A RITMO DE SAMBA

En un verano en que Brasil se ha convertido en omnipresente merced a los juegos olímpicos de verano no podrmos menos que darnos cuenta de la pobre cantidad de películas brasileñas o sobre Brasil que llegan a nuestra pantallas, con visiones de otras cinematografías como Río, Trash ladrones de esperanza o la cinta de próximo estreno Pelé mientras todavía persisten en nuestra retina producciones tan interesantes como Ciudad de Dios. Sin embargo en breve llega otra excepción, hoy hablamos de El profesor de violín.

 Laerte es un virtuoso del violín y antiguo niño prodigio al que le miedo escénico priva de obtener una plaza en una prestigiosa orquesta, Necesitado de dinero un amigo le propone para un puesto de profesor de música en una favela que ofrece una ONG. Cuando llega los chicos apenas si saben tocar unos compases y ni siquiera saben solfeo, con la excepción de uno, Samuel, que parece tener un particular talento para la música. Pero entre problemas de disciplina, algún encontronazo con las mafias locales y algún amago de deserción forzada poco a poco Laerte logra que sus alumnos, empiecen a interesarse por la música y formar un grupo de intérpretes  más solido de cara a un futuro concierto  si bien no pierde de vista su sueño de formar parte de una importante orquesta.

 Creativa traducción del título original Tudo que aprendemos juntos la cinta es una sentimental fábula sobre el poder de la música en los entornos más adversos.
Con un punto de partida que ya hemos visto infinidad de veces, de El club de los poetas muertos a Sister act 2, el de un profsor enamorado de su disciplina (no diré profesión ya que el puesto de docente le llega a nuestro protagonista de un modo meramente circustancial) que comienza a dar clases en un entorno en inicio poco prometedor la película sabe combinarlo con la situación socilal de las favelas brasileñas, de modo que sus alumnos tienen unos problemas más serios que unos padres represores o unas meras malas notas, desde la pobreza a los conflictos con la ley (desde un primer momento se nos hable de un alumno que en caso de no acudir a las clases deberávolver a una institución).
El profesor de violín es ante todo un drama humano, con un entorno en que cada uno tiene sus propios problemas personales, del profesor a los alunmos, y en medio de los cuales uno de los pocos salvavidas parece ser la música, tanto la ejecución de la misma como su disfrute como acompañamietno inseparable de la fiesta, y lo apreciamos en una cinta que sabe marcar profundamente los contrastes de los entornos en que se mueve, desde ese centro de estudios que al comienzo parece casi una prisión (hasta tienen que abrir y cerrar la reja) a la lujosa sala de conciertos en la que se abre y cierra la trama o los sórdidos rincones en los que puede surgir desde la música más deliciosa hasta la amenaza más inesperada.
Con una primera parte que nos resulta más familiar sin embargo la película da un giro esencial /que aquí no desvelaremos) en su último tercio, acentuando el componente realista y que la aleja de otros referentes, en especial los hollywoodenses, un giro que revela como la esperanza ayuda a que la vida continue y acentúa la humanidad de unos personajes que en determinados momentos de la cinta se han comportado con más frialdad.
Un film emotivo que, cuando parece más predecible, logra sorprendernos El profesor de violín tiene una bien seleccionada banda sonora, llena de composiciones clásicas, y una estética que nos regala alguan escena particularmente hermosa (la panorámica de la ciudad durante la discusión en casa de Samuel y tras el concierto...), pero que se amoldan y no restan protagonismo a unos personajes, interpretados con gran naturalidad, que son lo esencial de la misma, que siempre han amado o empiezan a amar la música pero para los que esta siempre será una parte esencial de sus vidas, y en especial en los momentos mças difíciles.

+Drama de personajes que hace de la música el mejor y mayor consuelo ante el dolor El profesor de violín llega a los cines el 12 de agosto