Legos del Monigotorium

sábado, 29 de diciembre de 2018

NAVIDADES DE MIEDO

Para los amantes de El día de la bestia, Gremlins o Al interior la Navidad siempre ha sido algo particularmente siniestro...aunque eso no quiere decir que no nos guste. Ahora, en pleno ecuador de estas fiestas ( y sin que sea una inocentada que ayer era día 28) ha llegado un nuevo personaje para unirse a la mitología del terror: Vampus.
 Presentado ayer en la sala Artística Metropol (Cigarreras 6) Llámame Vampus, dirigido por Víctor Matellano y protagonizado por Saturnino García y Diego Arjona, es un gamberro cuento de Halloween con aroma a EC y Creepy sobre un veterano sepulturero que entierra de día y desentierra de noche...las razones de este particular modus operandi las descubriremos en este corto que supone la carta de presentación de Cinema from hell, una ambiciosa propuesta auspiciada por el canal Dark que pretende traer ciclos itinerantes de nuestro género favorito y promete cine de terror español del bueno y mucho, mucho más. El personaje de Vampus será además su rostro más visible, en la tradición de otros presentadores del género como Elvira o el maestro Chicho, y volverá con cortos, cómics y ¿quién sabe?...habrá que permanecer atento.
La velada se cerró con la proyección de Await further instructions, un macabro cuento de Navidad con una premisa que parece heredada de La dimensión desconocida (una familia permanece confinada en su casa, que parece estar cubierta por una historia extraña materia negra y las únicas noticias del exterior que le llegan son a través del televisor en el que puede leerse la frase que le da título) y que aqui da mucho juego. Una cinta con buen ritmo y más de una sorpresa que ya pudo disfrutarse en Dark .
Nuevo año, año que se presenta con interesantes propuestas para el cine de terror. Solo queda desearos unas Navidades de miedo.

jueves, 27 de diciembre de 2018

LO MEJOR DE 2018

De nuevo otro año que se apaga. Un año como siempre con muchos festivales, más de una polémica (ese Óscar a la película más popular que al final se ha retirado con el rabo entre las piernas) y mucho, mucho cine de todos los tipos.
Y como al final hace todo quisque y al igual que en años anteriores Monigotorium no sabe resistirse a hacer su pequeña aportación a las toneladas de listas de Lo mejor del año...así que ahí va nuestro top ten sin ningún orden en concreto:
  1. Isla de perros: la última de Wes Anderson, un cuento tan original que resulta casi imposible dejarse de seducir por él...y eso que no es uno de mis directores favoritos.
  2. El insulto: nominada libanesa al Óscar a la mejor película extranjera es una de esas películas que da para debate días después de haberla visto. Una metáfora visceral y subyugante. http://monigotorium.blogspot.com/2018/02/violencia-verbal.html
  3. El capitán: demoledora fábula de como la maldad puede dominar poco a poco el corazón ambientada en una II Guerra Mundial. Una cinta que atrapa y no suelta sin dejar un buen mordisco en el alma.
  4. Mirai mi pequeña hermana: delicioso y surrealista historia de un niño que ve como el nacimiento de una nueva hermanita cambia su mundo. Buena animación y una historia sorprendente. http://monigotorium.blogspot.com/2018/10/nocturneando-2018-4.html
  5. Suspiria: una pesadilla deliciosamente coreografiada, nacida para crear polémica y deleitar a los amantes del terror más refinado http://monigotorium.blogspot.com/2018/11/danza-macabra.html
  6. El malvado zorro feroz: dibujos animados de los de siempre, con lo mejor del slapstick. De esas cintas para niños que acaban adorando los mayores. http://monigotorium.blogspot.com/2018/05/senora-doubtfox.html
  7. Tres anuncios en las afueras: favorita para los Óscar que al final resultó barrida por La forma del agua pero que nos regala una potente historia sobre el conflicto entre la justicia y la venganza con unas interpretaciones de primera línea.
  8. Hereditary: horror con toque clásico...aunque los últimos minutos pueden decepcionar un poco una cinta que ha conseguido casi desde su estreno convertirse en la referencia del cine de terror de este año.
  9. El reino: como lo que cada día entra en nuestras casas a través del telediario puede convertirse en una potentísima historia qeu arrastra al espectador de principio a fin.
  10. Spiderman. Un nuevo universo: ni Thanos ni leches, es esta cinta de animación la que merece llevarse el título de película de superhéroes de 2018. No hay que dejarse engañar por su pátina infantil, nos encontramos ante una seria propuesta que complace a niños, adultos y por supuesto fans del trepamuros.
Diez. Solo diez, ahí están. Muchas se han quedado en el tintero como las maravillosas propuestas animadas Maquia. Una historia de amor inmortal o Teen titans GO La película, arriesgadas locuras como Mandy sorpresas esperadas como Yo, Tonya o Lazzaro feliz, placeres culpables como Deadpool 2 (de esas secuelas que superan al original) y pequeñas joyas recuperables en dvd como Errementari (que se estrenó casi de tapadillo en octubre del año pasado pero cuya copia física pudo disfrutarse más recientemente) o Historias de fantasmas (estrenada directamente en este formato). Pero así va la cosa, si no puede acabar siendo la lista de las 30 películas del año. Y no, todavía no he visto la tan comentada Roma, queda pendiente para el año que viene.
Solo me queda desear felices navidades a todos...Monigotorium volverá el año que viene con monigotes, críticas de estrenos y mucho, mucho más.

viernes, 21 de diciembre de 2018

MÁS ACÁ DEL JARDÍN

En unos días en que la polémica respecto a la divulgación de la cultura en general y es arte en particular está más que calentita merced a cierta exposición en torno a un genio renacentista que parece haber abierto la caja de los truenos (en la cual no entraré, por lo menos hoy) pocos peros se pueden poner a una propuesta tan recomendable como Los grandes del arte en el cine. Un acercamiento a algunos de los creadores más conocidos de la historia del arte, principalmente pintores pero que también ha dedicado alguna de sus entregas a escultores de la talla de Bernini, en forma de documentales en 4K. La próxima cita será con el impresionismo en Los nenúfares de Monet.

