En una cartelera a la que impera el cine patrio y estadounidense, con permiso de unas cinematogafías francesa y británica que también suelena asomarse por el patio de butacas el cine de otras nacionalidades nos llega prácticamente con cuentagotas. Y no es preciso alejarse del continente (es más si nos alejamos un poco hay alguna cinematografía tan popular como la nipona) para encontrarnos mundos tan vírgenes como el cine islandés. Pero sin embargo siempre hay alguna excepción que confirma la regla y esta es Corazón gigante.
Afable y habilidoso, Fúsi es un hombre grande al que le cuesta adaptarse socialmente. Aunque en su madurez todavía vive con su madre y nunca ha tenido novia, su vida transcurre entre su trabajo en el aeropuerto, donde es maltratado por sus compañeros, y su pasión por las miniaturas y recreación de batallas de la II Guerra Mundial. Pero el día de su cumpleaños el novio de su madre le regala un vale para lecciones de baile. Presionado acude a la escuela pero no se decide a asistir, pero mientras espera en su coche que la lección acabe estalla una tormenta y una mujer se acerca para pedirle que la lleve a casa. Su nombre es Sjöfn y será el comienzo de una relación muy particular.
Curioso drama sobre un hombre tímido y sencillo acomplejado por la reacción que su aspecto suscita en los demás Corazón gigante es un tierno relato de paso a la madurez.
Con numerosos elementos que nos remitirán a ese cine de transición adolescente (por no faltar no faltan ni los abusones, solo que en este caso son otros trabajadores del aeropuerto en vez de los populares del instituto), pero con la particularidad de que ene esta ocasión su protagonista está ya entrado en la cuarentena, la cinta se antoja un particular cuento de hadas sobre un gigante bonachón (en ocasiones hasta demasiado...Fusi puede no resultar simpático para aquellos que le rodean pero normalmente se conforma con que le dejen tranquilo sin inmiscuirse en asuntos ajenos), un hombre amante de las cosas sencillas (en especial esas miniaturas que le hacen parecer todavía más grande, y que nos dejan algún plano particularmente hermoso) que ve como, con la excepción de un amigo que comparte sus aficiones y su vecina, una niña con la que juega como un niño más, el resto de la humanidad le trata como un bicho raro e intenta hacerle partícipe de un mundo de intereses que no son nicialmente los suyos, un juego en el que intentará entrar cuando cree ver nuestras de aceptación (la cerveza en el fútbol), aunque muchas veces, para su desgracia sea una mera fachada (la invitación para jugar al paintball), pero que conseguirá recorrer todo un viaje iniciático que le hará replantearse su vida y aprender cosas nuevas, pero nunca sin perder la fidelidad a sí mismo.
Corazón gigante es una película dramática rodada de manera sencilla, con un eficaz uso de los primeros planos, y que hace gala de cierto humor surrealista de ese que hace esbozar una sonrisa comprensiva (el episodio del soplete) pero que brilla especialemente por la presentación de unos personajes dolorosamente humanos, con sus contradicciones y dudas, unos persoanjes que no por salirse de lo establecido son por ellos menos reales, y que gracias a las brillantes interpretaciones de sus actores (en especial un protagonista que sabe decirlo todo con apenas una mirada), sabe meternos de lleno y conectar con unas personas que en mayor o menor medida son marginados por la sociedad (la depresion de Sjöfn), por mucho que nos sorprendan algunas de sus acciones, a través de una atípica historia de amistad-amor en la que sus persojajes consiguen evolucionar pero no sin sufrir y que logra calar en el espectador con una humanidad tan grande como indica en su título.
Original drama Corazón gigante es una película para amantes de las historias humanas que acaban saliéndose del tópico
Legos del Monigotorium
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jueves, 30 de junio de 2016
miércoles, 29 de junio de 2016
JAQUE A LA ARAÑA
No sabemoa como, pero por más que tire por aquí más la cinefilia que el amor al deporte le disciplina del balón, la piscina o la pértiga siempre acaba abriéndose paso por los siniestros pasillos del Monigotorium. Sí, ya hemos hablado de unas cuantas películas de índole deportivo pero en le tintero todavía quedaba otro tipo de competición, No, no hablo de Battle royale, Juegos del hambre o similar, sino de esa que solo tiene un oponente y cuyo campo de juego es apenas un tablero sobre una mesa...el ajedrez, y la última muestra es El caso Fischer.
