Existen películas cuyo título resultan un auténtico trabalenguas. A veces son un diálogo pronunciada por los personajes o una frase hecha o...como sucede en este caso son simplemente lo más apropiado. Hablo de La sociedad literaria y el pastel de piel de patata (me permitirán que a partir de ahora me refiera a esta meramente como La sociedad literaria), inspirada en la novela casi homónima. Y digo casi porque en esta ocasión el libro tiene un título todavía más largo: La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey.
La sociedad literaria es una película de esas que tienen un buen arranque: una reunión casi clandestina, una mentira y un corte con visos de continuará. Las respuestas a los muchos interrogantes que plantea esta escena llegarán más tarde, tras la presentación de la que va a ser la protagonista de la función: una joven escritora de éxito que se encuentra ante un momento de cambios en su vida, y que va a encontrar en estas dudas que también atormentan, aunque sea ligeramente al espectador, una suerte de detonante.
Aunque en sus primeros momentos puede no parecerlo la cinta no es sino un drama romántico de un director ya familiar ante el género, Mike Newell, que sabe presentar de manera más original su historia que desarrollarla. Así encontramos una asociación amigable que parece ocultar más de un secreto, unos personajes carismáticos, una vecina chismosa (que francamente podría habernos dado mucho más juego) y un pasado doloroso (apenas acaba de terminar la II Guerra Mundial...la cinta se desarrolla en 1946) que atormenta a los protagonistas...todos elementos que contribuyen a generar el interés de un espectador que se puede sentir más o menos descolocado ante el original título. pero una vez nos hemos sumergido en la trama la cinta se deja llevar por derroteros más típicos del cine romántico (y no diré más...algún giro se ve llegar de lejos casi desde el primer momento), haciendo de esta una película más adecuada para los fans del género que para aquellos que busquen otro tipo de historia en su pantalla.
La sociedad literaria es una película de factura elegante, con bonita fotografía y unos paisajes bucólicos casi de catálogo de viajes. Una película agradable de ver y bien hecha, pero que a pesar del desgarrador trasfondo que presenta (el clima de una isla ocupada por los nazis) no logra absorber el corazón de un espectador que seguramente simpatiza con los personajes, pero al que no llega a arrastrar una trama que con estos notables ingredientes daba para mucho, pero que mucho más, aunque acaba desembocando en una historia más convencional que su original título. Un drama eficaz, sin duda, pero al que habría beneficiado una miguita de atrevimiento emocional.
La sociedad literaria y el pastel de piel de patata llega a los cines el 19 de octubre.
Legos del Monigotorium
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viernes, 31 de agosto de 2018
jueves, 30 de agosto de 2018
DESDE COREA CON AMOR
Aunque no he podido disfrutar de él tanto como quisiera siempre he pensado que el cine coreano es, especialmente en el terreno del fantástico, uno de lo bocados más arriesgados y sabrosos que uno se puede echar al gaznate cinéfilo. Pero para el disgusto de muchos también es de los más desconocidos, ya que pocas muestras llegan a la pantalla grande, aunque las que lo logran son pequeños lujos como La doncella (http://monigotorium.blogspot.com/2016/11/tirando-de-la-cuerda.html) o Train to Busan (http://monigotorium.blogspot.com/2016/12/estacion-terminal.html).
Para subsanar este olvido llega la ya 11ª edición (aunque para alguno resultará la primera) del Festival de cine coreano, que tendrá lugar del 30 de agosto y terminará el 2 de septiembre, y en la que se podrá ver una buena muestra de todos géneros, desde el terror de la propia Train to Busan (para los que se queden con ganas de más pueden recuperar su precuela Seoul station en formato doméstico, una de las pocas cintas de animación con zombies) a la comedia en On the pitch pasando por el thriller y el drama bélico. Seis películas estrenadas entre 2004 y 2018 que animan a descubrir una cinematografía que nos ha regalado películas tan recomendables como The host o Memories of a murder y que promete mucho, mucho más.
La cita comienza hoy con el remake coreano de El cuerpo, The vanished, estrenada este año con gran éxito y que también podrá disfrutarse el 31 de agosto y el 2 de septiembre en el céntrico Palacio de la Prensa, que albergará la mayoría de proyecciones, con la excepción de Lazos de guerra, que se proyectará la tarde del viernes en el cine Doré.
The vanished ves un refrescante remake que, sin variar en esencia la trama de la original, añade unos toques de humor a través del personaje del inspector que sienta francamente bien al resultado.
Más información en la página del Centro Cultural Coreano http://spain.korean-culture.org/es/448/board/138/read/91082
Para subsanar este olvido llega la ya 11ª edición (aunque para alguno resultará la primera) del Festival de cine coreano, que tendrá lugar del 30 de agosto y terminará el 2 de septiembre, y en la que se podrá ver una buena muestra de todos géneros, desde el terror de la propia Train to Busan (para los que se queden con ganas de más pueden recuperar su precuela Seoul station en formato doméstico, una de las pocas cintas de animación con zombies) a la comedia en On the pitch pasando por el thriller y el drama bélico. Seis películas estrenadas entre 2004 y 2018 que animan a descubrir una cinematografía que nos ha regalado películas tan recomendables como The host o Memories of a murder y que promete mucho, mucho más.
La cita comienza hoy con el remake coreano de El cuerpo, The vanished, estrenada este año con gran éxito y que también podrá disfrutarse el 31 de agosto y el 2 de septiembre en el céntrico Palacio de la Prensa, que albergará la mayoría de proyecciones, con la excepción de Lazos de guerra, que se proyectará la tarde del viernes en el cine Doré.
The vanished ves un refrescante remake que, sin variar en esencia la trama de la original, añade unos toques de humor a través del personaje del inspector que sienta francamente bien al resultado.
Más información en la página del Centro Cultural Coreano http://spain.korean-culture.org/es/448/board/138/read/91082
martes, 28 de agosto de 2018
CUATRO SOMBRAS MÁS MADURAS
¿Las chicas de oro más Cincuenta sombras de Grey?.Con ingredientes así el cóctel es al menos explosivo, y con un nombre fácil de recordar: Book club.
Pero esta historia en torno a cuatro amigas de toda la vida que se sumergen en la lectura de la popular trilogía (hoy creo que tetralogía) es quizás un poquito más light de lo que podríamos haber creído en un primer momento o será que yo soy muy mal pensada...
Nos encontramos ante una comedia romántica con un reparto de campanillas encabezado por Diane Keaton, Jane Fonda, Candice Bergen y Mary Steenburgen (quizás les suenen un poco menos estas dos últimas pero la segunda ganó un oscar en 1980) con secundarios tan interesantes como Andy García o Don Johnson (Y alguna sorpresa más), en la que la lectura del mencionado libro enciende la chispa de unas mujeres que se encuentran en estados de transición (la eterna soltera juerguista que se reencuentra con el hombre que le pidió matrimonio hace décadas, la divorciada que hace años que no se suelta el pelo, la viuda que encuentra un nuevo amor y la casada cuyo marido parece, digamos, desanimado en el amor...el juego puede ser averiguar quien es quien antes de ver la cinta). Lo mejor sin duda esto: su reparto, con unos intérpretes que saben moverse en los límites de la comedia con naturalidad.
