Legos del Monigotorium

jueves, 19 de enero de 2017

NED FL...EMING?

Momentos antológicos en la pequeña pantalla hay muchos pero sin duda, y sin constituir ningún ejemplo en concreto, uno de los más evocados es el hecho de toparnos con un episodio especial de Navidad de cualquier serie,,,fuera de época (punto extra si además nos encontramos en pleno agosto). Pero por supuesto esto no es patrimonio exclusivo de la televisión y más de una cinta nos llega desajustada respecto a su ambientación...es el caso de ¿Tenía que ser él?
 El día de su cumpleaños Ned Fleming recibe una gran sorpresa: su hija universitaria de 22 años está saliendo en serio con un chico. Para que ambos se conozcan esta propone que toda la familia pase las vacaciones de Navidad en casa de su novio, un hipertatuado y excéntrico millonario, fundador de una empresa creadora de videojuegos, con cuyo modo de vida choca inmediatamente Ned. Y las cosas se pondrán todavía más peliagudas cuando Laird le pida su bendición para preguntarle a la niña de sus ojos si quiere casarse con él.
Para todos aquells que hayan comenzado a familiarizarse con un actor como Bryan Cranston a raíz del megaéxito Breaking Bad y a la luz de películas tan recomendables como Trumbo o Infiltrado resu resultará al menos llamativo encontrarle como cabeza de cartel, junto a un James Franco que no es en absoluto ajeno al género (como la polémica The interview...y muy pronto volverán a coincidir en The masterpiece, una película en torno a cierta obra llamada The room, de la que alguna vez hemos hablado por aquí ), de esta gamberra comedia navideña...algo quizás menos raro para los que aun recuerden su larga trayectoria como padre de familia en la serie familiar Malcolm in the middle, una propuesta cercana y a la vez lejana en tono a este ¿Tenía que ser él?,
Comedia con un arranuque de sobras familiar para cualquier (mínimo) conocedor del género, el del encontronazo entre el conservador y protector padre de una joven con la pareja de esta, con el ligero punto original de que este, con más buena voluntad que suerte, se desvive por complacerle (de antología esa bolera con su particular decoración) la película roza todos los niveles del humor grueso pasando por los tacos (algo que en un comienzo hace esbozar la sonrisa pero cuyo abuso acaba aburriendo), las referencias sexuales (con la particular colección de arte del personaje de James Franco, con un buen número de escenas de sexo entre animales) y (más ligeramente) las drogas, con su particular dosis de humor marrón (el inodoro japonés) que acabará dando pie a un curioso deus ex machina ( y no desvelaré más).
El procucto generado es el de una comedia simpática, con algún gag más afortunado que otro y que no vacila en revelar sus propias referencias (La pantera rosa) en un curioso guiño  casi metacinematográfico, con un controlado sentido del ritmo que conduce a una explosión del conflicto cuya resolución intuimos desde los primeros momentos de proyección, pero que funciona de manera más eficaz gracias a un elenco de actores que saben demostrar su buen hacer en un género tan difícil como es la comedia, aun siendo de esas que tal vez son más reivindicables por alguna escena concreta que en su conjunto.
Comedia disparatada con una sorpresita final para los amantes de la música, una cinta de esas insustanciales pero lo bastante entretenidas para darnos un par de horas de risas.

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