Mientras sus mayores viven inmersos en la paranoia del espionaje en plena guerra fría Bobby Fischer, apenas un niño, solo tiene un mundo: el ajedrez. Pronto su madre descubrirá que no se trata de una mera fijación infantil, sino que su hijo tien auténtico talento y este emperzará a prepararse hasta convertirse en un jovencísimo gran maestro. A partir de este momento el único objetivo de Fischer será convertirse en el mejor del mundo, dispuesto a vencer a toda la élite rusa del ajedrez, incluído el gran campeón Spassky. Pero pronto en su cabeza comenzará a tomar cuerpo la creencia de que está siendo espíado continuamente por sus rivales, y no será su única obsesión.
Drama sobre el ascenso (para su posterior caída solo nos dejará un breve epílogo) de una de las grandes estrellas del ajedrez, el americano Bobby Fischer, la película nos cuenta una historia de superación personal en los años álgidos de la guerra fría, un clima político capaz de afectar a algo a priori tan ajeno como el mundo del ajedrez, dentro del que Rusia era toda una potencia mundial,
Partiendo de sus comienzos en el mundo del ajedrez, y dejando desde el principio muy claro un talante obsesivo que en ocasiones llegará a niveles paranoicos e incluso psicóticos (su primera derrota) de Fischer y que se acentuará hasta niveles casi insoportables para aquellos que los rodean llegando a adquirir incluso algún ribete contagioso (el episodio de la silla que hace ruido...con sorprendente resultado) la película consigue construir la compleja figura de un hombre difícil en las relaciones humanas, si bien no es ajeno a ellas (la relación con su hermana, el episodio de la prostituta) pero magistral en el juego, y capaz de enloquecer por el motivo más nimio con una superioridad que cree le permite su propio genio (las peticiones continuas), un hombre capaz de darlo todo por el ajedrez pero casi nada por lo demás ( seres humanos incluídos), y que ve su labor casi como un tipo de sacerdocio (interesante el contraste con el más humano sacerdote que se une a su equipo) frente a unos rivales tal vez menos duchos (aun siendo de los mejores) pero mucho más humanos (el comportamiento de Spassky, que al menos si disfruta brevemente de playa y máquina de pinball).
Pero si bien esta figura, bien interpretada por Tobey Maguire, podemos inscribirla dentro de una tradición de personajes geniales a nivel intelectual pero torpes a nivel emocional, y que tan bien ha dado de sí en el mundo del cine, quizás lo más interesnte sea la creación de un clima de auténtica tensión a la hora de presentar un juego tan "pacífico" como es el ajedrez. Si bien algunos elementos nos dejan a los legos en la materia en la puerta (los ejercicios de movimientos) las partidas en sí saben arrancar el interés de un espectador que ya se haya inmerso en toda el conflicto entre USA y URSS merced a un eficaz montaje con un gran material documental, y que hace que el juego sobre el tablero se convierta en una breve confrontación física en medio de el explosivo clima latente.
El caso Fischer es una película que sabe hacer de un tema anodino una película interesante, con un buen ritmo y unas buenas interpretaciones, una cinta que sabe hacer un auténtico microcosmos de un puñado de figuras sobre un tablero gracias al reflejo de todo un clima histórico y psicológico que humaniza terriblemente una historia sobre personajes desarraigados cuyo único nexo, entre ellos mismos y con la realidad es esa tabla de cuadrados blancos y negros y lo hace con elementos casi más propios de un thriller que de una película de este corte, dejándonos un resultado tan perturbador como fascinante.
Curioso drama deportivo de personajes El caso Fischer llega a las pantallas españolas el 12 de agosto
Mientras sus mayores viven inmersos en la paranoia del espionaje en plena guerra fría Bobby Fischer, apenas un niño, solo tiene un mundo: el ajedrez. Pronto su madre descubrirá que no se trata de una mera fijación infantil, sino que su hijo tien auténtico talento y este emperzará a prepararse hasta convertirse en un jovencísimo gran maestro. A partir de este momento el único objetivo de Fischer será convertirse en el mejor del mundo, dispuesto a vencer a toda la élite rusa del ajedrez, incluído el gran campeón Spassky. Pero pronto en su cabeza comenzará a tomar cuerpo la creencia de que está siendo espíado continuamente por sus rivales, y no será su única obsesión.