Pero aunque estos consiguen establecer rápidamente una vía de complicidad con el espectador el guión, que sin embargo en más de una ocasión demuestra que sabe regalarnos réplicas que consiguen hacernos reir a mandíbula batiente, resulta bastante más soso de lo que su premisa promete, volviéndose en ocasiones excesivamente predecible (especialmente a la hora de enfocar el tramo final...pero claro, no hay que olvidar que nos encontramos ante una comedia y, lo que es más importante, sin pretensiones). Es natural que en una cinta con personajes tan diferenciados como a la que nos enfrentamos no exista el mismo nivel entre unas historias y otras (a las cuatro protagonistas se las ve en contadas ocasiones juntas a lo largo del metraje...y lo más sorprendente es que, cuando lo hacen, casi siempre lo hacen acompañadas de unas cuantas botellas de vino y unos platos de presentación impecable. No es por meterme con los hábitos de consumo de la tercera edad pero creo que más de una se va a llevar una regañina a cuento de la revisión médica) pero es fácil casi olvidarse de alguna de nuestras cuatro damas durante la cinta (como la parte de la jueza, con momentos tan divertidos como la despedida en la cita, pero que se antoja de menor peso), lastrando el ritmo y demostrando que, en realidad para estas lo importante son sus propias relaciones personales y haciendo que las llamativas sombras de Grey constituyan un detonante menos fuerte de lo que preveíamos en un primer momento.
Book club es una comedia sencilla sobre personas de edad que sin embargo están abiertas a nuevas experiencias, como la todavía fresquita Bailando la vida o A propósito de Schmidt. Una película con un buen reparto y una agradable dosis de optimismo. No creo que motive a nadie, a pesar de la obsesión que parece tener alguno de los personajes con Moby Dick, a enrolarse en ningún club de lectura como el del título, pero sí consigue que pasemos una hora y media entretenida a poco que conectemos con unas protagonistas que saben encontrar en la vida misma las mejores motivaciones para vivir.
Book club llega a las pantallas españolas el 14 de septiembre.
Pero esta historia en torno a cuatro amigas de toda la vida que se sumergen en la lectura de la popular trilogía (hoy creo que tetralogía) es quizás un poquito más light de lo que podríamos haber creído en un primer momento o será que yo soy muy mal pensada...
Nos encontramos ante una comedia romántica con un reparto de campanillas encabezado por Diane Keaton, Jane Fonda, Candice Bergen y Mary Steenburgen (quizás les suenen un poco menos estas dos últimas pero la segunda ganó un oscar en 1980) con secundarios tan interesantes como Andy García o Don Johnson (Y alguna sorpresa más), en la que la lectura del mencionado libro enciende la chispa de unas mujeres que se encuentran en estados de transición (la eterna soltera juerguista que se reencuentra con el hombre que le pidió matrimonio hace décadas, la divorciada que hace años que no se suelta el pelo, la viuda que encuentra un nuevo amor y la casada cuyo marido parece, digamos, desanimado en el amor...el juego puede ser averiguar quien es quien antes de ver la cinta). Lo mejor sin duda esto: su reparto, con unos intérpretes que saben moverse en los límites de la comedia con naturalidad.
Pero aunque estos consiguen establecer rápidamente una vía de complicidad con el espectador el guión, que sin embargo en más de una ocasión demuestra que sabe regalarnos réplicas que consiguen hacernos reir a mandíbula batiente, resulta bastante más soso de lo que su premisa promete, volviéndose en ocasiones excesivamente predecible (especialmente a la hora de enfocar el tramo final...pero claro, no hay que olvidar que nos encontramos ante una comedia y, lo que es más importante, sin pretensiones). Es natural que en una cinta con personajes tan diferenciados como a la que nos enfrentamos no exista el mismo nivel entre unas historias y otras (a las cuatro protagonistas se las ve en contadas ocasiones juntas a lo largo del metraje...y lo más sorprendente es que, cuando lo hacen, casi siempre lo hacen acompañadas de unas cuantas botellas de vino y unos platos de presentación impecable. No es por meterme con los hábitos de consumo de la tercera edad pero creo que más de una se va a llevar una regañina a cuento de la revisión médica) pero es fácil casi olvidarse de alguna de nuestras cuatro damas durante la cinta (como la parte de la jueza, con momentos tan divertidos como la despedida en la cita, pero que se antoja de menor peso), lastrando el ritmo y demostrando que, en realidad para estas lo importante son sus propias relaciones personales y haciendo que las llamativas sombras de Grey constituyan un detonante menos fuerte de lo que preveíamos en un primer momento.
Book club es una comedia sencilla sobre personas de edad que sin embargo están abiertas a nuevas experiencias, como la todavía fresquita Bailando la vida o A propósito de Schmidt. Una película con un buen reparto y una agradable dosis de optimismo. No creo que motive a nadie, a pesar de la obsesión que parece tener alguno de los personajes con Moby Dick, a enrolarse en ningún club de lectura como el del título, pero sí consigue que pasemos una hora y media entretenida a poco que conectemos con unas protagonistas que saben encontrar en la vida misma las mejores motivaciones para vivir.
Book club llega a las pantallas españolas el 14 de septiembre.
TODO EL DINERO DEL BARCO
Dejar en tierra todos los problemas, solo centrarse en disfrutar...es un magnífico consejo que quiebra, aunque no rompe, la cuarta pared con el que se abre Yucatán, la última película de Daniel Monzón, un director que no le hace ascos a los géneros y que regresa a la comedia (El robo más grande jamás contado) para contarnos una historia de delitos en alta mar, aunque lejos del tipo su última cinta estrenada hasta el momento, El niño.
Con el triángulo amoroso formado por Rodrigo de la Serna, Stephanie Cayo y un habitual del director, Luis Tosar, como cabeza de cartel la película nos presenta el microcosmos de un yate de lujo que realiza una ruta con escalas entre Barcelona y la Yucatán del título convertido en el campo de recreo de una banda de timadores de altos vuelos que se va a encontrar con la posibilidad del golpe de sus vidas, encarnado por un viudo enriquecido recientemente gracias a un desmesurado premio de la lotería.
Es dificil hablar de buenos y malos en una película que sabe sacar el mejor partido (incluso el lado sexy de Luis Tosar, con su interpretación acompañado de un ukelele...y no, no es coña) de unos personajes carismáticos que hacen casi de todo, hata cantar y bailar, y más, cuando tras una larga presentación del trío protagonista y de las circustancias que les han llevado a su (complicada) relación, poco a poco se va introduciendo el que va a ser el meollo de la cinta: el intentar conseguir el mayor botín posible, cada uno con su propio método, de un dulce viudo que en un principio parece no terner muchas luces (Aunque esto es algo que piensan sobre todo sus avariciosos yernos, que junto a sus hijas le acompañan en el crucero) pero que poco a poco casi va relegando al resto de personajes a segundo plano y apoderándose de la trama. Interpretado por el más conocido por su labor como actor de doblaje, Joan Pera (cuya inconfundible voz podimos oir hace poco también a bordo de un transatlántico muy distinto, en la tercera entrega de Hotel Transilvania), su papel constituye tanto una agradable sorpresa como todo un golpe en la mesa a favor de estos magníficos profesionales cuyo rostro muchas veces desconocemos, y que aquí llega en momentos a eclipsar al resto del reparto.