Resulta sencillo pensar en Monet como un mero creador de postales, de ese tipo que quedan tan bonitos en los calendarios que llegan a abarcarcuna desorbitante gama de productos que van de los paraguas a las fundas para gafas. Tampoco resulta difícil pensar en él como un mero copista de paisajes, un individuo que se sienta al sol con sus aparejos de pintura para crear a toda velocidad mientras reza porque la luz varíe de posición lo menos posible. Son dos etiquetas simples para hablar de un pionero que, tras revolucionar el arte de la pintura, vivió uno de los momentos cumbre de su obra ya en su ancianidad.
Este es uno de los mejores puntos de este documental. No solo asistimos a imágenes hermosas, tanto de los cuadros como de los magníficos entornos que los inspiraron (los jardines de Giverny, propiedad del artista, todavía visitables y en los que se recrea gran parte del metraje) sino que la película se permite dar una interesante visión de unas pinturas que a más de uno resultan familiares. Encontraremos aspectos tan curiosos y menos conocidos de la trayectoria del artista como la creación del jardín que inspiraría las magníficas ninfeas, la relación de Monet con el político con el político Clemenceau o el efecto en el artista de la I Guerra Mundial (un episodio que a más de uno le puede resultarle hasta forzado pero que resulta muy interesante) son algunas de las sorpresas que encontraremos a lo largo del metraje, así como aspectos estéticos tan llamativos como las repercusiones de los problemas de vista de Monet en su obra o la manipulación del paisaje para hacer el modelo ideal. Apuntes que pueden hacernos apreciar de otro modo las creaciones de un artista que es todo un clásico.
Sí, podemos encontrar algún elemento más chocante en la puesta en escena como las poéticas recreaciones de un Monet crepuscular a orillas del Sena o el hilar gran parte del documental merced a una suerte de presentadora que nos va introduciendo en el mundo de Monet (pero que en ningún momento actúa como entrevistadora cediendo la voz en numerosos momentos a otros expertos) pero este documental resulta una propuesta fresca para conocer mejor a un artista que siempre ha sido un viejo conocido, y que no debería perderse ningún amante del arte de la pintura.
Los nenúfares de Monet llegarán a las pantallas españolas (por tiempo limitado) el 14 y 15 de enero de 2019, y durante el resto del año se anuncian entregas dedicadas a Van Gogh, Picasso y Leonardo, entre otros. Más intormación en https://www.temporadadearte.com/

jueves, 20 de diciembre de 2018

MENTIRAS ARRASTRADAS

Chica conoce jeta. Creo que a ojo de buen cubero el 70 por ciento de las comedias románticas toman este principio como punto de partida. Sobre ruedas es una de ellas, solo que el ancla de las mentiras de su protagonista, un alto ejecutivo que disfruta haciéndose pasar por quien no es para ligar (parafilias más raras se han visto), es el hacerse pasar por discapacitado...algo que parece más propio del cine de timadores...ahí es nada.
Sobre ruedas es una de esas películas que, a pesar de tener como telón de fondo el día a día de las personas con algún tipo de discapacidad física (es más algún momento nos puede recordar a la española Fuga de cerebros y secuela), constituye una comedia de enredo pura y dura. Si bien las circunstancias que acaban desencadenando el engaño pueden parecer en inicio algo forzadas y el final (que aquí no desvelaremos por supuesto) parece marcarse un órdago que arrastra a sus protagonistas a Lourdes todo funciona correctamente en una alocada trama que no renuncia al humor más físico e incluso escatológico.
Algo que consigue gracias a unos personajes que saben ser cómplices, tanto entre ellos como con el espectador, que desde ese mentiroso patológico sin necesidades de mentir hasta esa mujer llena de talentos ocultos pasando por esa entrañable secretaria a la que se le va la lengua cuando menos le conviene o ese amigo de toda la vida aspirante a Pepito Grillo. Unos protagonistas con mucho de tópico, pero que saben hacer de la réplica bien formulada un arma bien empleada, con el ritmo justo y,  en ocasiones, hasta certera.
Humor más blanco de lo que podríamos sospechar en un primer momento en una cinta que nunca llegará a ser un clásico de la comedia pero que consigue, a poco que se entre en el juego que se traen sus personajes, arrancar más de una carcajada volviendo una vez más a hacer que un solterón con más cara que espalda encuentre el amor dónde mdónde menos se lo espera.
Sobre ruedas llega a los cines el 21 de diciembre.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

EL INSECTO MECÁNICO

Parece que los 80 han vuelto, pero creo que a su manera nunca se fueron del todo. Productos tan dispares como Stranger things, It o la muy recomendable Summer of 84 son buena prueba de su éxito. Y quizás para una saga que ha ido perdido fuelle desde su tercera saga y que sabe mejor que nadie lo que es triunfar en los 80 (solo que en aquella época solo había juguetes y dibujos animados). Hablo por supuesto de Transformers y su nueva entrega Bumblebee.
Precuela ambientada en 1987, en los tiempos en que Reagan era el amo del cotarro, la nueva aventura de los robots guión medio de transporte se revela como una precuela del resto de películas en la que el autobot del título llega a nuestro planeta para protegerlo y abrir paso al resto de sus compañeros. Una trama que, tras el encuentro de este con una humana huerfana de padre cuyo único deseo es tener un coche se convierte en la enésima revisión del modelo E.T. (militares y algún detallito que aqui no desvelaré por eso de los spoilers...no en vano un tal Spielberg  es el productor) a la que nos enfrentamos en la gran pantalla.
No se puede negar es una historia sencilla: chica conoce robot, chica conoce chico (con el que por cierto mantiene menos contacto físico que con el mencionado hombre mecánico), malos malísimos llegan para liarla parda y al final (no creo que nadie se lleve a engaño) todo se soluciona tras superar la protagonista un trauma del pasado. Familiar resulta sin dudas pero no sé puede negar que también simpática, con elementos de humor merced a un robot que no deja de comportarse como elefante en cacharrería y unos personajes que no por estereotipados pierden su corazoncito. Un reboot correcto, resultón sin resultar memorable, con una muy bien excogida banda sonora, un buen sentido del ritmo y un aroma ochentero que le sienta francamente bien.
Si, podríamos decir que estos nuevos Transformers se han infantilizado( incluso que hay algún detallito absurdo como ese que el emisor de voz esté en el cuello como las cuerdas vocales humanas) respecto a anteriores entregas pero si funciona este Bumblebee no resulta mal mimbre para el renacer de esta saga...¿Quién sabe? Parece que ha llegado para quedarse.
Bumblebee llega a los cines el 28 de diciembre.