Drama sobre el ascenso (para su posterior caída solo nos dejará un breve epílogo) de una de las grandes estrellas del ajedrez, el americano Bobby Fischer, la película nos cuenta una historia de superación personal en los años álgidos de la guerra fría, un clima político capaz de afectar a algo a priori tan ajeno como el mundo del ajedrez, dentro del que Rusia era toda una potencia mundial,
Partiendo de sus comienzos en el mundo del ajedrez, y dejando desde el principio muy claro un talante obsesivo que en ocasiones llegará a niveles paranoicos e incluso psicóticos (su primera derrota) de Fischer y que se acentuará hasta niveles casi insoportables para aquellos que los rodean llegando a adquirir incluso algún ribete contagioso (el episodio de la silla que hace ruido...con sorprendente resultado) la película consigue construir la compleja figura de un hombre difícil en las relaciones humanas, si bien no es ajeno a ellas (la relación con su hermana, el episodio de la prostituta) pero magistral en el juego, y capaz de enloquecer por el motivo más nimio con una superioridad que cree le permite su propio genio (las peticiones continuas), un hombre capaz de darlo todo por el ajedrez pero casi nada por lo demás ( seres humanos incluídos), y que ve su labor casi como un tipo de sacerdocio (interesante el contraste con el más humano sacerdote que se une a su equipo) frente a unos rivales tal vez menos duchos (aun siendo de los mejores) pero mucho más humanos (el comportamiento de Spassky, que al menos si disfruta brevemente de playa y máquina de pinball).
Pero si bien esta figura, bien interpretada por Tobey Maguire, podemos inscribirla dentro de una tradición de personajes geniales a nivel intelectual pero torpes a nivel emocional, y que tan bien ha dado de sí en el mundo del cine, quizás lo más interesnte sea la creación de un clima de auténtica tensión a la hora de presentar un juego tan "pacífico" como es el ajedrez. Si bien algunos elementos nos dejan a los legos en la materia en la puerta (los ejercicios de movimientos) las partidas en sí saben arrancar el interés de un espectador que ya se haya inmerso en toda el conflicto entre USA y URSS merced a un eficaz montaje con un gran material documental, y que hace que el juego sobre el tablero se convierta en una breve confrontación física en medio de el explosivo clima latente.
El caso Fischer es una película que sabe hacer de un tema anodino una película interesante, con un buen ritmo y unas buenas interpretaciones, una cinta que sabe hacer un auténtico microcosmos de un puñado de figuras sobre un tablero gracias al reflejo de todo un clima histórico y psicológico que humaniza terriblemente una historia sobre personajes desarraigados cuyo único nexo, entre ellos mismos y con la realidad es esa tabla de cuadrados blancos y negros y lo hace con elementos casi más propios de un thriller que de una película de este corte, dejándonos un resultado tan perturbador como fascinante.
martes, 28 de junio de 2016
ANDAR COMO UN EGIPCIO
Epopeyas de faraones, construcciones de pirámides, relatos bíblicos...si bien siempre parecen ponerse, quizás por su número menor, a un ladito discreto de ese género que es el peplum las peículas ambientadas en el antiguo Egipto han dejado gratos momentos de ocio cinematográfico con cintas como Cleopatra, Tierra de faraones o Los diez mandamientos (y alguna joyita animada como El príncipe de Egipto). Pero al igual que a su primo grecorromanao le ha dado en ocasiones por tirar por hiperólicos y ricos en efectos especiales como en los casos de 300 (y secuela) o Furia de titanes (y secuela) parece haber llegado el momento de que Egipto también lo haga...y aquí aparece Dioses de Egipto.
En el antiguo Egipto los dioses moraban entre los humanos, pero además de vivir miles de años eran más altos, tenían oro en vez de sangre y podían convertirse a voluntad en terribles bestias. La paz reinaba pero el día en que Osiris abdica su hijo Horus su hermano Seth aparece y lo asesina, para después luchar con el mismo Horus al que arranca los ojos, fuente de su poder, y, por intercesión de Hathor, la pareja de este, destierra al desierto. Casi todo Egipto cayó en la esclavitud pero una esclava todavía tiene fe en los dioses y le ruega a su amado Bek, un ladrón, que robe los ojos de Horus de una de las fortalezas de Seth para que este vuelva y les libre del tirano...sin embargo las cosas no van a ser tan fáciles.
Fantasiosa película de acción con pinceladas historicistas la cinta nos lleva a un antiguo Egipto legendario en el que conviven dioses y mortales, y en el que va a estallar un conflicto entre inmortales con ligeros ecos a la rica mitología egipcia.