Yucatán es una comedia elegante, con mucho de clásico, desde sus diálogos a su ambientación y vestuario, pasando por su tipo de humor (la preparación del "drama" que presenta el personaje de Tosar al de Pera sobre su hijita enferma...y que acabará desembocando en un alocado guiño a El cazador...y no diré más). Una producción ambiciosa, pero hecha con mimo y que incluso se permite aproximarse con desenvoltura al género del musical (usando como coartada los numerosos espectáculos que suelen darse a bordo de este tipo de navíos, y a veces como espejo de los sentimientos de los personajes...ahí está esa cacofónica interpretación de Noelia al piano), y que consigue tanto arrastrar al espectador con una trama con más de un giro inesperado como conseguir su carcajada (aunque quizás resulten más forzosos aquellos momentos de comedia más física como la carrera contrarreloj en autobús o el número de danza con sonora sorpresa), aunque quizás resulte más interesante como cinta de género que como comedia al uso. Simplemente una película con buenos ingredientes, bien hecha y con buen sentido del ritmo, algo que parece sencillo, pero como los timos maestros planificados al dedillo, no lo es en absoluto.
Yucatán llega a las pantallas el 31 de agosto.
viernes, 24 de agosto de 2018
PRÍNCIPES DE BARRIO
Kings se abre con una escena serena. Una joven camina tranquilamente por la calle, hasta llegar a una tienda, y la oscuridad de su puerta parece tragársela. No es un mero problema de iluminación del establecimiento, sino que se torna en metáfora de la oscuridad en forma de escalada de violencia que va a afectar a todos y cada uno de sus protagonistas, sin importar sexo, raza o edad.
Basada en los disturbios raciales que tuvieron lugar en Los Ángeles en 1992, y que dejarían tal impronta en la cultura popular que darían lugar a numerosas canciones y generarían eco en más de una película, la cinta parte de dos hechos reales, uno recreado (la muerte de Latasha Harlins) y otro referido a lo largo de todo el metraje (los juicios de Rodney King), para contarnos la historia de una mujer de barrio, encarnada por la oscarizada Halle Berry, madre biológica y de acogida de más de media docena de niños, que va a ver como estos dos sucesos alteran el ambiente de su comunidad y su propia vida.
La premisa podría hacernos pensar en una película todavía reciente como Detroit (que narraba unos hechos de 1967) pero esta no se ciñe a una mera noche de pesadilla, sino que muestra como un clima ya enrarecido de por sí, va con los día y la semana a convertir un barrio trabajador en un auténtico polvorín. Probablemente sea más interesante la primera mitad de la película, a pesar de unos fundidos cuyo primer uso sorprende y con el desarrollo de la historia se van tornando manidos, la que nos revela las raíces de los disturbios, presentando detalles como aquella escena en la que el personaje de Daniel raig, tras comprobar que en ningún canal dan otra cosa que el juicio de Rodney King, opta por apagar la televisión para evitar que lo vean los hijos de su vecina. La segunda sin embargo resulta más "correcta" y menos catárquica, con alguna escena que nos resulta gratuita (el sueño erótico), o incluso ridícula (la liberación) y una Halle Berry libre de contenciones que da rienda suelta a más de un gesto forzado (con una boca de sorpresa en la que podría entrar no solo una mosca, sino un enjambre entero).
Pero quizás lo mejor sea la dirección de los actores más jóvenes. Ya su directora nos demostró en la muy recomendable Mustang como puede sacar lo mejor al mostrar las vidas de unos personajes entre la infancia y la adolescencia y en Kings vuelve a hacerlo, presentando a unos niños que incorporan co naturalidad el horror de la violencia a sus vivencias cotidianas sin por ello dejar de ser niños (ahí está ese momento casi festivo en el que disfrutan de la "ofrenda" de los empleados de la hamurguesería mientras se deshacen de los cócteles Molotov que podrían haber empleado para atacar el restaurante).
Kings es como su nombre indica una película de reyes. De adolescentes que aspiran a ser reyes de su destino, pero que, fruto de una perfectamente comprensible indignación ante las medidas de las autoridades, se dejan contaminar por el poder y los instintos. De princesas que juegan con sus muñecas mientras fuera se desata el infierno. De Rodney King. E incluso del camarero de cierta franquicia cuyo símbolo es una corona que demuestra como con el diálogo (y un par de bandejas de comida) puede defender su castillo. Pero sobre todo es una película sobre seres humanos capaces de casi cualquier cosa por otro ser humano, aunque no exista el lazo de sangre. Una película sobre unos hechos que no se pueden ignorar, porque para desgracia de la humanidad, siguen teniendo reflejo en el día a día.
Kings llegará a las pantallas españolas el 31 de agosto.
Basada en los disturbios raciales que tuvieron lugar en Los Ángeles en 1992, y que dejarían tal impronta en la cultura popular que darían lugar a numerosas canciones y generarían eco en más de una película, la cinta parte de dos hechos reales, uno recreado (la muerte de Latasha Harlins) y otro referido a lo largo de todo el metraje (los juicios de Rodney King), para contarnos la historia de una mujer de barrio, encarnada por la oscarizada Halle Berry, madre biológica y de acogida de más de media docena de niños, que va a ver como estos dos sucesos alteran el ambiente de su comunidad y su propia vida.
La premisa podría hacernos pensar en una película todavía reciente como Detroit (que narraba unos hechos de 1967) pero esta no se ciñe a una mera noche de pesadilla, sino que muestra como un clima ya enrarecido de por sí, va con los día y la semana a convertir un barrio trabajador en un auténtico polvorín. Probablemente sea más interesante la primera mitad de la película, a pesar de unos fundidos cuyo primer uso sorprende y con el desarrollo de la historia se van tornando manidos, la que nos revela las raíces de los disturbios, presentando detalles como aquella escena en la que el personaje de Daniel raig, tras comprobar que en ningún canal dan otra cosa que el juicio de Rodney King, opta por apagar la televisión para evitar que lo vean los hijos de su vecina. La segunda sin embargo resulta más "correcta" y menos catárquica, con alguna escena que nos resulta gratuita (el sueño erótico), o incluso ridícula (la liberación) y una Halle Berry libre de contenciones que da rienda suelta a más de un gesto forzado (con una boca de sorpresa en la que podría entrar no solo una mosca, sino un enjambre entero).
Pero quizás lo mejor sea la dirección de los actores más jóvenes. Ya su directora nos demostró en la muy recomendable Mustang como puede sacar lo mejor al mostrar las vidas de unos personajes entre la infancia y la adolescencia y en Kings vuelve a hacerlo, presentando a unos niños que incorporan co naturalidad el horror de la violencia a sus vivencias cotidianas sin por ello dejar de ser niños (ahí está ese momento casi festivo en el que disfrutan de la "ofrenda" de los empleados de la hamurguesería mientras se deshacen de los cócteles Molotov que podrían haber empleado para atacar el restaurante).
Kings es como su nombre indica una película de reyes. De adolescentes que aspiran a ser reyes de su destino, pero que, fruto de una perfectamente comprensible indignación ante las medidas de las autoridades, se dejan contaminar por el poder y los instintos. De princesas que juegan con sus muñecas mientras fuera se desata el infierno. De Rodney King. E incluso del camarero de cierta franquicia cuyo símbolo es una corona que demuestra como con el diálogo (y un par de bandejas de comida) puede defender su castillo. Pero sobre todo es una película sobre seres humanos capaces de casi cualquier cosa por otro ser humano, aunque no exista el lazo de sangre. Una película sobre unos hechos que no se pueden ignorar, porque para desgracia de la humanidad, siguen teniendo reflejo en el día a día.
