Entre la saturación de reposiciones de pasiones, romanos en cuádriga, éxodos varios y algún pseudopeplum que se apunta al festival en plena Semana Santa se agradece ese chorro de aire fresco que es el terror de corte religioso. Lejos ya de la época dorada del género y bajo el visto bueno de San Raimi llega Ruega por nosotros, cinta que auna temáticas como la brujería o los exorcismos con una trama sobre el poder de la fe...en ambas direcciones
Presentando una villana que, como marca el epílogo, es pura loba con piel de cordero, con un aspecto que a muchos les recordará a En la oscuridad y unos movimientos espasmódicos herederos del horror japonés la película pasa completamente de esas ambigüedades que tan buenos resultados ha dado en el cine de este corte de películas para dejar claro desde sus primeros minutos que estamos ante un suceso diabólico en toda regla. Siguiendo un espíritu que nos recuerda a diles como Memorias del angel caído, Ruega por nosotros goza de uno de esos arranques que sin ser excesivamente originales logran enganchar ( un periodista venido a menos que, por inventar una historia que se venda, acaba desencadenando una terrible maldición sobre todo un pueblo. Pero si posterior desarrollo, con ese ya habitual abuso de los efectismos (que no ya efectos) de sonido y efectos especiales merman notablemente la sensación de terror y hacen que el resultado quede lejos de esos cuentos moralistas que consiguen helarnos la sangre.
Ruega por nosotros no carece de buenas ideas. Un punto de partida que huye de esa dulcificada visión de las brujas que nos ha dado el cine más reciente, unos actores más que correctos (con un reparto con agradables sorpresas como un Cary Elwes que vuelve al género para ejercer de obispo) y algún momento inquietante aliñan correctamente, pero no nos da la mejor de las ensaladas. Para completistas y aquellos que todavía se dejan arrastrar por el lado oscuro del cine religioso.
Ruega por nosotros ya está en cines de toda España.
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