Con un comienzo épico, en el que nos presentan a nuestros (por el momento despreocupados) protagonistas la película pronto hace gala de tomarse más de una libre licencia a la hora de reflejar la fastuosidad del antiguo Egipto (en el que no faltan obeliscos que rozan el cielo, vestidos con más trasparencias que lino y una arquitectura tan blanquita que da gusto verla...la traca esos planos en papiro con unos dibujos de cepos y trampas a los que solo les falta la flecha de "entre usted por aquí") en un envoltorio chillón y llamativo en el que no fatan gigantescos monstruos (con la parte del león por supuesto para la Esfinge) ni por supuesto unos dioses que, al transforarse, nos dan una impersión casi de etéreo Transformers (por suerte nos ahorran la de Hathor, cuya representación animal era...la vaca...no debió convencerlos mucho) o primos lejanos de los añorados Caballeros del zodiaco, dejando al espectador entre perplejo y estupefacto.
Sin duda Dioses de Egipto da uma impresión tan irreal como llamativa pero lo que se oculta tras estos bizarros elementos y las interpretaciones de algunos actores conocidos no tan ajenos por estos terrenos épicos (el Matarreyes y Leónidas como cabeza de cartel) no es más que una cinta de aventuras con un desarrollo clásico, de esas protagonizadas por un téndem de antihéroes ( dios con más morro que luces y buen ladrón) que poco a poco además de formalizar una amistad lograrán redimirse de sus antiguos vicios y acabarán convirtiéndose en lo qeu se espera de ellos (y espero que esto no le suponga a nadie un spoiler...el como lo logran es otro cantar que deerán descubrir acercándose a su sala de cine más cercana), y en cuya odisea no faltarán los más variados obstáculos, alguno superado de manera harto cirquense, y solo lo lograrán con tenacidad y el apoyo de dos mujeres que (inexplicablemente) confían ciegamente en ellos.
Dioses de Egipto no nos ofrece nada nuevo, pero el resultado no es tampoco muy distinto de otras cintas de corte similar, dejando pocas sorpresas en el tintero y dejando un conjunto entrerenido que más nos agradará cuando menores sean las expectativas con las que acudamos a su visionado. Una cinta lineal, a la que podemos acudir a disfrutar de las interpretaciones de dos protagonistas, héroe y villano, con una buena cohorte de fans o de una historia sencilla que, francamente haría un poco menos el ridículo si no se emprñase en buscar raíces egipcias para su ambientación y personajes (¿Alguien ha dicho Stargate? Pues elevado a la cuarta y con fuegos artificiales) en vez de optar por presenta a sus persoaejes desde cero.
Aventuras clásicas en un escenario anticlásico, una opción para pasar una tarde fresquito en cuerpo y alma en el cine .
En el antiguo Egipto los dioses moraban entre los humanos, pero además de vivir miles de años eran más altos, tenían oro en vez de sangre y podían convertirse a voluntad en terribles bestias. La paz reinaba pero el día en que Osiris abdica su hijo Horus su hermano Seth aparece y lo asesina, para después luchar con el mismo Horus al que arranca los ojos, fuente de su poder, y, por intercesión de Hathor, la pareja de este, destierra al desierto. Casi todo Egipto cayó en la esclavitud pero una esclava todavía tiene fe en los dioses y le ruega a su amado Bek, un ladrón, que robe los ojos de Horus de una de las fortalezas de Seth para que este vuelva y les libre del tirano...sin embargo las cosas no van a ser tan fáciles.
Fantasiosa película de acción con pinceladas historicistas la cinta nos lleva a un antiguo Egipto legendario en el que conviven dioses y mortales, y en el que va a estallar un conflicto entre inmortales con ligeros ecos a la rica mitología egipcia.
Con un comienzo épico, en el que nos presentan a nuestros (por el momento despreocupados) protagonistas la película pronto hace gala de tomarse más de una libre licencia a la hora de reflejar la fastuosidad del antiguo Egipto (en el que no faltan obeliscos que rozan el cielo, vestidos con más trasparencias que lino y una arquitectura tan blanquita que da gusto verla...la traca esos planos en papiro con unos dibujos de cepos y trampas a los que solo les falta la flecha de "entre usted por aquí") en un envoltorio chillón y llamativo en el que no fatan gigantescos monstruos (con la parte del león por supuesto para la Esfinge) ni por supuesto unos dioses que, al transforarse, nos dan una impersión casi de etéreo Transformers (por suerte nos ahorran la de Hathor, cuya representación animal era...la vaca...no debió convencerlos mucho) o primos lejanos de los añorados Caballeros del zodiaco, dejando al espectador entre perplejo y estupefacto.