Kings llegará a las pantallas españolas el 31 de agosto.
jueves, 23 de agosto de 2018
ENTRAÑAS DE PELUCHE
Todavía recuerdo como, allá en las postrimerías del pasado siglo más de una candorosa abuelita sufre un infanto múltiple al llevar a sus inocentes nietos a ver una película de dibujos animados protagonizada por niños y descubrir que con niños no es para niños y que no es mala idea del todo eso de mirar el apartado de edades recomendadas antes de ir al cine. La culpable tenía un nombre: South park: más grande, más largo y sin cortes, un delicioso y ácido caramelo para adultos que llegó a ser nominada al Óscar a la mejor canción (no, no precisamente esa de "Eres un c...", sino Blame Canada, que interpretó Robin Williams en la ceremonia correspondiente). En esta órbita llega una película que no es de animación, pero en la mitad del reparto son unas marionetas que tal vez nos recuerden a un tal Barrio S...mejor no sigo, que todavía hay mucho censor suelto. Pero hoy toca ¿Quién está matando a los moñecos?
¿Quién está matando a los moñecos? no engaña con su título. Un thriller con espíritu clásico en el que un antiguo policía reconvertido en detective privado, expulsado del cuerpo tras un oscuro episodio que conllevó la muerte de un padre de familia y que su compañera resultara terriblemente herida, investiga las misteriosas muertes del reparto de una antigua comedia televisiva, The happytime gang (que genera el título original de la cinta, The happytime murders. La magia de la traducción, aunque se ve en este caso han dado carta libre para traducir este en todos los países en que se estrena). La única diferencia es que en este caso el detective es un muñeco (perdón: moñeco), las víctimas son moñecos, su compañera...es humana, pero tiene un hígado de peluche transplantado y todos los elementos más oscuros del cine negro han pasado por el tamiz de unas alocadas marionetas como no veíamos desde Meet de Feebles o, si apuramos, una miguita más Team América.
Al igual que pasaba con la ya clásica ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, un referente que no se le escapará a nadie que vaya a ver esta película, el film plantea una trama de misterio en un universo habitado por humanos y marionetas, en el que muchos de los primeros no acaban de aceptar a los segundos vetándolos en muchos campos de la sociedad (y aunque la sangre no llegue al río el peluche sí lo hace, con referencias a la segregación racial más o menos veladas como aquella a que las marionetas solo cantan o bailan). Y estos muñecos por supuesto tienen todos los vicios y debilidades humanas, del sexo al consumo de drogas, solo que eyaculan serpertina de spray, esnifan azúcar con la ayuda de un tubo de regaliz y sus vídeos para adultos...dejaremos que el espectador lo descubra, aunque no me puedo resistir a mencionar uno protagonizado por una cabra y un calamar...inenarrable, ni el anime más marciano.
El resultado una divertidísima buddy movie con una banda sonora con más de un guiño en la que no falta de nada, ni la femme fatale que cruza las piernas a lo Instinto básico, ni los confidentes con pocas luces, ni el jefe gritón que en el fondo es un buen tío. Algun gag puede resultar repetitivo (las puyas al jefe del FBI que no puede evitar responder ¿qué? a una pregunta con sorna) pero la película resulta ágil, con un reparto (humano y muñequil) a la altura y escenas tan divertidas como aquella en la que uno de los personajes es asesinado en el jacuzzi. No, no soy una sádica, pero el resultado mejor no destriparlo...y nunca mejor dicho.
Una película que debería ver cualquier aficionado al llamado "humor adulto" que quiera ver como pasan por la batidora sus entrañables recuerdos de la infancia con un humor a prueba de bomba. Y eso no es una mala crítica, en absoluto (otra cosa es lo que sentí al ver la versión en imagen real de La bella y la bestia...es solo pensarlo y me enveneno), solo el poder descubrir la versatilidad de unos personajes que parecían relegados a los shows para niños y que aquí demuestran todo el juego que pueden dar (si alguno se anima a descubrir las posibilidades no ya cómicas y eróticas sino chungas recomiendo La primera temporada de Channel zero o el episodio Las marionetas de El asombroso mundo de Gumball. Sí, el segundo es para niños pero el mal rollo es indescriptible) y que, una vez visto el resultado nos hace desear un Blu-ray con un como se hizo en condiciones. La ocasión lo merece
¿Quién está matando a los moñecos? llega a las pantallas españolas el 24 de agosto
¿Quién está matando a los moñecos? no engaña con su título. Un thriller con espíritu clásico en el que un antiguo policía reconvertido en detective privado, expulsado del cuerpo tras un oscuro episodio que conllevó la muerte de un padre de familia y que su compañera resultara terriblemente herida, investiga las misteriosas muertes del reparto de una antigua comedia televisiva, The happytime gang (que genera el título original de la cinta, The happytime murders. La magia de la traducción, aunque se ve en este caso han dado carta libre para traducir este en todos los países en que se estrena). La única diferencia es que en este caso el detective es un muñeco (perdón: moñeco), las víctimas son moñecos, su compañera...es humana, pero tiene un hígado de peluche transplantado y todos los elementos más oscuros del cine negro han pasado por el tamiz de unas alocadas marionetas como no veíamos desde Meet de Feebles o, si apuramos, una miguita más Team América.
Al igual que pasaba con la ya clásica ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, un referente que no se le escapará a nadie que vaya a ver esta película, el film plantea una trama de misterio en un universo habitado por humanos y marionetas, en el que muchos de los primeros no acaban de aceptar a los segundos vetándolos en muchos campos de la sociedad (y aunque la sangre no llegue al río el peluche sí lo hace, con referencias a la segregación racial más o menos veladas como aquella a que las marionetas solo cantan o bailan). Y estos muñecos por supuesto tienen todos los vicios y debilidades humanas, del sexo al consumo de drogas, solo que eyaculan serpertina de spray, esnifan azúcar con la ayuda de un tubo de regaliz y sus vídeos para adultos...dejaremos que el espectador lo descubra, aunque no me puedo resistir a mencionar uno protagonizado por una cabra y un calamar...inenarrable, ni el anime más marciano.
El resultado una divertidísima buddy movie con una banda sonora con más de un guiño en la que no falta de nada, ni la femme fatale que cruza las piernas a lo Instinto básico, ni los confidentes con pocas luces, ni el jefe gritón que en el fondo es un buen tío. Algun gag puede resultar repetitivo (las puyas al jefe del FBI que no puede evitar responder ¿qué? a una pregunta con sorna) pero la película resulta ágil, con un reparto (humano y muñequil) a la altura y escenas tan divertidas como aquella en la que uno de los personajes es asesinado en el jacuzzi. No, no soy una sádica, pero el resultado mejor no destriparlo...y nunca mejor dicho.
Una película que debería ver cualquier aficionado al llamado "humor adulto" que quiera ver como pasan por la batidora sus entrañables recuerdos de la infancia con un humor a prueba de bomba. Y eso no es una mala crítica, en absoluto (otra cosa es lo que sentí al ver la versión en imagen real de La bella y la bestia...es solo pensarlo y me enveneno), solo el poder descubrir la versatilidad de unos personajes que parecían relegados a los shows para niños y que aquí demuestran todo el juego que pueden dar (si alguno se anima a descubrir las posibilidades no ya cómicas y eróticas sino chungas recomiendo La primera temporada de Channel zero o el episodio Las marionetas de El asombroso mundo de Gumball. Sí, el segundo es para niños pero el mal rollo es indescriptible) y que, una vez visto el resultado nos hace desear un Blu-ray con un como se hizo en condiciones. La ocasión lo merece
¿Quién está matando a los moñecos? llega a las pantallas españolas el 24 de agosto
miércoles, 22 de agosto de 2018
EL MEJOR AMIGO DEL CELULOIDE
Siempre se ha dicho que el perro es el mejor amigo del hombre. Más de uno (y algún alérgico) defenderá el valor del gatopero no se puede negar que en el caso del séptimo arte es verdad, con canes animados (101 dálmatas), cómicos (la saga Beethoven), parlantes (Un chihuahua en Beverly Hills) y más de uno al que solo le faltaba hablar aunque ni su dueño lo hiciera (el Uggie de la oscarizada The artist). Pero hasta el momento los orígenes del vínculo entre perros y humanos no habían dado para película...para subsanarlo llega Alpha.
