Legos del Monigotorium

jueves, 12 de diciembre de 2024

KRAVEN EL CAZADOR. La isla del Dr. Kravinoff.

 

No hay dos sin tres. Tras ponerse el mono de Kick-Ass y las zapatillas de Mercurio solo era cuestión de tiempo que Aaron Taylor-Johnson probara suerte con otro personaje comiquero. Y ese no ha sido otro que una de las figuras más conocidas del spiderverso: Kraven, el cazador.

Aun siendo uno de los villanos emblemáticos del trepamuros el Kraven que nos presentan lejos está de ser un villano, en esta línea que se ha ido apoderando del mundo de la ficción superheroica de los últimos años que es la del antihéroe. Sin negar en absoluto que es un film de acción, con unas persecuciones y saltos que nos hacen pensar que nuestro protagonista acude al mismo gimnasio que el hombre araña, desafiando a la gravedad y sobre todo a la lógica, el meollo de la historia aboga más por el conflicto familiar de toda la vida. Bajo la sombra del suicidio de la madre de Kraven tanto él como su hermano, un imitador nato (los amantes de los cómics no se dejarán sorprender ni por esto ni por una de las revelaciones finales) van a enfrentarse a las expectatinas de una figura paterna encarnada por un Russell Crowe que consigue mantener la seriedad y el tipo en un film que en más de una ocasión no brilla por su coherencia. 

Kraven el cazador es una cinta con un arranque más que correcto, que parece abrir un producto interesante, mostrando como el protagonista se infiltra en una prisión rusa (también tengo que decir que será mala idea por mi parte pero bajo mi concepto es su versión cinco estrellas) para llevar a cabo una misión. Una pieza de cierto toque jamesbondiano, con su puzquita de chulería, que puede verse de manera independiente y es buena presentación de un personaje que sin embargo parece estar en las antípodas del Kraven de los cómics. Pero lo que vendrá a continuación, flashbacks incluidos, se va a convertir en un batiburrillo de peleas, animales en estampida, matices misteriosos que llevan a poco (esa suerte de vacíos de memoria que ayudan a uno de los personajes a desaparecer) y alguna chispa sentimental enfocadas a mostrarnos como Kravinoff se convierte en el Kraven que todos conocemos y podríamos amar. Sin embargo un conjunto que confunde el frenesí con el ritmo, unos diálogos sin chispa y unos personajes con poco carisma no ayudan a una película a la que le cuesta retener el interés del espectador a pesar de un director y un reparto que parecían dar para mucho más.

Entre unas coreografías y efectos especiales que flaquean el manto de cazador,  a pesar del buen sabor de boca que dejaba el cartel original, le queda grande a Taylor- Johnson. Con un desenlace que podría anticipar una continuación interesante que por desgracia parece nunca tendrá lugar Kraven se une a ese universo expandido en el que Morbius o Madame Web tampoco tuvieron excesiva fortuna. ¿Ganarían más si los uniéramos a todos en la misma película? Probablemente sí...por desgracia nunca lo sabremos.

Kraven el cazador llega a las pantallas españolas el 13 de diciembre 


martes, 10 de diciembre de 2024

ANSELM. Crear o no crear

 