martes, 18 de diciembre de 2018

LA BRIGADA DEL SOMBRERO

Me resulta difícil empezar a comentar una película hablando de otra pero en el caso de Atardecer, la nueva obra de Lázsló Nemes, creo que resulta casi imprescindible hablar de su anterior trabajo, la oscarizada El hijo de Saùl.
Demoledor retrato del horror El hijo de Saùl se movía entre unos intensísimos primeros planos y un fondo borroso, a veces casi imperceptible, en el que se desarrollaba la pesadilla de los campos de concentración. Un original estilo que iba como anillo al dedo a una dura historia cuya realidad sigue doliendo por muchos años que pasen.
Atardecer recupera los recursos de la premiada cinta para contarnos una historia muy distinta, la de una joven que cree encontrar en la oferta de trabajo de una sombrerería la puerta para enfrentarse a los demonios de su pasado y, en cierto modo, recuperar su nombre, pero que descubrirá un espinoso secreto que no se espera. Un relato ambientado en la Budapest de los años previos a la I Guerra Mundial que tiene mucho de folletin, aun renunciando a subtramas románticas y que,  a pesar de arrancar con fuerza pronto se pierde entre numerosos devaneos de guión y más de una pincelada de corte casi fetichista ( inenarrable el episodio de la corte vienesa). Algo a lo que no ayuda una trama a la que parece costarle arrancar, entre las continuas y venidas de una protagonista que sabe resistir ante un papel que exige presencia (y al que dota de cierta aura casi vampirica), con un ritmo excesivamente lento que alarga la duración de la película hasta casi dos horas y media (y parece que le sentaris bien un recorte de metraje).
Un film atrevido, que sabe recrearse entre un magnífico vestuario y una cuidada dirección artística, y que, a pesar de lo repetitivo de su estilo, se revela rodado con mimo, pero cuyo fondo argumental puede desesperar a más de un espectador que ,ante sus últimos minutos, no por esperados menos chocantes, se queda preguntándose si se haya ante el mero preludio de una sinfonía todavía más ambiciosa.
Atardecer llega a los cines el 11 de enero de 2019.

lunes, 17 de diciembre de 2018

LA ERÓTICA DEL PODER

Un camión de basuras pierde el control. Gira, choca y acaba aterrizando en el foro romano. Pasados unos segundos el vehículo explota y la inmundicia que transportaba acaba entre las históricas ruinas mientras un grupo de mujeres arregladas de fiesta asisten atónitas al suceso. Esta es quizás la imagen que mejor resume Silvio (y los otros) la última película de oscarizado Paolo Sorrentino, una inclemente aproximación a la que es una de las figuras políticas más controvertidas de Italia, Silvio Berlusconi.
Estrenada en su país de origen en dos entregas que suman casi una hora a la versión que podemos disfrutar en España Silvio (y los otros) es una película en la que no faltan ninguno de los elementos a los que nos ha acostumbrado su director y guionista (junto a Umberto Contarello) en películas como La gran belleza, La juventud o la serie The young Pope, con un estilo vertiginoso, alocado, unos personajes que parecen estar al límite de sus propias vivencias y unos elementos surrealistas (como esos animales que no parecen propios del elemento en que se encuentran como las aves de La gran belleza, el canguro de The young Pope o las cabra y oveja de esta cinta) que, aunque en algunos momentos parecen dotar de cierta inconexión al resultado, otorgan  al producto final un aura terriblemente personal.
Sorrentino es de esos autores que o bien entusiasman o bien vuelven loco al espectador. La película que nos ocupa no es ajena a este espíritu. Una dimensión barroca que parece sacarnos continuamente de la realidad para volvernos a sumergir en ella, con metáforas que pueden parecer poco sutiles (la mencionada del camión de la basura por ejemplo...spoilers los justos) y un estilo elegante que sabe hacer buen uso del montaje y la música (incluso de la más pachanguera...no se asusten si entre los temas seleccionados se encuentran con el Aserejé) para contarnos una historia de excesos y egos que en ocasiones se nos podría antojar más propia del imperio romano que de la Italia actual.
Y entre estos paños, acompañado de un elenco de secundarios que saben manejarse hasta en las escenas más irreales, un Toni Servillo que consigue estar sencillamente brillante, regalándonos una asombrosa versión de un personaje que se va configurando como un vendedor de aire con un ego desproporcionado cuyo grado de empatía resulta difícil de calibrar.
Una película que sembrará la controversia, pudiendo no resultar del gusto de todos los paladares, pero que resulta terriblemente hipnótica, arrastrando al espectador entre el encantamiento y la repulsión , haciéndole reir y sorprenderse con la fábula de un hombre que no parece solo tenerlo todo...sino, como afirma más de un personaje, quererlo todo también.

Silvio (y los otros) llega a las pantallas españolas el 4 de enero

domingo, 16 de diciembre de 2018

UNA CASA ACOJONANTE


Hace poco estuve en París. No era la primera vez que iba pero aproveché para ver un par de museos, la tumba de Napoleón y toda la parafernalia de estas felices fiestas  que están a punto de invadirnos. Pero no solo del tópico vive el turista. Pude disfrutar de cosas asombrosas: cocodrilos albinos, medusas a dos pasos de la Torre Eiffel, jardines con secreto y descubrí un lugar. Un lugar donde reside el horror: Le Manoir.
Un caserón de dos pisos que alberga un espectáculo terrorífico que, siguiendo los principios del pasaje del terror de toda la vida, nos arrastra durante más de tres cuartos de hora por un microcosmos de pesadilla.
Con shows que varían según la temporada, con especiales en fechas señaladas, del Halloween a San Valentín, durante mi visita pude disfrutar de su vertiente más navideña, con elfos caníbales y ominosos seres que que vez nos remitan a algún regalo de reyes de la infancia, encarnados por unos profesionales que consiguen crear auténtico ambiente desde antes aún de franquear las puertas. Un escenario del que saben sacar el mayor partido posible y más de una sorpresa (como ese tramo casi final a recorrer a oscuras con la ayuda solo de una pequeña linterna) que hacen de esta una experiencia inolvidable.
Y el que no ose entrar que no sea por no dominar la lengua de Dumas y Hugo...si se indica a la entrada nuestros queridos monstruos y psicópatas también pueden aterrorizarnos en el idioma de Shakespeare, y no importa si se trata de un visitante o 15 (como es mi caso, que recorrí la mansión en solitario...una experiencia memorable ...y es que la cabra tira al monte.
Visitar Le Manoir es una opción más que recomendable para los amantes del terror, una visita única en toda la oferta lúdica y cultural de París (pero no por ello hay que dejar de ir al Louvre ojo) que generalmente el turista ignora más por desconocimiento que otra cosa.
¿Queréis pasarlo de miedo? Más información en http://www.lemanoirdeparis.fr


