas de acción de la cosecha de lo que llevamos de año.
Acción frenética no exenta de lirismo...dan ganas de salir a comprarse un coche o al menos unos patines con las ruedas bien gordas.
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