Sin duda Dioses de Egipto da uma impresión tan irreal como llamativa pero lo que se oculta tras estos bizarros elementos y las interpretaciones de algunos actores conocidos no tan ajenos por estos terrenos épicos (el Matarreyes y Leónidas como cabeza de cartel) no es más que una cinta de aventuras con un desarrollo clásico, de esas protagonizadas por un téndem de antihéroes ( dios con más morro que luces y buen ladrón) que poco a poco además de formalizar una amistad lograrán redimirse de sus antiguos vicios y acabarán convirtiéndose en lo qeu se espera de ellos (y espero que esto no le suponga a nadie un spoiler...el como lo logran es otro cantar que deerán descubrir acercándose a su sala de cine más cercana), y en cuya odisea no faltarán los más variados obstáculos, alguno superado de manera harto cirquense, y solo lo lograrán con tenacidad y el apoyo de dos mujeres que (inexplicablemente) confían ciegamente en ellos.
Dioses de Egipto no nos ofrece nada nuevo, pero el resultado no es tampoco muy distinto de otras cintas de corte similar, dejando pocas sorpresas en el tintero y dejando un conjunto entrerenido que más nos agradará cuando menores sean las expectativas con las que acudamos a su visionado. Una cinta lineal, a la que podemos acudir a disfrutar de las interpretaciones de dos protagonistas, héroe y villano, con una buena cohorte de fans o de una historia sencilla que, francamente haría un poco menos el ridículo si no se emprñase en buscar raíces egipcias para su ambientación y personajes (¿Alguien ha dicho Stargate? Pues elevado a la cuarta y con fuegos artificiales) en vez de optar por presenta a sus persoaejes desde cero.
Aventuras clásicas en un escenario anticlásico, una opción para pasar una tarde fresquito en cuerpo y alma en el cine .
lunes, 27 de junio de 2016
EL PEOR EN LO QUE HACE
Es curioso como funciona eso de la asociación de ideas pero a veces es difícil hacerse una idea relativa al argumento de una película solo viendo su título...es el caso de la cinta de hoy, cuando parece que solo viene a la cabeza ese chiste malo del saltador poco aficionado a la higiene en lo alto del trampolín ("¿que parezco?-¡Un águila!-¿Por la majestuosidad, por la postura?- No ¡por las garras, que menudos mejillones!...¡!)...en fín, corramos un (es)tupido velo e introdujámonos en el universo de Eddie el águila.
Eddie Edwards siempre ha tenido un sueño desde niño: participar en las Olimpiadas. Sin embargo su manifiesta incompetencia en casi todos los deportes parece solo abrirle el camino de sequir los pasos de su padre como escayolista. Pero Eddie no se rinde, y parece encontrar su camino en el equipo de esquí para los juegos olímpicos de 1988. Sin embargo la federación pronto le expulsa y cuando más hundido se encuentra decide iniciarse en una disciplina para la que no hay ningún participante al menos en su país: el salto. Confiando en su tenacidad y con apenas unas libras Eddie partirá a Alemania para comenzar su entrenamiento y pronto conocerá al malhumorado encargado del mantenimiento de las pistas sin saber que este oculta un gran secreto.
Historia de superación personal con m´ças elementos de comedia que de drama Eddie el águila nos cuenta la original historia real de un don nadie enamorado del mundo de la competición deportiva que, sin decantarse desde un inicio por ningún deporte en concreto (es más en su más tierna infancia la primera disciplina en la que intenta destacar es en aguantar la respiración bajo el agua...logrando la acojonante marca de menos de un minuto, que él ya considera lo bastante digna como para presentarse en las olimpiadas de Roma), fue buscando poco a poco su camino hasta lograr su sueño: el de paricipar en unos juegos olímpicos.