viernes, 14 de diciembre de 2018

NAVEGANDO POR LA RED

Corrían tiempos raros para Spider-Man. Después de que uno de los padres del terror moderno nos demostrase como se podía hacer (por fin) una peli decente sobre el lanzarredes...para después mandar la saga al limbo numerito de baile incluído, después de una trilogía que tras el éxito de su segunda entrega mutó en díptico, después de un nuevo comienzo con un hombre araña de nuevo adolescente y una cinta en solitario para uno de los venenos clásicos de la saga parecía que a nuestro amistoso vecino le quedaban pocos ases en la manga. Para demostrar lo contrario llega Spider-Man: un nuevo universo.
Spider-Man siempre ha sido un buen amigo de la animación. Con estilo clásico o tridimensional, solo o acompañado pero siempre en la pequeña pantalla la obsesión del director del  Daily bugle sin embargo siempre se ha mantenido, al igual que sus compañeros de Marvel y DC, en la pequeña pantalla. Pero la nueva Spider-Man: un nuevo universo ha optado por llegar a lo grande y a la gran pantalla(y nunca mejor dicho, con numerosas nominaciones para distintos premios que incluyen una al Globo de oro como mejor película de animación), con un buen numero de estrellas de la casa de las ideas entre sus títulos de crédito y una plantilla de doblaje con unos cuantos nombres conocidos (a la cabeza un Nicolas Cage que tras quitarse un poco la espinita doblando al Superman de la cinta Teen titans go! aquí pone voz al Spider-Man noir).
Pero ¿que tiene de especial esta nueva aventura del uno de los superhéroes más conocidos del noveno arte?. Para empezar no una, sino hasta siete encarnaciones de Spider-Man podemos encontrar en esta película (Sí, cuento los dos de la dimensión de Miles Morales) que presenta tanto versiones clásicas (ese Kingpin que parece escapado de una viñeta de Bill Sinkiewicz) como revisadas de sus villanos (que hay que reconocer como siempre que en el mundo superheroico los mejores villanos son sin duda los de Spider-Man y Batman...y aquí encontraremos un Doc Ock y un duende verde que se alejan del canónico Parker para coquetear con el ya difunto universo Ultimate...a los cómics me remito) merced a una original trama que juega con el asunto de las dimensiones paralelas y que hacen que estos converjan en un único mundo. Una historia original y fresca, que no renuncia a la fidelidad a los cómics en que se inspira (elementos del personaje Miles Morales ya fueron adoptados en la anterior Spiderman-homecoming pero transferidos a un Spider-Man que no podía renunciar a seguir siendo Peter Parker) ni a presentar una trama de iniciación que ya nos resulta familiar de otras sagas (para empezar el Spider-Man de Raimi) con un envidiable sentido del humor que no esquiva el slapstick.
Spider-Man: un nuevo universo sabe dar un golpe en la mesa y revelar ante todo que es una película con gran personalidad, tanto a nivel formal con una original combinación de estilos (y por favor esperen al final de los títulos de crédito que hay sorpresa...y muy agradable. No, no me refiero a un homenaje a Stan Lee...este tiene lugar casi al comienzo de los mismos y por supuesto no falta el cameo de su versión animada) como argumental. Una película que puede entretener a los más pequeños, divertir a los adultos y complacer a los fans más irredentos (hay hasta pequeños guiños como una tal Bendis en la agenda telefónica de nuestro superhéroe), con agilidad, buenos gags, escenas bien coreografiadas y su puntito de emotividad. Una prueba más que el el cine de animación no es únicamente para niños y que el cine de animación, incluso en un subgénero que parece centrarse más en la imagen real como es el superheroico, tiene mucho, mucho que decir, erigiéndose en una de las grandes propuestas animadas de este año.
Spider-Man: un nuevo universo llega a las pantallas españolas el 21 de diciembre.

martes, 11 de diciembre de 2018

LA CAÍDA DEL IMPERIO GALO

Como fan del cine de animación he de admitir que una de mis favoritas está protagonizada por Astérix. Más de uno habrá supuesto ya que me refiero a ese pequeño clásico que es Las doce pruebas de Astérix, una cinta con original premisa nacida de cero (no está basada en ninguno de los álbumes del personaje) con buenos gags y un gran sentido del ritmo. Y es que Astérix es de esos personajes que, sin destacar en el mundo del séptimo arte (otro jabalí nos cantaría en el caso del noveno) nunca ha abandonado del todo la gran pantalla.Tras una serie de cintas de menor fortuna, incluídas unas cuantas en imagen real (con ese gran acierto que es Deperdieu haciendo de Obélix) hace unos añitos llegó las muy recomendable Astérix: La residencia de los dioses, la primera en animación tridimensional. Parece que sus creadores han tomado nota de sus aciertos, y por ello en breve (es decir en España...en Francia se ha estrenado ya a principios de diciembre) se estrena Astérix: el secreto de la poción mágica.
Partiendo de una idea original (aunque como siempre hay elementos que nos remiten a más de una escena concreta de las viñetas protagonizadas por nuestros queridos galos) la película plantea la búsqueda por parte de nuestros héroes de un joven druida al que transmitir la receta de la poción mágica tras un desgraciado accicente que hace a Panorámix darse cuenta de que ya no es tan joven y puede faltar el día menos esperado.
En esta odisea no falta nadie, ni el gafe barco pirata que tanto juego da en los cómics, ni Julio César ni siquiera esos atormentados jabalíes que van a tener un papel clave en la trama (incluyendo un pequeño jabato que se convierte en un auténtico robaescenas en la mejor tradición del slapstick). A ellos se unen también un buen grupo de secundarios nuevos como toda una caterva de druidas bautizados en la mejor tradición de la saga (incluyendo uno de mesiánicas connotaciones en la mejor tradición de esos pequeños guiños a los que nos ha acostumbrado cine y cómic) y por supuesto ese personaje tan importante como es un buen villano, rol que aquí cae en el siniestro Maléfix, un druida renegado que nos recuerda levemente a ese adivino del albúm homónimo pero que consigue una entidad propia.
Astérix: el secreto de la poción mágica es ante todo una película divertida, con buen sentido del ritmo, que no pierde en ningún momento su vocación inicial de película infantil (por supuesto hay concesiones a la galería como el uso de la música en la escena de apertura y batalla final, al ritmo de You spin me around o la incorporación de una niña al elenco protagonista) pero que consigue arrancar la carcajada a más de un adulto tanto con sus diálogos como con su humor más físico. Sí, hay giros que se ven venir (de ese tipo de detallitos que sabemos serán relevantes de cara al desenlace de la trama) y la animación, aun siendo eficaz, no se acerca a las últimas maravillas estadounidenses y niponas (aunque podemos disfrutar de un par de cambios de estilo en dos escenas muy concretas, la del flashback del pasado común de Panorámix y Maléfix, casi abocetada o la del casting de druidas) pero estamos ante una película breve y ágil, sin pretensiones, de esas que se disfrutan en familia. Una cinta que sin ser la mejor del universo Astérix demuestra que los irreductibles galos todavía tienen mucho que decir y que se disfruta como solo pueden disfrutar los niños.

