Legos del Monigotorium

viernes, 9 de septiembre de 2016

CELEBRACIÓN CARNÍVORA

Sin abandonar esas familiares fronteras que son el tópico supino el cine de animación parece estar dominado por animalitos monos y humanos generalamente de la rancia nobleza y familiares, pero la verdad, la presencia de seres habitualmetnte inanimados, si bien infrecuente, suelen dar mucho juego cuando toman vida. Todos seguramente tenemos en la cabeza los maravillosos personajes de la ya saga Toy story, pero sin duda también están grabados en nuestro inconsciente otros como el candelabro, reloj y vajilla de la siempre recomendable La bella y la bestia o las escobas de Fantasía (y si empezamos a hurgar para alguno los enanos de jardín de Gnomeo y Julieta...o el inmortal Pinocho). Ahora ha llegado el momento de probar algo...distinto, es la hora de La fiesta de las salchichas.
En el gran supermercado alimentos y productos dc limpieza e higiene solo sueñan con una cosa: que los grandes dioses se los lleven al más allá  donde todos sus sueños se harán realidad y los dioses cuidan de ellos. En uno de sus pasillos vive Frank, la salchicha, y sus amigos, que esperan con ilusión ese día, en el que se unirán a Brenda la bollita y sus compañeras. Pero cuando por fin logran estar en un carrito conducido por una diosa y de camino a su objetivo un tarro de mostaza, recién devuelto a la tineda, no está dispuesto a abandonar el supermercado: ha visto lo que hay fuera y le infunde tal terror que está dispuesto a suicidarse. En el caos Frank, Brenda y otros alimentos salen de sus envases y se pierden en la inmensidad del establecimiento pero ahora la valiente salchicha no puede volver a casa sin conocer que se oculta tras el mito del más allá y deberá buscar al sabio Aguardiente para conocer la verdad.
Irreverente comedia protagonizada por un puñado de alimentos cotidianos (y un producto de higiene íntima que dejaremos descubran en su visionado) La fiesta de las salchichas es una fresca reflexión sobre el sentido de la vida de unos productos que teniendo una creencia común (un más allá al que cantan cada mañana en un espectacular númeor musical en el que ha colaborado Alan Menken...sí, sí el de la factoría Disney) sin embargo se han segregado en distintas ramas (de modo que entre sus protagonistas hay un bagel y un pan lavash que en un principio experimentan un conflicto por el dominio de un pasillo que la verdad nos resulta tremendamente familiar...por no hablar de unas especialidades germánicas cuyo mostacho también nos suena), pero que, a modo de benevolente placebo, oculta una incómoda y terrible realidad a la que solo se enfrentan los pobres infslices que abandonan el mercado en sus bolsas de la compra.
Con un punto de partida filosófico tan llamativo como adulto que no desentona con la gran cantidad de referencias manejadas en la película (no falta ni un sosias de Stephen Hawkins, uno de los personajes más sorprendentes y divertidos de la cinta) ni con un sentido del humor al que no le cuesta pasar del verde (desde las referencias picantes al muy, muy explícito) al negro (con unas escenas casi dignas de una cinta gore que revelan las verdaderas intenciones de sus alabados dioses), coronado con un metafísico final (que por supuesto aquí no desvelaremos) la película nos remite al mejor cine de animación para adultos, en la línea de clásicos como Fritz the cat o la muy recomendable South park. Más grande, más largo y sin cortes.
Dotada de un simpático diseño de personajes (que no deja de hacernos recordar la parodia Condimentos de Mixar en el episoidio Papá rabioso. La película de Los Simpson) y una animación correcta la cina destaca por su divertidísimo guión, lleno de ingeniosas líneas de diálogo y su absoluta falta de concesiones, carente de tabúes políticos o sexuales, nos encontramos ante una cinta compleja de humor grueso a la que sin dida benefician su gran sentido del ritmo y un equipo de doblaje lleno de nombres conocidos (nos quedan las ganas de ver el resultado en la versión doblada), dejándonos una hora y media de risas desde su primer segundo hasta el último.
Original y divertida La fiesta de las salchichas debería ser una cita ineludible para cualquier amante de la animación para adultos, de esa que nos llega más a través de la pequeña pantalla que de la grande, una cinta que debe mantenerse alejada del alcance de los niños pero que no de los adultos sin perjuicios.

Una gran película en un año en que la animación ya nos ha dado un agradable puñado de sorpresas La fiesta de las salchichas llega a las salas españolas el 7 de octubre.

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