Legos del Monigotorium

domingo, 16 de agosto de 2020

YUYU YUYU

 

Aunque más de uno lleva años diciendo que está más que harto de las pelis con niña siniestra de pelo largo el cine de terror japones, o j-horror para los amigos, nos ha regalado grandisimos momentos y firmes candidatos a protagonizar nuestras pesadillas. Para su desgracia Teke Teke no da ni lo uno ni lo otro.

Basada en una popular leyenda urbana protagonizada por un inquietante yurei, en la línea de la kuchisake Onna ( mujer de rostro mutilado escondido tras una mascarilla que en circunstancias actuales está más de moda que nunca), la película nos presenta al fantasma de una mujer partida por la mitad, sin extremidades inferiores, que corta en dos a aquellos que cruzan por un paso elevado (!) y que supuestamente debe su nombre al ruido que hacen sus órganos cuando se arrastra por el suelo ( y está última parte no es de la película)

Añadiendo este matiz y alguno más al relato original la cinta, que empieza con chicha, ergo gore y susto aunque sin esforzarse demasiado, pronto tuerce hacia el drama adolescente con la historia de dos amigas que van a enfrentarse a la Teke Teke del título. Así entre los "me quiere o no me quiere", que nos hacen preguntarnos durante varios minutos si no se habrán liado y se habrá mezclado en el montaje con otra película, la vuelta del espíritu vengativo, de diseño harto cuestionable, se hace desear. 

Y cuando regresa nos hace asistir a numerosas escenas de metraje repetido (sí, de esas metidas con calzador para justificar que es un largo y no un corto, así como las apariciones del bicho que son siempre la misma plano por plano...se ve que no había pasta para más), persecuciones en plano subjetivo con tufillo Evil dead y sustos de chichinabo varios, amén de giros de guión tan indescriptibles como aquel en el que en la típica carrera contrarreloj para contrarrestar la maldición de marras las protagonistas se equivocan de dirección para aumentar un suspense que brilla por su ausencia. Capitulo aparte merece un casting que hace cuestionar el sistema de enseñanza japonés, con alumnas de una edad que lleva a preguntarnos cuántas veces han repetido curso...añadiendo una prima de mayor estatura al elenco para rejuvenecer a sus compañeras de reparto. Por no mencionar un final indescriptible que consigue arrancar la carcajada del espectador si aún le queda alguna. Lástima que teóricamente asistimos a una película de terror.

Teke Teke es una película de esas que más que miedo da risa, que para ser carne de Cutrecon debería al menos mejorar mínimamente su ritmo. Un film que deja los principios del terror japonés a la altura del betún. Y esa no es la parte más terrorífica: hay segunda entrega...de esas que para colmo empiezan haciendo resumen de la primera. Para temblar, y no de miedo precisamente.


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