Astérix: el secreto de la poción mágica llega a las pantallas españolas el 11 de enero de 2019.

jueves, 29 de noviembre de 2018

DANZA MACABRA

Este año parece que el fantático camina en paralelo al arte de la danza. La ganadora del último festival de Sitges, Climax, es buena muestra de ello. Pero por mucho que haya podido impactar por sus interpretaciones y apartado visual a nivel argumental puede que esa etiqueta de "fantástico" resulte liviana. No es es el caso de Suspiria, un tétrico cuento de hechiceras no apto para todos los paladares.
Al hablar de esta nueva Suspiria, dirigida por Luca Guadagnino (que sonará a más de uno gracias a la sensible Call me by your name, ganadora del óscar al mejor guión adaptado y muy, muy recomendable) resulta prácticamente inevitable hablar de la cinta homónima de 1977 en la que se basa. Pero podemos decir con todas las letras basa, porque la nueva Suspiria es toda una vuelta de tuerca a la original, tanto por una historia en la profundiza más en sus personajes (casi en su totalidad femeninos con la excepción de un psiquiatra que, para aquellos a los que les guste indagar por la red tiene sorpresita...) como por su puesta en escena, con colores apagados pero con unos excesos bien diferentes a esa caja de música de ricos colores en la que se desarrollaba la cinta de Argento.
Ambientada en la misma ciudad y año que la original (Berlín , 1977) la nueva Suspiria nunca pierde del todo de vista el clima político de la época, contribuyendo a hacer todavía más malsano el entorno de la Alemania dividia al que llega la joven Susie Banner, una bailarina norteamericana que casi parece crecer de adolescente a mujer a lo largo de la trama y que llega a la misteriosa academina Markos. Hasta aquí parece nada distinto de la película primigenia pero la cinta de Guadagnino tiene su propia historia que contar, manteniendo el inquietante halo misterioso de la academia pero huyendo de los tenebrosos asesinatos que abrían la primera versión y que marcaban el resto de la historia.
Así hablando de esta nueva Suspiria en sí misma nos encontramos ante una película con una envidiable atmósfera, que en ningún momento se echa para atrás en sus concesiones al gore (indescriptible la escena del asesinato en el aula de los espejos, una escena que puede poner los pelos de punta o más bien el estómago al revés , y nunca mejor dicho, al espectador menos curtido), con elementos que no chirriarían en el mejor cine de terror asiático (ahí están las desasosegantes pesadillas que asedian a la protagonista) y un encomiable cuidado en los detalles (como ese garfio que casi se nos antoja una costilla con más de un eco bíblico). Y dentro de este cuidadísimo envoltorio una historia, como marca con aroma casi operístico, en seis actos y un epílogo que nos va a llevar a un todo un mundo de pesadilla que linda con la cásica Häxan y en la que el baile, rico en connotaciones telúricas, místicas y eróticas, se convierte en un ingrediente clava. Una trama que se va volviendo más arriesgada a medida que avanza, incidiendo en el carácter de comunidad de sus protagonistas. y que solo puede culminar en un excesivo aquelarre como pocos se han visto en pantalla, un puro delirio como el que afirma el personaje del psiquiatra sufre una de las bailarinas casi al comienzo de la historia, que entusiasmará tanto como disgustará a más de un espectador, y que nos puede hacer pensar en cintas del género como la odiada y amada a partes iguales Lords of Salem.
Suspiria es una película tremendamente ambiciosa, cuyo visionado no es fácil, de esas que tanto entusiasman a los fans como les dan ganas de salir corriendo del cine. Su duración, sobrepasando las dos horas y media frente a los apenas 90 minutos durante los que nos deleitan con escenas tan sorprendentes como ese casi hipnótico ballet Volk o nos emociona con dramáticas historias como la que arrastra el anciano doctor.
Unos la odiarán. Otros la considerarán superior al original. Pero sin duda es una de esas películas ineludibles que merecen verse para forjarse una opinión propia acerca de este grandguignolesco ditirambo recitado por bacantes modernas y consagrado a la mater suspiriorum. Lejos del cine de terror al uso una hermosa perla deforme del cine de autor.

 Suspiria llega a los cines españoles el 5 de diciembre.

miércoles, 28 de noviembre de 2018

LA VIGILANTE DE LA MORGUE

A pesar de tener unos inquilinos no muy animados precisamente hay que ver el juego que da en el cine ese microcosmos que es la morgue. Películas como El vigilante nocturno (y su remake La sombra de la noche), El cadáver de Anna Fritz, El cuerpo (y su remake coreano, que por una vez supera y con nota a la original: The vanished) o la reciente La autopsia de Jane Doe son buena prueba de ello. Pero ¿que pasa si añadimos a la ecuación una pizquita de satanismo?. El resultado es Cadáver.