De la mano de Albert Hughes, un director que hasta el momento solo había trabajado mano a mano con su hermano (en películas como From hell o El libro de Eli) Alpha, nombre que recibe el can (aunque mejor debería decir lobo) protagonista, cuenta la odisea de un joven hombre prehistórico que, dado por muerto y abandonado en su primera cacería, intenta recuperarse de sus heridas y volver a casa antes de que lleguen las terribles nieves, y si o logra o no (algo que aquí no desvelaremos) será gracias a su nueva relación con un lobo herido. Una lucha por la supervivencia en un entorno completamente hostil, que saca el mejor partido a una variable ambientación (aunque con algún elemento de postal casi gratuito, eclipse, volcán y aurora boreal incluídos) y una cuidada fotografía que no renuncia a increíbles tomas aéreas y, como toca en cualquier producción de esta envergadura, buena cantidad de efectos especiales.
La película no es sino, usando el lenguaje propio del cine de aventuras (cámara lenta incluída...hay una caída que si no fuese por la fotografía no desentonaría en ninguna entrega de 300), una hermosa reflexión sobre la relación del primer ser humano con la naturaleza que le rodea, y, dentro de este clima, la mejor parte de la cinta es aquella que se centra en la relación entre humano y animal (y no diré mascota, auque el cánido hasta va a buscar el palo), quedando una primera parte más anodina que si bien nos ayuda a empatizar con el protagonista (el rito de madurez, la relación con sus padres) no llega tanto al espectador como el metraje a partir de que el futuro Alpha entra en escena. Y eso que el arranque puro y duro, con la hipnótica voz de Morgan Freeman como narrador (momento en que se agradece la versión original) y un montaje casi de documental de óscar acompañado de banda sonora que nos puede remitir a los compases iniciales de la clásica 2001 suponen una maravillosa carta de presentación.
Alpha puede presentar opciones más o menos cuestionables, como el del lenguaje usado por los humanos (que al hombre prehistórico se le puede doblar...películas como María Antonieta no se filmaron en francés...la versión original pura y dura casi se la dejamos a mel Gibson), un aroma de epopeya que no llega a la catarsis o un ritmo cambiante que solo se centra en la mitad de la cinta en la que nuestro amigo de cuatro patas entra en escena, pero revela ser una cinta con una puesta en escena cuidada, cariño por los detalles y, al menos aparentemente, por los animales (y digo aparentemente porque a pesar de la enternecedora historia que presenta al parecer un, digámoslo de manera fina, conflicto con la fauna local ha conllevado la petición de boicot de PETA y la no aparición del "no animals harmed). Una cinta que conquistará a los amantes de los perros y que resulta muy recomendable para los espectadores más jóvenes con una road movie prehistórica llena de momentos de superación personal. Para aquellos no aficionados a nuestros amigos los perros se siente pero probablemente Alpha no es su película.
Alpha llega a los cines el 24 de agosto.
De la mano de Albert Hughes, un director que hasta el momento solo había trabajado mano a mano con su hermano (en películas como From hell o El libro de Eli) Alpha, nombre que recibe el can (aunque mejor debería decir lobo) protagonista, cuenta la odisea de un joven hombre prehistórico que, dado por muerto y abandonado en su primera cacería, intenta recuperarse de sus heridas y volver a casa antes de que lleguen las terribles nieves, y si o logra o no (algo que aquí no desvelaremos) será gracias a su nueva relación con un lobo herido. Una lucha por la supervivencia en un entorno completamente hostil, que saca el mejor partido a una variable ambientación (aunque con algún elemento de postal casi gratuito, eclipse, volcán y aurora boreal incluídos) y una cuidada fotografía que no renuncia a increíbles tomas aéreas y, como toca en cualquier producción de esta envergadura, buena cantidad de efectos especiales.
La película no es sino, usando el lenguaje propio del cine de aventuras (cámara lenta incluída...hay una caída que si no fuese por la fotografía no desentonaría en ninguna entrega de 300), una hermosa reflexión sobre la relación del primer ser humano con la naturaleza que le rodea, y, dentro de este clima, la mejor parte de la cinta es aquella que se centra en la relación entre humano y animal (y no diré mascota, auque el cánido hasta va a buscar el palo), quedando una primera parte más anodina que si bien nos ayuda a empatizar con el protagonista (el rito de madurez, la relación con sus padres) no llega tanto al espectador como el metraje a partir de que el futuro Alpha entra en escena. Y eso que el arranque puro y duro, con la hipnótica voz de Morgan Freeman como narrador (momento en que se agradece la versión original) y un montaje casi de documental de óscar acompañado de banda sonora que nos puede remitir a los compases iniciales de la clásica 2001 suponen una maravillosa carta de presentación.
Alpha puede presentar opciones más o menos cuestionables, como el del lenguaje usado por los humanos (que al hombre prehistórico se le puede doblar...películas como María Antonieta no se filmaron en francés...la versión original pura y dura casi se la dejamos a mel Gibson), un aroma de epopeya que no llega a la catarsis o un ritmo cambiante que solo se centra en la mitad de la cinta en la que nuestro amigo de cuatro patas entra en escena, pero revela ser una cinta con una puesta en escena cuidada, cariño por los detalles y, al menos aparentemente, por los animales (y digo aparentemente porque a pesar de la enternecedora historia que presenta al parecer un, digámoslo de manera fina, conflicto con la fauna local ha conllevado la petición de boicot de PETA y la no aparición del "no animals harmed). Una cinta que conquistará a los amantes de los perros y que resulta muy recomendable para los espectadores más jóvenes con una road movie prehistórica llena de momentos de superación personal. Para aquellos no aficionados a nuestros amigos los perros se siente pero probablemente Alpha no es su película.
Alpha llega a los cines el 24 de agosto.
martes, 21 de agosto de 2018
LOS MAGOS DEL BALÓN
Como me ha pasado con unas cuantas sagas de carácter infantil-juvenil (con Harry Potter a la cabeza...por favor no me apedreen) he de confesar que no he leído ni uno solo de los libros en los que se basa la película Los futbolísimos. Sé que ya llegan a la docena, que los niños (ya algo creciditos) los devoran y que el primero, El misterio de los árbitros dormidos, da pie a la que a la que, si tiene tanto éxito cinematográfico como literario, puede generar una franquicia. Pero por supuesto ignoro la fidelidad a la original. Ello, confieso para los que ya están afilándose las garras, no es impedimento alguno para disfrutar de esta película que llega para animar los últimos días de las vacaciones escolares.
Los futbolísimos sabe como contar una historia, arrancando de un momento clave en cualquier partido (un penalti) pero, como bien cuenta su joven narrador, implica mucho más que ganar o perder un mero partido. A partir de aquí una cinta que no va meramente sobre fútbol, sino que sabe combinar los (bien filmados) partidos con todo un misterio que traerá de cabeza a sus protagonistas, a la que suma una escueta trama amorosa (tenemos niña nueva en el colegio...y además juega mejor que el resto) que no merma el ritmo de la que es en el fondo una cinta clásica de aventuras como a las que nos ha acostumbrado el a veces llamado cine juvenil, de los hollywoodienses Goonies a las últimas aventuras cinematográficas de Zipi y Zape.