Aunque siempre invite a la coda "de animales" el género documental, aún lejos de la popularidad de la ficción, es uno de esos caramelos ácidos que muchos directores clásicos son reacios a saborear. Nada más lejos en el caso de Wim Wenders. Cuando todavía tenemos fresca la nominada al Oscar "Perfect days" regresa con una pieza dedicada a uno de los autores más controvertidos del arte alemán contemporáneo, Anselm Kiefer, cuyo título no puede ser otro que "Anselm". Desde sus primeros minutos esta se defiende como una película de sensaciones. Solo imagen y sonido, con unos esporádicos susurros que en inicio nos resultan inconexos. Al menos hasta que aparece la estrella de la función, el artista en persona, al que una cámara de espíritu voyerístico nos va aproximando poco a poco. Inmerso en su taller nos puede parecer que vaga, casi diríamos que juega, entre las paredes del inabarcable taller donde da pie a un proceso de creación que se antoja entre el azar y lo mecánico, y en el que cualquier elemento, de la pintura a ropa, pasando por plantas, pueden formar parte de una obra de arte.
La vida de Anselm no va a presentarse de modo convencional. Imágenes de archivo, recreaciones, escenas cotidianas y otras oníricas van a configurar la semblanza de una figura no carente de polémica que encuentra las raíces de su obra en la parte más oscura de la historia del siglo XX en Alemania. Es imposible no sentir un mínimo de curiosidad por una trayectoria como la suya, se conozca su figura previamente al visionado o no en un metraje en la que la narración va pasando de lo abstracto a lo concreto.
No es preciso ser un conocedor de la obra de Kiefer ni un entendido en materia de Bellas Artes para dejarse hipnotizar por este juguete audiovisual entre la mitología, la II Guerra Mundial y el verso de Celan, en el que las ascuas del conflicto todavía arden bajo la amenaza fantasma de aviones con nombre de ángeles terribles, pero en el que siempre habrá tierra para que crezcan los girasoles. Wenders se defiende una vez más como poeta de la imagen con un film que sin ser de los más redondos de su filmografia resulta tan ameno como hipnótico. Estoy convencida de que, después de esto, aquellos que desconocían la existencia de Anselm Kiefer van a tardar mucho en olvidarlo.

"Anselm" llega a los cines españoles el 13 de diciembre.

lunes, 2 de diciembre de 2024

WINNIE THE POOH: EL BOSQUE SANGRIENTO. Ni feos ni hermosos.

 

Había una vez que los cuentos más o menos clásicos daban para alguna parodia o como mucho para algún porno cutre más o menos imaginativo. Pero fue caducar una serie de derechos de autor, vinculados a cierto creador presuntamente congelado, y abrirse la cubitera de los truenos.

Por ello independientemente de su (nula) calidad y de su (relativo) éxito el que fuera objeto de secuela amén de dejarlas solo era cuestión de tiempo y apenas un año después llega Winnie the Pooh: El bosque sangriento.

La historia arranca del desenlace de la primera. Como si una chocante versión de Dr. Sueño se tratase Christopher Robin intenta olvidar la pesadilla de la primera (nosotros también) refugiándose en la praxis de la medicina pero el la sospecha de que el es el asesino en un universo en el que también existe la cinta original su fama le persigue. Y por supuesto los alegres animalitos del bosque vuelven tras el con dos nuevas incorporaciones, Tiger y un búho al que cuesta reconocer con un look entre el buitre de Spiderman low cost y la Angélica Huston de las brujas (y al que le gusta oírse más que a un tonto un chupachups, sin conseguir pensar en voz baja), dispuestos a que la sangre corra en un mundo en el que las leyes de la física parecen meras sugerencias.

Con un reparto en el reverso del actore's studio, que confunde el terror con el pasmo o declaman con la expresividad de una pieza de bollería (después de todo hasta un donut lo hace mejor, ya que sabe poner cara de asombro aunque sea con el agujero), unos efectos especiales ligeramente más currados que la original (tampoco sin emocionarse) y algún decorado que podría haberse escapado de una peli de tarde la nueva entrega de Winnie the Pooh mejora a su predecesora. Claro que tampoco era tan difícil.

Más grande, más larga y con muchos y sangrientos cortes este nuevo Winnie the Pooh intenta ampliar y dar profundidad a su imaginario con un pie en uno de los clásicos del fantástico, que no mencionaré por dejar que el espectador se sorprenda, en una idea tan loca como simpática que es uno de los pocos aciertos en una macedonia que salpica, se atraganta y repite más de una fruta.

Winnie the Pooh es una cinta sin complejos en la que lo mejor con diferencia son los dibujos que acompañan a los créditos finales y que auguran el futuro de esta pseudofranquicia que amalgama fábula y gore. El resto sólo puede y debe ser visto con sentido crítico y muchas ganas de cachondeo, disfrutando de como decenas de personajes van cayendo por pecados tan beniales como estar en el lugar equivocado o ser un mal amigo. Para ver por la propia cuenta y riesgo del espectador y si es posible con ositos de gominola. Avisados quedan...y mientras la tercera parte ya se asoma por el horizonte. Tiemblen tras haber reído.

Winnie the Pooh: El bosque sangriento ya esta en cines.