Cadáver, traducción sonora y creativa del original The possession of Hannah Grace, arranca del cine de exorcismos de toda la vida, en pleno rito y con poseído que sale (bastante) rana. Con un detallito original, que al final no da tanto juego como podemos pensar en principio, como es el del color de los ojos de la endemoniada, encontramos una escena conocida con una resolución más propia del final de la cinta y que conduce a la pobre víctima no al cielo ni al infierno, sino a la más terrenal morgue.
Y ahí es donde va a entrar en juego la segunda y principal protagonista, a pesar del título, de nuestra historia: Megan, una expolicía de tortuoso pasado que parece encontrar gracias a su madrina de Alcohólicos Anónimos la solución a sus noches pegada a la botella en el trabajo nocturno en la morgue (aunque visto el resultado a más de uno le conduciría no solo a la bebida sino al consumo de tranquilizantes y de los fuertecitos).
A partir de aquí una primera parte que, de no ser por los primeros minutos de la película, que nos han dejado bien claro a que tipo de fuerzas se enfrentan nuestros personajes, juegan con una relativa ambigüedad que le sienta bien, en unas estancias en la que el detector de luz funciona peor que la de algún baño público y donde siempre hay lugar para el susto tonto. Un comienzo que suma enteros a la cinta con el (ligero) desarrollo de sus protagonistas pero que en breve va a mutar en la típica película con bicho (poseída en esta ocasión) que se dedica a asustar pegando portazos, asesinar indiscriminadamente y pasearse por el techo entre unos ruiditos inquietantes que parecer ser síntoma de algún problema con las articulaciones. Y por supuesto a aparecerse de manera inquietante en los registros de la cámara de seguridad, a los que nuestra heroína (como buena expolicía con recursos y un jefe de seguridad que parece no tener muy claro el asunto ese de la confidencialidad) acude.
No se puede negar que los héroes de Cadáver toman, como buenos personajes de cinta de terror sin pretensiones, un serie de decisiones cuestionables (amén de otros detalles tan sorprendentes como el arma elegida durante el prólogo para acabar con el anticristo de turno...claro que a largo plazo tampoco parece muy eficaz, pero tampoco se puede negar que esta película, con más de un detalle que ya hemos visto en otras piezas del ramo, tiene buen ritmo y una duración que se agradece (apenas sí llega a la hora y media) haciendo de ella una película convencional pero que puede entretener a más de un fan del género (pero que no intente sorprenderse...no lo conseguirá). Una cinta que, especialmente en su última media hora, debe disfrutarse con palomitas y ganas de cachondeo, por mucho drama que arrastren sus protagonistas, como una opción ligerita y por supuesto para completistas.
Cadáver llega a las pantallas españolas el 30 de noviembre. 

lunes, 26 de noviembre de 2018

OCEAN 65

Dulces ancianitos a los que les da por bailar, irse de juerga a las Vegas o incluso montar un club de lectura sobre 50 sombras de Grey son algunas de las historias que nos ha traído el séptimo arte. Incluso a alguno le da por hacerse amigo de lo ajeno, rememorando tiempos presuntamente mejores. Este es el caso de Rey de ladrones.
Basada en hechos reales Rey de ladrones nos presenta a un grupo de jubilados dispuestos a dar el gran golpe, que no dieron en su juventud, que cambie sus vidas. Genios y figuras hasta la sepultura, aunque ahora se vean obligados a preparar la medicación a la par que el plan maestro, e incluso alguno se quede toque (literal) en plena vigilancia, su primera parte no se diferencia, ni en guion ni en banda sonora de buena parte del cine de ladrones al que estamos acostumbrados. Con todo un caballero de la escena como es Michael Caine, atormentado en esta ocasión por el reciente fallecimiento de su esposa (básico pero hermoso ese recurso del armario lleno de cartas sin abrir y zapatos que ya nadie usará), y con un reparto bien escogido nuestros ladrones no están en la línea de ese también madurito Sean Connery de La trampa, sino que se erigen como criminales de corte clásico, y ni siquiera el robo en sí va a ser el momento cumbre de la cinta, sino que durante buena parte de la trama asistiremos a las consecuencias de sus acciones.
Rey de ladrones es una película entretenida, con un buen montaje (ingenioso el uso de cortes de películas clásicas) y personajes carismáticos. Si bien pierde bastante ritmo en su segunda parte no se puede negar que conoce y ama un género que no revoluciona, pero nos da la oportunidad de disfrutar del trabajo de un puñado de veteranos que demuestran que, al igual que sus personajes, todavía tienen mucho que decir.
Rey de ladrones llega a los cines españoles el 5 de diciembre.

jueves, 22 de noviembre de 2018

DICKENS ENFURRUÑADO


Quizás sea porque nunca ha sido uno de mis autores de cabecera pero para mí Charles Dickens siempre ha sido un tipo con barba y pinta más bien de estirado. El hombre que inventó la Navidad nos presenta una realidad distinta (Su protagonista tal vez les suene de la última y bastante aborrecible version de La bella y la bestia desde aquí recomiendo The guest donde se defiende como todo un macho alfa), presentando a nombre estro héroe literato en un mar de dudas ante la que será la creación de una de sus obras cumbre, Cuento de Navidad.
En la línea de la en su día oscarizada Shakespeare in love, con un autor falto de inspiración que empieza a encontrarla en su vida cotidiana El hombre que inventó la Navidad es una fábula afable, con personajes carismáticos, un buen toque de humor y alguna sorpresa en el campo de los secundarios ( ahí esta Christopher Plummer como un magnífico Scrooge). Una suerte de cuento de Navidad, valga la redundancia, aunque esta solo aparezca en todo su esplendor al final, alejada en forma de aquella que nos suele presentar la televisión cada año pero que en espíritu no se aleja de este modelo prototipico, con el retrato de un autor cuyas acciones le harán ver cuánto se parece, aunque no lo desee, a su inmortal personaje.
Una eficaz dirección artística y apuntes tan curiosos como los relativos al sistema de edición de aquella época, la relación de Diciendo con su progenitor o un episodio relativamente poco conocido de la infancia del escritor hacen de esta una cinta que, si bnoen no cala tanto como el original en que se basa, si consigue presentar un enfoque original y bien presentado.
Una historia de Navidad para niños algo más creciditos que, sin aportar mucho al aura de la brasa dickensiana, entretiene y se ve con agrado. Podría ponerse algún pero respecto al histrionismo de alguno de sus personajes o unos apuntes finales que se pueden antojar casi hagiograficos, pero son elementos que tampoco chirrían demasiado en una trama que no deja de ser un cuento con sus buenos, sus malos y, aún basada en una historia real, su pizquita de fantasía.
El hombre que inventó la Navidad llega a los cines el 30 de noviembre.