Una película de esas que resultan idóneas para los niños, con elementos heredados de otros tiempos (las persecuciones en bici) y otros de plena actualidad (el episodio del dron), con una pandilla tipo de las que podemos encontrar desde Verano azul hasta Doraemon (la chica, el gordo e incluso el fanfarrón...aunque hasta este resulta ser un buen tipo- aunque nos preguntamos como el equipo pierde tanto si él, como defienden su padre, es tan bueno- y clave en un desenlace que aquí no desvelaremos), villanos carismáticos (ese equipo Islantilla que pide una secuela para ellos solos desde ya mismo) y un gran sentido del humor (genial ese momento de falsa censura generado por el paso de un avión a baja altura).
No es por supuesto las más original de las películas para los más pequeños pero lo suple con unas más que correctas interpretaciones en las que nadie se deja llevar por un excesivo histrionismo (Incluso con personajes como ese presidente de la liga que no llegamos a saber de que palo va...), un gran sentido del ritmo y un buen montaje de las escenas de acción (los partidos por supuesto, pero ahí hay otras como la incursión en casa del entrenador de uno de los equipos rivales), y que aunque no seamos niños ni nos interese particularmente el fútbol logra arrastranos igual que lo consigue con la seca jefa de estudios interpertrada por Toni Acosta.
Los futbolísimos es una película enfocada al público juvenil pero que no toma por tontos a niños ni adultos. Simplemente es una cinta bien hecha y más que recomendable para los más pequeños de la casa (los chistes más adultos se cuentan con los dedos de la mano y los críos ni los pillarán...por suerte). Y más ahora que el espectro de las clases empieza a recorrer las playas.
Los futbolísimos llega a los cines el 24 de agosto.
Los futbolísimos sabe como contar una historia, arrancando de un momento clave en cualquier partido (un penalti) pero, como bien cuenta su joven narrador, implica mucho más que ganar o perder un mero partido. A partir de aquí una cinta que no va meramente sobre fútbol, sino que sabe combinar los (bien filmados) partidos con todo un misterio que traerá de cabeza a sus protagonistas, a la que suma una escueta trama amorosa (tenemos niña nueva en el colegio...y además juega mejor que el resto) que no merma el ritmo de la que es en el fondo una cinta clásica de aventuras como a las que nos ha acostumbrado el a veces llamado cine juvenil, de los hollywoodienses Goonies a las últimas aventuras cinematográficas de Zipi y Zape.
Una película de esas que resultan idóneas para los niños, con elementos heredados de otros tiempos (las persecuciones en bici) y otros de plena actualidad (el episodio del dron), con una pandilla tipo de las que podemos encontrar desde Verano azul hasta Doraemon (la chica, el gordo e incluso el fanfarrón...aunque hasta este resulta ser un buen tipo- aunque nos preguntamos como el equipo pierde tanto si él, como defienden su padre, es tan bueno- y clave en un desenlace que aquí no desvelaremos), villanos carismáticos (ese equipo Islantilla que pide una secuela para ellos solos desde ya mismo) y un gran sentido del humor (genial ese momento de falsa censura generado por el paso de un avión a baja altura).
No es por supuesto las más original de las películas para los más pequeños pero lo suple con unas más que correctas interpretaciones en las que nadie se deja llevar por un excesivo histrionismo (Incluso con personajes como ese presidente de la liga que no llegamos a saber de que palo va...), un gran sentido del ritmo y un buen montaje de las escenas de acción (los partidos por supuesto, pero ahí hay otras como la incursión en casa del entrenador de uno de los equipos rivales), y que aunque no seamos niños ni nos interese particularmente el fútbol logra arrastranos igual que lo consigue con la seca jefa de estudios interpertrada por Toni Acosta.
Los futbolísimos es una película enfocada al público juvenil pero que no toma por tontos a niños ni adultos. Simplemente es una cinta bien hecha y más que recomendable para los más pequeños de la casa (los chistes más adultos se cuentan con los dedos de la mano y los críos ni los pillarán...por suerte). Y más ahora que el espectro de las clases empieza a recorrer las playas.
miércoles, 8 de agosto de 2018
MEMORIAS DE EUROPA
Aunque por volumen de películas gracias a gigante Hollywod parezca lo contrario el horror de la guerra no es patrionio exclusivo de la Segunda Guerra Mundial o la Guerra de Vietnam. Frente a ellas la Primera Guerra Mundial, la guerra de las trincheras parece el patito feo cinematográficamente hablando. Pero por supuesto hay excepciones como la francesa Alto el fuego.
Del mismo modo que la muy recomendable Franz hace no mucho Alto el fuego nos sumerge en el clima de las brutales heridas psicológicas fruto de una guerra que se ganó a pulso el apelativo de mundial. Aunque sus impecables primeros minutos, de una violencia gráfica que nos recuerda a la ya clásica Salvar al soldado Ryan (indescriptible el germen de ese tic u obsesión del protagonista de lavarse contiuamente el cuello...puede quedar en la retina del espectador mucho, mucho tiempo) nos sumergen de lleno en la contienda el resto del metraje nos va a llevar a terrenos muy distintos, en África y en Europa, para contarnos la historia de dos hermanos sin heridas físicas al menos visibles pero cuyas secuelas psicológicas van a lastrar profundamente su destino.
Dos hermanos que tras una contienda que ha cambiado para siempre quienes fueron hasta el momento van a huir de modos muy distintos. Uno hacia su propio interior. El otro geográficamente, en un viaje exótico pero que mostrará su encarnación más brutal merced a los recuerdos de una guerra que ya resulta imposible separar, a pesar de los años transcurridos, de su propio futuro.
Alto el fuego es una historia sobre distintos tipos de amor...romántico, fraternal, filial... en la que sus personajes lo únido que tienen en común es el tratarse de criaturas heridas, que ocultan más de un secreto (y no solo los que han pisado el campo de batalla, como descubriremos en el caso de la profesora de lenguaje de signos), que con sus reacciones consiguen tanto crear una profunda empatía con el espectador como sorprendernos. También es una película sobre el odio, el odio que puede traer la muerte solo por un juguete o incluso motivar una pelea por una burla de borracho. Pero estas son solo dos de las emociones que están en juego en una cinta en la que cualquier personaje en un segundo puede deshacerese ante nuestros ojos.
No es una película de alardes visuales. Sabe ser dura en los momentos juntos, también jugar con la elipsis cuando resulta necesario (el accidente), sin necesidad de enamorarse del paisaje aun cuado el entorno invitaría a ello (el episodio africano), y aun así consigue arrastrarnos con unos personajes bien escritos y bien interpretados, mostrando la cara más oscura de una guerra terrible ya a más de cinco años vista. Un viaje sobre unas heridas que pueden no marcar la piel, pero pueden torturar profundamente el alma, y ni siquiera las personalidades más fuertes pueden escapar de ello.
Alto el fuego llega a las pantallas españolas el 10 de agosto.martes, 7 de agosto de 2018
VERDADES ARRIESGADAS
Resulta doloroso cuando películas ambientadas hace unas cuantas décadas no han perdido actualidad. Y no por su calidad, sino porque los hechos de los que hablan todavía resultan determinantes en el mundo de hoy. Por supuesto no me refiero a cintas que hablan sobre acontecimentos felices, sino a films que tratan guerras o momentos especialmente dolorosos. Es el caso de El rehén que nos traslada a Beirut, capital del Líbano a comienzos de la década de los 80, durante la presidencia de Ronald Reagan en EE.UU.