Pero Eddie el águila no es la típica historia de un jovencito con cualidades innatas que sale de la nada para convertirse, no sin esfuerzo y muchas lágrima a modo tendido, en toda una leyenda. Eddie el águila es la historia de un chico normal al que guían el entusiasmo, una disciplina de curioso enfoque y por supuesto una tenacidad a prueba de bomba en la que, en el fondo, no deja de ser una fábula sobre los sueños cumplidos, pero que demuestra como el peor en algo puede sin embargo lo mejor en lo suyo, pero dejando muy claro que lo que importa realmente, con pleno espíritu olímpico, es el afán de superación.
Nos encontramos ante una cinta ligera, con fuerte carga emocional pero sin ningún momento particular en que la sangre llegue realmente al río (hay están entre otras la novatada en plena Olimpiada de invierno) y en la que más brilla es un protagonista empático que logra que nos riamos tanto con él como de él y por supuesto ese secundario que es (¡oh sorpresa!) Hugh Jackman, en ese papel de antiguo deportista de vuelta de todo que poco a poco se deja contaminar por el espíritu del mucho menos dotado para el salto Eddie, y que nos regala algunos de los mejores momentos de la cinta como aquel en el que realiza un impresionante salto desde el mayor de los trampolines contra el pronóstico de aquellos que solo le consideran un borracho o en el que le enseña a su nuevo pupilo nuevas formas de inspiración para el salto...como pensar en montárselo con su actriz favorita.
Eddie el águila es una cinta entretenida, con relativo buen ritmo, que a pesar de un ligero tufillo a culebrón de tarde o incluso de manga deportivo, que consigue dejarnos alguna imagen particularmente hermosa ( la sombra durante uno de los primeros saltos) y algún diálogo chispeante, con personajes ligeramente tópicos pero simpáticos, una historia que entretiene y emociona ligeramente, pero de esas que dejan buen sabor de boca y que por una vez deja del mensaje de que lo importante no es ganar ni perder...lo importante es paticupar, y todo el viaje que conlleva
Particular cuento en el que los sueños se hacen realidad...pero tal vez no como hemos soñado Eddie el águila es una entretenida comedia con un original enfoque.
jueves, 23 de junio de 2016
PELILLOS A LA MAR
Pixar nos ha regalado algunas de las mejores películas de animación de los últimos años, pero su gran éxito ha conducido también a la creación de (rentables) secuelas y en esta encrucijada es donde aparecen los sentimientos encontrados....¿a qué nos enfrentamos esta vez? ¿a una nueva maravilla como Toy story 2 y 3? ¿o a un mero nuevo generador de merchandising como Cars 2? La respuesta llega a la pantalla grande y su nombre Buscando a Dory.
Tras su increíble odisea sumarina Dory vive ahora feliz con Marlin y Nemo, aunque sus problemas de memoria persisten. Sin embargo un día en sueños repite uaa extraña frase y con ella se abre el recuerdo de sus padres, de cuyo lado se perdió cuando era muy pequeña. Dispuesta a encontrarlos a pesar de los años transcurridos Dory cruzará el mar en compañía de Marlin y Nemo para descurir ungigantesco acuario y reserva de vida marina en cuyo interior puede que todavía se encuentren sus progenitores.
Continuación estricto de la ya clásica Buscando a Nemo, ambientada un año después de su desenlace, esta nueva entrega de las aventuras de Nemo, Marlin y por su puesto la olvidadiza Dory nos lleva a conocer el descorazonador origen de nuestra protagonista femenina, un personaje cuyos terribles problemas de memoria hicieron mella en su existencia desde muy pequeña.
Con un entrañable comienzo en el que conoceremos a los comprensivos y cariñosos padres de Dory, una pareja capaz de hacer cualquier cosa por su pequeña pececito, la peícula vuelve pronto a convertirse en una road movie marítima en toda regla (un término que adquiriá una nueva dimensión en su tramo final...a las puebas me remito) con un gran sentido del ritmo y una buena serie de entrañables secundarios a los que nos ha acostumbrado la casa.
Así a viejos conocidos como el maestro Raya o el grupo de tortugas migratorias se unen otros como la inquietante y surrealista Becky, el grupo de leones marinos obsesionados por subirse a la mejor roca de la playa y por supuesto el que supone uno de los grandes aciertos de la cinta, el pulpo Hank, un ser tan malhumorado como carismático, de tal modo que a él se dedica una buena parte de las secuencias de los títulos de crédito, jugando a una suerte de ¿Donde está Wally? con el espectador.