miércoles, 21 de noviembre de 2018

LLAMADA RESPONDIDA

Hacia 2010 una cinta de director español y protagonista canadiense llamó la atención de crítica y público demostrando que se podía hacer un thriller con un único actor (en pantalla) y un único decorado de apenas tres metros cuadrados. Su nombre Buried y su trama la angustiosa odisea de un contratista atrapado en un precario ataúd de madera cuya única esperanza de salvación está al otro lado de la línea. Desde Dinamarca nos llega una nueva historia que nos transporta al otro lado de ese teléfono y su nombre The guilty.
Poco puede contarse de esta historia con una completa fidelidad a las tres unidades y en tiempo real que nos transporta a la noche de pesadilla, previa a un importante juicio, del agente Asger Holm, un policía destinado al servicio telefónico de emergencias que, entre llamadas de accidentes sin importancias y de yonkis en pleno viaje recibe la petición de auxilio desde un vehículo en marcha de una mujer que parece estar siendo víctima de un secuestro. Y digo poco puede contarse porque cuanto menos sepa el espectador de a qué se va a enfrentar en la gran pantalla muchísimo mejor. Holm, interpretado por Jacob Cedergren, no sufrirá de la angustia de este caso en carnes propias como le pasaba al protagonista de Buried, pero sí que tendrá que hacer gala de toda su imaginación y recursos para resolver algo que parece irresoluble, y en el que cada giro parece ir añadiendo una paletada de tierra a un ataúd imaginario.
The guilty presenta una puesta en escena sencilla. Rodada en tiempo real, sin tiempo para elipsis alguna la película carece por completo de música (aunque sí incorpora algún efecto de sonido que añade si cabe todavía más angustia a la trama, como el sonido de la fugoneta y la carretera que podemos escuchar a través del teléfono o un desasosegante ruido similar a la estática que podemos escuchar de fondo en algunos de los momentos más angustiosos de la historia) y casi de escenario, desarrollándose por completo en la oficina de la comisaria destinada a la atención teléfonica, un espacio de apenas una habitación y un despacho. Y con la excepción de aquellos personajes que escuchamos vía telefónica nuestro héroe apenas intercambia un par de frases con un par de compañeros. Pero la brillantez de la actuación de su protagonista, en un auténtico tour de force que consigue arrastrar al espectador más avezado, y la garra de su guión, que sabe jugar tanto con sus personajes como con una audiencia al que historias como la que cuenta nuestra película le suenan del telediario del día a día, hacen de ella un thriller tremendamente eficaz. Una trama que podría tanto funcionar perfectamente tanto en teatro como en forma de serial radiofónico (sí, todavía los hay, y algunos tan destacables como la versión de Psicosis de RNE de hace unos añitos o la más reciente de Jekyll y Hyde ...al que se atreva a probar están ahí en internet y son muy, pero que muy recomendables) pero que en cine gana además con unos demoledores primeros planos.
Una película impactante, que no suelta al espectador ni por un segundo. De esas que dan ganas de gritarle a los personajes (y no solo ese "está detrás de tí" al que invita el cine de terror más entrañable) y que animan a iniciar tertulia en el bar después del cine. Aunque la ausencia de nombres conocidos en su (sobrio) cartel no parecen invitar al espectador amante del cine más comercial nos encontramos ante una cinta que, con poco, no tiene nada que envidiar a lo mejor de Hollywood con una historia que se va a quedarse en nuestra retina bastante tiempo.
The guilty llega a las pantallas españolas el 23 de noviembre.

martes, 20 de noviembre de 2018

JAPIBERDEITUYU

200 Añitos hace ya el Museo del Prado...dos opciones de cine para celebrarlo son los documentales El bosco. El jardín de los sueños o Las cajas españolas. Y mucho, mucho más por descubrir.
Así que ¡Muchas felicidades! a seguir cumpliendo...

viernes, 9 de noviembre de 2018

LA MALA ESPOSA

No hace mucho, en pleno año Frankenstein, Mary Shelley demostró como la biografía de una escritora, y más en los tiempos de reivindicación que corren, puede tener mucha, mucha chicha (del casting mejor hablamos otro día, pues a pesar de tener una protagonista joven, igual que la escritora original, esta parecía más una princesa Disney que la madre del monstruo literario por antonomasia). No tan conocida como esta nos llega ahora la historia de una escritora con una obra inmesamente popular en su época y que se estrena, igual que la de Shelley, con su propio nombre (Aunque sería más correcto hablar de apellido): Colette.
Autora de las célebres Claudine y Gigi este biopic nos lleva por los primeros años como autora de su protagonista, bajo el nombre de su marido en el caso de sus primeros años, en una trama plagada de romances e infidelidades más o menos consentidas (centrándose exclusivamente en las femeninas, a pesar de que tuvo amantes de ambos sexos). Con una Keira Knighley al frente que vuelve a demostrar nuevamente su valía como actriz de época (incluso en la más comercial saga Piratas del Caribe demuestra buen hacer) y una dirección artística cuidadísima, excesiva cuando debe serlo en el clima de los salones literarios y sencilla en las escenas campestres con especial atención a la iluminación (incluso se permite la alusión a la aparición de la luz eléctrica) y fidelidad a las fotografías de la época la historia es mucho menos polémica (conociendo la biografía y obra de su protagonista) de lo que podríamos preveer, moviéndose entre el cine romántico y la historia de superación personal, con algún apunte importante respecto al papel de la mujer como creadora en el París de finales del XIX y principios del XX.
Colette es una de esas cintas que se ven con agrado: unos personajes carismáticos (desde la moderna protagonista a ese marido que lidia entre el amor más romántico y acciones tan cuestionables como cuando la encierra para forzarla a escribir), una historia con relativo buen ritmo y un París que si bien no es de cuento de hadas sí lo es de postal. Pero también nos encontramos con una película que a pesar de contar con un material de partida rico tanto en luces como en sombras, al que se le podría sacar mucho, pero muchísimo juego, se queda en la puerta, casi pasando de puntillas, dejando una historia de personajes en los que, con la excepción de Willy, marido de Colette, apenas sí se ahonda (de una de las últimas amantes de este apenas llegamos a saber tanto como del perro de la escritora).
Intensa a ratos, más convencional en otros Colette es una película bien hecha, y con un reparto eficaz (casi sobresaliente en el caso de su protagonista, que sabe sacarle toda la picardía y fragilidad posibles a sus personajes), pero que tampoco sobresale en su conjunto. Para amantes del cine de época, y en especial para aquellos que disfrutan con las historias, reales (como en este caso) o no, de mujeres fuertes que pueden marcar la diferencia.