Con el explícito título original de Beirut la película es un thriller de carácter político que nos cuenta como un antiguo diplomático experto en negociaciones que abandonó el país tras la dramática muerte de su esposa vuelve al país para dar una conferencia...para descubrir que se espera de él un servicio más especializado, el de mediar en la recuperación de un rehén.
El pasado se hace esencial para los personajes de esta historia. Protagonistas marcados por un suceso fruto del clima que se vive en la ciudad que habitan, y que de manera tan distendida explica el personaje de Mason, encarnado por Jon Hamm, al principio de la misma, para enfrentarse en apenas unas horas a una realidad más brutal que la que el puede imaginar a pesar de sus conocimentos de política. Así se ven inmersos en un thriller de carácter ascendente. Si bien su arranque se puede calificar de impactante, con una fiesta de sangriento desenlace (y no revelaré más), la escena se calma pasados unos minutos, para poco a poco empezar a envolvernos con una trama de conspiraciones, secretos y algún odio inesperado, y que consigue aumentar paulatinamente el interés del espectador ante un desenlace que quizás puede resultarnos menos catárquico de lo esperado, pero que logra mantenernos intrigados en la butaca hasta el mismísimo final.
El rehén (Beirut) llega a las pantallas españolas el 10 de agosto
Con el explícito título original de Beirut la película es un thriller de carácter político que nos cuenta como un antiguo diplomático experto en negociaciones que abandonó el país tras la dramática muerte de su esposa vuelve al país para dar una conferencia...para descubrir que se espera de él un servicio más especializado, el de mediar en la recuperación de un rehén.
El pasado se hace esencial para los personajes de esta historia. Protagonistas marcados por un suceso fruto del clima que se vive en la ciudad que habitan, y que de manera tan distendida explica el personaje de Mason, encarnado por Jon Hamm, al principio de la misma, para enfrentarse en apenas unas horas a una realidad más brutal que la que el puede imaginar a pesar de sus conocimentos de política. Así se ven inmersos en un thriller de carácter ascendente. Si bien su arranque se puede calificar de impactante, con una fiesta de sangriento desenlace (y no revelaré más), la escena se calma pasados unos minutos, para poco a poco empezar a envolvernos con una trama de conspiraciones, secretos y algún odio inesperado, y que consigue aumentar paulatinamente el interés del espectador ante un desenlace que quizás puede resultarnos menos catárquico de lo esperado, pero que logra mantenernos intrigados en la butaca hasta el mismísimo final.
En medio un grupo de actores que sabe dar la intensidad necesaria a sus personajes, destacando además de un protagonista masculino que sabe hacer evolucionar su rol, del abatimiento a la resolución, el de Rosamunde Pyke, una actriz que ha sabido encarnar protagonistas fuertes y que aquí hace gala de ello en un papel que nos puede hacer pensar en otros como el de Jessica Chastain en La noche más oscura, mujeres inmersas en tramas políticas que saben sacar partido a todos sus recursos.
El rehén es una película quizás más eficaz en sus elementos de thriller que en los de drama, con detalles tan chocantes como el plano de los novios entre las ruinas (más acertado el de los niños jugando con los restos del tanque) pero consigue relacionar con acierto ambos. Una buena opción para los amantes del cine político, y de las tramas en las que los sentimientos pueden influir en el desarrollo de la historia, con y sin mayúscula.
sábado, 4 de agosto de 2018
PROHIBIDO PROHIBIR
Por sexto año consecutivo ya vuelve una cita que se ha empezado a convertir en clásica: la muestra Lo + prohibido de la madrileña sala Artístic Metropol, que tendrá lugar del 9 al 12 de agosto.
Este año además de regalarnos, como en años previos, clásicos como La noche del cazador, apuesta fuerte por el cine hispano y por los cortos, tanto eróticos (los premios Bonobo) como de terror, a los que dedicará la penúltima sesión del domingo.
Este año además de regalarnos, como en años previos, clásicos como La noche del cazador, apuesta fuerte por el cine hispano y por los cortos, tanto eróticos (los premios Bonobo) como de terror, a los que dedicará la penúltima sesión del domingo.
Cuatro días de emociones fuertes, no aptas para estómagos sensibles, en la que no faltará ningún género, del drama al documental (el imprescindible ¡Zarpazos!) ni nombres de grandes como Fulci o Jesús Franco. Por no faltar no falta ni la saga Guinea pig. Y de postre The Bunny Game , una pesadilla a descubrir.
Ya casi está aquiii...más información y venta de entradas en la página de Artístic Metropol http://artisticmetropol.es/web/vi-muestra-de-cine-lo-prohibido
viernes, 3 de agosto de 2018
EN EL OJO DE DENZEL
Aunque no es la primera vez que lo vemos en rol semejante ni seguramente será la última se me hace raro ver a Denzel Washington como héroe de acción, resultándome más familiar como señor trajeado, abogado o similar, que como justiciero dispuesto a repartir hostias como panes.
The equalizer 2, secuela de la película homónima, ha llegado para demostrar que me equivoco. En una década en la que los más talluditos, de Los mercanarios de Stallone a Liam Neeson pasando por un Keanu Reeves resucitado gracias a la saga John Wick y que ya por los 53 (claro que al lado de los otros resulta un niñato), han probado ser más duros que las piedras Washington se une al club de las secuelas para dar de nuevo vida a este antiguo militar de élite, conductor de día, vengador de noche.
Película de acción pura y dura, con un ligero toque ochentero en su concepción de la violencia, tiene su mejor baza en un protagonista rápido de ideas (espectacular como se zafa de un grupo de enemigos con malas pulgas sin dar un solo golpe) y de brazos, que sabe pasar con facilidad de la sonrisa a la amenaza sin despeinarse y que consigue resultar tremendamente carismático con frases del manual del buen matón como "Lamento poder mataros solo una vez". Y de postre preocupado por la comunidad y promotor de la lectura. Casi nada.
Un héroe que sabe sacar el mejor rendimiento a los medios de los que dispone. Si bien los primeros minutos de metraje, a bordo de un tren turco, pueden remitirnos a franquicias más amigas del exotismo como las de James Bond o Ethan Hunt (aunque aquí en vez de sofisticadas máscaras de goma toca barba de pega y similar) la cinta vuelve pronto a territorios má mundanos, con su batcueva de saldo (un escondite donde nuestro protagonista guarda entre otros su antiguo uniforme y que va a ser clave en una escena con buen sentido del suspense) y gadgets que cualquiera podría adquirir en un centro comercial decente. E incluso se permite ironizar sobre ello en su desenlace, cuaderno de bocetos mediante.
Pero esta historia no precisa exotismo alguno, el elemento urbano le sienta bien. Y es gracias a unas bien coreografiadas escenas de acción, de esas en las que los golpes le duelen hasta al espectador, una disciplina que Fuqua sabe manejar bien (aunque se exceda, y mucho, en ese recurso de acabar los planos en el ojo de Denzel Washington...),que consiguen tener su grand finale en un pueblo evacuado que queda como patio de recreo para el protagonista y un grupo de aspirantes a verdugo (para descubrir si acaban siendo tales o sus víctimas tendrán que ver la película) en medio de una tormenta que pasa de metafórica a real y que da mucho, pero mucho juego. Y eso que algún momento nos pueda hacer pensar hasta en Solo en casa.
