Legos del Monigotorium

jueves, 14 de julio de 2016

LA LIGA DE LOS ZAPATILLA EXTRAORDINARIOS

En pleno huracán de superhéroes, tras las correspondientes de Batman y el Capitán América y a un pestañeo de que llegue el Escuadrón suicida casi nos puede parecer extraño hablar de tebeos que no sean americanos, y nunca mejor dicho: tebeos. Y eso que si bien las cintas dedicadas a nuestros dos queridos merluzos calvos, Mortadelo y Filemón, hemos podido ver también cintas tan arriesgadas como estimulantes como El gran Vázquez y otras que se apartaban notablemente de su original como la reciente Anacleto... pero además ha llegado el momento de la vuelta de dos personajes más que clásicos, hoy hablamos de Zipi y Zape y la isla del Capitán.
Tras un intento de robo en una juguetería que acaba desencadenando un voraz incendio los medios de comunicación culpan de las travesuras de los hermanos Zipi y Zape a sus padres. Castigados sin tele, sin bicicleta y sin cualquier diversión imaginable sus progenitores resuelven además privarlos de las vacaciones de Navidad, marchando en familia a pasar unos días en una isla en la que vive un editor que parece interesado en publicar la novela de Don Pantuflo. Sin embargo el lugar parece inhóspito y casi desierto y pronto acaban perdidos en una terrible noche de tormenta. Por suerte lograan encontrar una gran casa y een ella son acogidos con gran amabilidadpor su dueña, la señorita Pam, una adinerada amante de los libros y los niños que regenta un orfanato. La sorpresa llega cuando a la mañana siguiente Zipi y Zape descubren que sus padres no están y Pam les confiesa que sus padres,  hartos de esforzarse, los han dejado allí, algo que hace recelar a Zipi. 
Cinta de aventuras que troca el internado de la primera parte por una isla misteriosa en toda regla Zipi y Zape y la isla del Capitán adopta un esquema clásico que, salvando las distancias, nos remite a cintas como El secreto de la pirámide, para contarnos la nueva gran aventura de los hermanos Zapatilla, una odisea que nuevamente los arranca de sus territorios comunes para sumergirlos en una trama llena de misterios.
Secuela de Zipi y Zape y el club de la cánica la cinta es, al igual que su predecesora, una fábula moralizante que ensalza el valor del amor filial (una frase que dicha así parece sacada de algún discurso de Don Patuflo, y eso que en esta nueva encarnación ha abandonado la filatelia y la colombofilia por la escritura de novelas), a pesar de las regañinas, las imposiciones y las reglas, y lo hace en medio de toda una rocambolesca trama en la que no faltan ni gorilas inteligentes ni increíbles vehículos a lo Julio Verne.
Dotada de un impecable diseño de producción y unos efectivos efectos especiales la cinta tiene un buen puñado de aciertos como la inspiración, revelada desde el primer momento en que la familia atraviesa las puertas de la mansión de la señorita Pam, en un buen puñado de personajes de libros clásicas, principalmente el Peter Pan de Barrie (otros más velados hasta el tramo finalcomo Sherlock Holmes) que condicionarán la estética de toda la película. 
Pero en medio de una trama con un buen arranque y un misterio que se desvela pronto (el paradero de los padres de los hermanos) y en la que encontramos elementos tan agradecidos como la secuencia de animación que revela el pasado de Pam (de diseño sencillo pero más que adecuado) la cinta parece perder fuerza con un sentido del ritmo irregular y algún elemento que, por banal, no resulta menos chirriante (la referencia a esa bola de nieve casi salida de Ciudadano Kane, unos diálogos con expresiones un pelín pasadas de rosca -solo falta el Diga melón- o esos uniformes, deudores del tebeo original, pero que constituyen la versión marinera del de la primera parte).
Zipi y Zape y la isla del Capitán es una cinta de corte infantil, de esas que satisfacen más a los niños que a los adultos, en parte por su particular sentido del humor, si bien goza de algunos elementos impagables como esa auténtica robaescenas que es Sor Enriquetala dulce monja canora con ligeros episodios de problemas de control de la ira (y que parece un elemento discordante frente al resto de los personajes, pero que nos deja algunos de los mejores momentos de la cinta), pero que constituye una fórmula más que correcta para constituir un entretenimiento de calidad para los espectadores más jóvenes, a los que incluso puede les despierte cierta curiosidad por conocer los personajes literarios a los que se hace referencia.
Aventuras fresquitas para una tarde con los más pequeños en el cine, Zipi y Zape y la isla del Capitán llega a la pantalla grande el 29 de julio

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