Colette llega a los cines españoles el 16 de noviembre.

martes, 6 de noviembre de 2018

BAJANDO EL PERISCOPIO

Cuando más lejano en el tiempo resulta un suceso histórico más fácil (y común) resulta hacer interpretaciones y añadidos a la parte conocida de la historia original a la hora de llevarlo al mundo de la ficción y, por añadidura, del desastre arte. En el caso del pasado más reciente esto no resulta tan sencillo pero en el caso que nos ocupa, la tragedia del Kursk, un hecho sobre el que hay más de una laguna (por favor sin juegos de palabras...bastante trágico es ya el asunto) y mucho secretismo, hay mucho terreno en el que jugar.
Relato de los días entre entre la salida del tristemente célebre submarino Kursk al mar hasta el acceso al mismo una semana después la película parte de los días previos al comienzo de las maniobras para presentarnos de manera sencilla y emocional a los protagonistas de este drama. Con mecanismos a los que el cine made in Hollywood nos ha acostumbrado ya (si bien la cinta es francesa y goza de un equipo internacional, con sorpresas tan agradables como la presencia de secundarios como Colin Firth o Max von Sydow), boda y escenas con niño incluídas Kursk se convierte pronto en la crónica de una tragedia anunciada en la que la mala suerte y un sin fin de malas decisiones (algunas motivadas más por el ego que otra cosa) van a generar una gran tragedia. Una fábula fatalista, con concesiones pequeñas para la esperanza (jamás un chiste tan malo hizo tanto por la moral de un grupo) que se va a dividir entre tres frentes: el de los tripulantes del subamarino, el de sus familiares y el de las tropas, rusas e internacionales, dispuestas a rescatar a los posibles supervivientes.
En Kursk vamos a encontrar numerosos momentos de déjà vu (la foto, la importancia de ese reloj de submarinista) así como recursos más emotivos que veristas (la escena en la que la mujer de uno de los marineros corre a la calle en pijama para gritar a sus vecinas que parece que algunos tripulantes siguen vivos...parece que en la Rusia del 2000 no existe esa cosita llamada teléfono) pero a pesar de estas pequeñas trampas cinematográficas y pese a no profundizarse en exceso en los personajes (a los que conocemos más por sus relaciones entre ellos que por lo que realmente nos cuenten de ellos mismos) consigue crear empatía en un espectador que se deja conmover por un drama con eficaces interpretaciones y un desenlace que consigue resultar emocionante (y una buena muestra del buen hacer de su director, Thomas Vinterberg, un cineasta que ha sabido reflejarlas intensas emociones de sus personajes, hasta de los más jóvenes, en películas tan recomendables como La caza).
Kursk consigue realmente transmitir la sensación de desesperación de sus protagonistas, tanto de los propios marinos atrapados como de los familiares de estos, de su frío, su hambre y hasta inclso su coqueteo de la locura (ese intento de uno de los supervivientes de escapar nadando), con escenas tan potentes como la de la incursión en una de las zonas inundadas para recuperar unos elementos esenciales para no perecer casi de inmediato y tan oscuramente hermosas como la del acto religioso del final de la cinta. Puede que argumentalmente nos enfrentemos a una muestra prototípica de ese cine de supervivencia que de vez en cuando llega a nuestras pantallas (tan reales como ¡Viven! o tan fantásticos como The martian) pero su fuerza visual logra conectar con un espectador que quizás de entrada no recuerde la tragedia del submarino ruso, o todavía acordándose se deje un poquito sorprender. Una propuesta no redonda, pero sí interesante y una buena muestra de que hay historias que no deben olvidarse.
Kursk llega a los cines españoles el 5 de diciembre.

lunes, 5 de noviembre de 2018

SUBIENDO LA TEMPERATURA

Hace unos años mientras esperaba en la larga cola del baño de un establecimiento de una conocida franquicia de sándwichs una chica a la que no conocía de nada se puso a hablar conmigo. Era un día bonito pero para ella no. No me dijo de que ciudad en concreto, pero si me contó que era estadounidense y que esa misma noche había estado hablando largo rato por teléfono con sus padres. Estaba realmente preocupada, y la causa de sus nervios era la (inesperada) victoria de Donald Trump, encima con ella tan lejos de casa. Supongo que muchos, por todo el globo, nos sentimos así...y a muchos probablemente nos pasó por la cabeza que pasaria por la del documentalista Michael Moore, un viejo amigo de Bush. Han pasado dos años pero es el momento de abrir la caja de los truenos con Farenheit 9/11.
Con título aludiendo a su Farenheit 9/11 llega este nuevo documental denuncia cuyo punto de arranque es por supuesto las elecciones de 2016, con unos demócratas que ya cantaban la victoria y unos republicanos cuyo triunfo les sorprendió hasta ellos. Haciendo gala de dos de sus mejores armas, un buen montaje y un sentido del humor incisivo a prueba de bomba, los primeros minutos son sencillamente brillantes, con un inteligente uso de la banda sonora (con los ominosos coros de La profecía y el Ridi paglaccio en cabeza).
Pero además de para Trump, cabeza de cartel y objeto de acusaciones nada veladas a su tipo de "relaciones" famialiares, la cinta tiene regalitos para todos, de Hillary Clinton a su marido Bill pasando por Obama y Bush. Moore parece en algunos momentos perder de vista la era Trump para sumergirse en sus predecesores e incluso volver al a temas anteriores de su filmografía, como el control de armas o la sangrante situación de Flint, Míchigan (y las indescriptibles medidas adoptadas por el gobernador Snyder), pero aunque parezca divagar estos caminos conducirán a un símil nada sutil con un terrible episodio de nuestra historia ( y cuando digo nuestra me refiero a Europa) que no cogerá a nadie por sorpresa, pero que resulta tan efectista como efectivo.
Tal y como nos tiene acostumbrados la nueva obra de Moore es divertida, ágil y también sabe pinchar en lo más hondo de un espectador que se enfrenta a mucho más de lo que conoce por el telediario. Podríamos decir que en ocasiones pierde el ritmo y en algún momento nos deja una sensación de "ya visto" pero, francamente, hay muchas cosas que por desgracia no han cambiado. Moore ha vuelto. Esta película encantara a sus fans y enfurecerá a los de siempre, y nos dejará esa sensación de temblar después de haber reído.
Farenheit 11/9 llega a los cines el 9 de noviembre.