The equalizer 2, a pesar de su trasfondo dramático, es una película, especialmente durante la segunda mital de su metraje, rabiosamente entretenida. Una película que nos hace recordar el cine de acción de hace un par de décadas, con su tendencia a la "machada" y esas frases que caen como losas sobre el interlocutor del héroe. Una película que, a poco que se conecte con este tipo de cine, consigue proporcionarnos un par de horas de buen entretenimiento. Ni su héroe ni los medios de este son los de la últimamente tan comentada (y por otro lado muy recomendable) última entrega de Misión imposible pero, al igual que esta, resulta una cinta imprescindible para los fans de estos héroes de acción que ya no son unos niños.
The equalizer 2 llega a los cines españoles el 10 de agosto.
jueves, 2 de agosto de 2018
miércoles, 1 de agosto de 2018
EL CONDUCTOR SOLITARIO
Para un país que nunca ha tenido una monarquía propia resultan increíble el papel de los Kennedy, un auténtica familia de príncipes y princesas sin corona que todavía consiguen atraer el interés de propios y extraños. Y como toda buena "monarquía" el cine no ha sido ajeno a ella, con cintas como JFK, 13 días o Bobby, y en la pequeña pantalla series como Los Kennedy.
Aunque la figura de John Fitzgerald Kennedy parece haberlos eclipsado a todos esta dinastía maldita, como si de los Átridas se tratase, tiene todavía mucho material para explotar, y aquí aparece el hermando menor del mismo, Edward Moore "Ted" Kennedy, y el episodio más controvertido de su biografía: el llamado incidente Chappaquiddick (nombre del lugar en que tuvo lugar), que da nombre a la película pero que aquí nos llega como El escándalo Ted Kennedy.
Para aquellos que no conozcan (conocíamos) el hecho real que la inspira un título como El escándalo Ted Kennedy nos puede hacer pensar a priori en sórdidos escarceos de cama, addiciones varias e incluso turbios tejemanejes políticos. Nada más lejos de la verdad. Como queda más que claro desde el inicio de la cinta el germen fue un desgraciado accidente debido a la imprudencia del conductor, el propio Ted Kennedy, que causaría la muerte de una antigua secretaria de su hermano que le acompañaba en el asiento del copiloto.
Sin embargo los intentos de encubrir este hecho (barajando posibilidades como hacer creer que la que realmente conducía era ella y otros atenuantes poco creíbles...y no destripará más) son los que dan forma a este elegante drama con toques de thriller, una auténtica reflexión sobre la función y el valor del poder.
Cinta de personajes, en el ojo del huracán se encuentra el más joven de los Kennedy, un hombre que teniéndolo todo se pregunta cual es su verdadero papel dentro del clan (como él mismo reflesiona sus otros hermanos eran Joe Jr. el mayor y héroe de guerra, Bobby el inteligente, John el carismático y él...bueno su conclusión es demoledora) y al que asaltan continuamente las dudas, aunque en más de una ocasión parece que lo que en realidad lo unico que le importa es su carrera política (a las primeras personas que se encuentra tras el accidente no les dice qué ha pasado o que cree alguien ha muerto, sino un escueto "Ya no seré presidente", y al que consigue encarnar con todos los matices Jason Clarke. Junto a él toda una caterva de secundarios que consiguen meternos en una trama compleja en la que además todo parece complicarse, como un Bruce Dern interpretando al patriarca Joshep que, sin apenas diálogo, se convierte en toda una ominosa presencia, o un Ed Helms lejos de sus papeles cómicos que consigue transmitirnos toda la amargura de un personaje que a pesar de lo que le diga ese Ted que afirma que "la familia es lo más importante" se siente como un fuera de lugar en primera fila.
El escándalo de Ted Kennedy nos regala imágenes poderosas, como la de ese Kennedy recién salido de las aguas más para morir que para renacer, junto a una luna que como veremos podría ser relevante en el desarrollo de la historia, y sabe jugar con el montaje, con momentos tan reveladores como aquel en el que en el baño el protagonista imagina como ha debido ser la agonía de su amiga y que humaniza profundamente al personaje.
Una película para amantes del cine político y la teoría de la conspiración (ojo, sin llegar a los niveles de la célebre JFK) pero también para los de los dramas atípicos, con buenos diálogos (incluso alguna buena puya, como aquella en que las cosas eran más fáciles durante cierta crisis de los misiles...) y unos actores que saben dar la intensidad justa a las reacciones fruto de un accidente que supo sacar lo peor de las ambiciones humanas.
El escándalo Ted Kennedy llega a las pantallas españolas el 21 de septiembre.
Aunque la figura de John Fitzgerald Kennedy parece haberlos eclipsado a todos esta dinastía maldita, como si de los Átridas se tratase, tiene todavía mucho material para explotar, y aquí aparece el hermando menor del mismo, Edward Moore "Ted" Kennedy, y el episodio más controvertido de su biografía: el llamado incidente Chappaquiddick (nombre del lugar en que tuvo lugar), que da nombre a la película pero que aquí nos llega como El escándalo Ted Kennedy.
Para aquellos que no conozcan (conocíamos) el hecho real que la inspira un título como El escándalo Ted Kennedy nos puede hacer pensar a priori en sórdidos escarceos de cama, addiciones varias e incluso turbios tejemanejes políticos. Nada más lejos de la verdad. Como queda más que claro desde el inicio de la cinta el germen fue un desgraciado accidente debido a la imprudencia del conductor, el propio Ted Kennedy, que causaría la muerte de una antigua secretaria de su hermano que le acompañaba en el asiento del copiloto.
Sin embargo los intentos de encubrir este hecho (barajando posibilidades como hacer creer que la que realmente conducía era ella y otros atenuantes poco creíbles...y no destripará más) son los que dan forma a este elegante drama con toques de thriller, una auténtica reflexión sobre la función y el valor del poder.
Cinta de personajes, en el ojo del huracán se encuentra el más joven de los Kennedy, un hombre que teniéndolo todo se pregunta cual es su verdadero papel dentro del clan (como él mismo reflesiona sus otros hermanos eran Joe Jr. el mayor y héroe de guerra, Bobby el inteligente, John el carismático y él...bueno su conclusión es demoledora) y al que asaltan continuamente las dudas, aunque en más de una ocasión parece que lo que en realidad lo unico que le importa es su carrera política (a las primeras personas que se encuentra tras el accidente no les dice qué ha pasado o que cree alguien ha muerto, sino un escueto "Ya no seré presidente", y al que consigue encarnar con todos los matices Jason Clarke. Junto a él toda una caterva de secundarios que consiguen meternos en una trama compleja en la que además todo parece complicarse, como un Bruce Dern interpretando al patriarca Joshep que, sin apenas diálogo, se convierte en toda una ominosa presencia, o un Ed Helms lejos de sus papeles cómicos que consigue transmitirnos toda la amargura de un personaje que a pesar de lo que le diga ese Ted que afirma que "la familia es lo más importante" se siente como un fuera de lugar en primera fila.
El escándalo de Ted Kennedy nos regala imágenes poderosas, como la de ese Kennedy recién salido de las aguas más para morir que para renacer, junto a una luna que como veremos podría ser relevante en el desarrollo de la historia, y sabe jugar con el montaje, con momentos tan reveladores como aquel en el que en el baño el protagonista imagina como ha debido ser la agonía de su amiga y que humaniza profundamente al personaje.
Una película para amantes del cine político y la teoría de la conspiración (ojo, sin llegar a los niveles de la célebre JFK) pero también para los de los dramas atípicos, con buenos diálogos (incluso alguna buena puya, como aquella en que las cosas eran más fáciles durante cierta crisis de los misiles...) y unos actores que saben dar la intensidad justa a las reacciones fruto de un accidente que supo sacar lo peor de las ambiciones humanas.