Legos del Monigotorium

sábado, 27 de marzo de 2021

BAJO EL TERROR DEL MONO

 

No sé si será el instinto primario en todos nosotros pero hay algo catárquico en ver a dos bichos del tamaño de unos grandes almacenes zurrándose entre edificios. Vale que siempre ha habido una tendencia a enfrentar famosos, y no me refiero a los platós en sobremesa que hacen del cotilleo su  enseña sino a esos cruces tipo Batman-Superman, Sherlock Holmes-Jack el destripador o Lobezno-Masacre (perdón, Deadpool). Por supuesto, después de sus respectivas últimas entregas, el rey de los simios y el más mítico de los lagartos estaban pidiendo a gritos un festival de bofetadas a lo bestia. Y nunca mejor dicho: aquí está Godzilla vs. Kong.
Aunque llevan ya un tiempo intentando crear toda una mitologia a la que han añadido en alguna ocasión alguno de los habituales de la casa Toho como Mothra (que de momento no han repetido aunque en esta ocasión se incorpora un viejo conocido que aquí no desvelaremos) a la hora de la verdad la trama de esta película que incorpora ideas que dan para meme como la de la tierra hueca queda eclipsada en todo momento por lo que nos ha vendido el título y lo que el espectador está realmente demandando: la rivalidad entre los dos titanes.
No importan las subtramas conspiranoicas ni las nuevas habilidades descubiertas en Kong (por favor, que nadie mencioné Rampage...si, esa de The rock y su amigo el sosias de Copito de nieve superdesarrollado). Tampoco los simpáticos  guiños al género, como la niña amiga de King Kong, los ecos a Viaje al centro de la tierra o los problemas cardíacos del primate, que dan salsa a un metraje en la que no falta algún episodio anodino. Lo que da sentido a la cinta son las peleas puras y duras, ya sea entre ambos protagonistas o con exóticos bichos monstruosos dispuestos a ponerlos en jaque (espectacular y surrealista el momento "chupeteo de cabeza de gamba"). 
Godzilla vs. Kong es una apuesta segura para disfrutar en la pantalla grande, a ser posible lo más grande posible y con el sonido a un volumen que coquetee con la rotura de tímpanos. Cine de palomitas sin más en una época en la que parece que el término parece empezar a quedar poco a poco en el recuerdo...de ese que demanda tu atención de la manera más violenta posible, y en este caso se agradece.


Godzilla vs. Kong ya puede disfrutarse en cines de toda España.

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