Buscando a Dory es una película que cuenta una historia sencilla, peo que sabe hacerlo jugando con todas las facetas sentimentales de sus personajes, tanto en los momentos más cómicos como en los más traumáticos (sobrecogedor e incluso siniestro) el resumen de la pérdida de Dory, y con unos diálogos tan naturales como memorables (como el relativo a los corazones de un pulpo).
Pero además, siguiendo el espíritu al que el estudio ya nos ha malacostumbrado, Buscando a Dory es todo un festival visual, que no solo vuelve a exhibir toda la grandeza y majestuosidad del océano sino que además en esta ocasión juega con entornos más mundanos y oscuros como las insalaciones y tubeías del centro marino, con un magnífico reflejo de luces y texturas, y en los que consigue introducir con toda la naturalidad del mundo personajes que de otro modo sería imposible encontrar lejos del agua (genial el juego de vasos, fuentes y el papel de pulpo y aves), y todo en un film con un apartado visual sencillamente brillante.
Drama, comedia, acción...la película sabe aunar todos los palos, y lo hace en forma de una obra tan entretenida como cautivadora a poco que conectemos con sus personajes, unos peces (bueno y algún cefalópodo y unos cuantos mamíferos...el reino de las aves sin embargo parece estar un poco en la inopia, y eso que no vuelven las recordadas gaviotas aficionadas a los pronombres posesivos) con sentiimientos humanos que hace que el espectador, de no serlo, vuelva a sentirse un niño durante hora y media, en la que quizás sea la cinta más fresca de lo que llevamos de verano.
Para niños pequeños y grandes, para los que se criaron con Nemo en Dvd o la disfrutaron en la pantalla de cine Buscando a Dory es una película que ningún aficionado a la animación debería perderese...y por favor, no se muevan hasta que la cinta termine del todo...serán testigos del destino de algunos de los personajes más recordados de Buscando a Nemo
Tras su increíble odisea sumarina Dory vive ahora feliz con Marlin y Nemo, aunque sus problemas de memoria persisten. Sin embargo un día en sueños repite uaa extraña frase y con ella se abre el recuerdo de sus padres, de cuyo lado se perdió cuando era muy pequeña. Dispuesta a encontrarlos a pesar de los años transcurridos Dory cruzará el mar en compañía de Marlin y Nemo para descurir ungigantesco acuario y reserva de vida marina en cuyo interior puede que todavía se encuentren sus progenitores.
Continuación estricto de la ya clásica Buscando a Nemo, ambientada un año después de su desenlace, esta nueva entrega de las aventuras de Nemo, Marlin y por su puesto la olvidadiza Dory nos lleva a conocer el descorazonador origen de nuestra protagonista femenina, un personaje cuyos terribles problemas de memoria hicieron mella en su existencia desde muy pequeña.
Con un entrañable comienzo en el que conoceremos a los comprensivos y cariñosos padres de Dory, una pareja capaz de hacer cualquier cosa por su pequeña pececito, la peícula vuelve pronto a convertirse en una road movie marítima en toda regla (un término que adquiriá una nueva dimensión en su tramo final...a las puebas me remito) con un gran sentido del ritmo y una buena serie de entrañables secundarios a los que nos ha acostumbrado la casa.
Así a viejos conocidos como el maestro Raya o el grupo de tortugas migratorias se unen otros como la inquietante y surrealista Becky, el grupo de leones marinos obsesionados por subirse a la mejor roca de la playa y por supuesto el que supone uno de los grandes aciertos de la cinta, el pulpo Hank, un ser tan malhumorado como carismático, de tal modo que a él se dedica una buena parte de las secuencias de los títulos de crédito, jugando a una suerte de ¿Donde está Wally? con el espectador.
Buscando a Dory es una película que cuenta una historia sencilla, peo que sabe hacerlo jugando con todas las facetas sentimentales de sus personajes, tanto en los momentos más cómicos como en los más traumáticos (sobrecogedor e incluso siniestro) el resumen de la pérdida de Dory, y con unos diálogos tan naturales como memorables (como el relativo a los corazones de un pulpo).
Pero además, siguiendo el espíritu al que el estudio ya nos ha malacostumbrado, Buscando a Dory es todo un festival visual, que no solo vuelve a exhibir toda la grandeza y majestuosidad del océano sino que además en esta ocasión juega con entornos más mundanos y oscuros como las insalaciones y tubeías del centro marino, con un magnífico reflejo de luces y texturas, y en los que consigue introducir con toda la naturalidad del mundo personajes que de otro modo sería imposible encontrar lejos del agua (genial el juego de vasos, fuentes y el papel de pulpo y aves), y todo en un film con un apartado visual sencillamente brillante.
Drama, comedia, acción...la película sabe aunar todos los palos, y lo hace en forma de una obra tan entretenida como cautivadora a poco que conectemos con sus personajes, unos peces (bueno y algún cefalópodo y unos cuantos mamíferos...el reino de las aves sin embargo parece estar un poco en la inopia, y eso que no vuelven las recordadas gaviotas aficionadas a los pronombres posesivos) con sentiimientos humanos que hace que el espectador, de no serlo, vuelva a sentirse un niño durante hora y media, en la que quizás sea la cinta más fresca de lo que llevamos de verano.
Para niños pequeños y grandes, para los que se criaron con Nemo en Dvd o la disfrutaron en la pantalla de cine Buscando a Dory es una película que ningún aficionado a la animación debería perderese...y por favor, no se muevan hasta que la cinta termine del todo...serán testigos del destino de algunos de los personajes más recordados de Buscando a Nemo
miércoles, 22 de junio de 2016
FUTBOLVISIÓN
Si no fuera por las inminentes y omnipresentes elecciones diríamos en pena Eurocopa que tenemos fútbol hasta en la sopa...basta con salir de casa a dar media vuelta o simplemente a comprar el pan al súper para percatarnos de que el deporte rey (en estos momentos diría cais emperador) nos ha invadido a lo bestia y sin cuartel, cuajado de noticias y promociones varias (compre doce birras llévese una bufandita, así "pal frío")...y por supuesto no podía andar muy lejos del cine, por eso hablamos hoy de Pelé: el nacimiento de una leyenda.
!950. Brasil queda destrozado por su derrota en el campeonato del mundo. Dico es un niño que vive en una barriada pobre, y cuando no está en la escuela o limpiando zapatos su mayor pasatiempo es jugar al fútbol con sus amigos con una humilde pelota hecha con trapos. Un día ayudando a su madre, que trabaja en una casa adinerada, descubre escuchando al hijo de los dueños y sus amigos que va a celebrarse una suerte de campeonato amateur y decide presentarse con sus amigos. Sin apenas medios, y avergonzados por unos rivales que empiezan a llamarle Pelé, por un error al llamar a uno de sus ídolos futbolísticos, sin embargo logran quedar segundos y dar un bello espectáculo con su particular estilo de juego, el ginga, por lo que un agente le da una tarjeta por si se lo piensa cuando sea mayor, algo que hará pasados los años: será el comienzo de una carrera legendaria.
Drama deportivo sobre la que sin duda es uno de los astros del fútbol de todos los tiempos Pelé. El nacimiento de una leyenda nos cuenta los difíciles comienzos del futbolista desde que apenas es un niño marcado por la decepción de la derrota de su selección en la final del Mundial de 1950 (tras la que, como en los buenos cuentos, le promete a su padre que un día ganará ua copa del Mundo para él) hasta que él mismo, con apenas 17 años (el jugador más joven de la selección) debuta en el equipo de Brasil en el campeonato de 1958, para convertirs en el Pelé que todos conocemos.
Con un comienzo en forma de flashback, a partir del momento en el que el Pelé de 1958 pisa el campo (momento con el que conectará en la última parte del metraje para contarnos a continuación el desenlace de este partido y posteriormente del Mundial), la película nos cuenta la que en el fondo es una historia de superación personal y esperanza, exponiendo unos comienzos más que humildes (que en algún momento incluso nos recuerdan un poco a Trash. Ladrones de esperanza) en los que conectamos rápidamente con unos niños que, a pesar de la pobreza y algún drama personal, no son en el fondo más que unos niños enamorados de esa válvula de escape que es el fútbol, y que nos abrirá poco a poco la puerta a una historia en la que el futuro Pelé se convertirá en el total protagonista.
Pelé. El nacimiento de una leyenda es una película de planteamiento convencional, con elementos bien marcados y no carente de momentos entrañables (el regalo de la cocina...) de esos que saben arrancar a esectador una sonrisa comprensiva y fuertes dosis de melodrama (el rival desde la niñez, la lesión, los problemas con el entenador) pero también una cinta que sabe reflejar la belleza de una particular manera de jugar al fútbol, el denominado ginga, que quizás gana más visualmente, cuando este se exhibe en todo su esplendor, mercede a un eficaz montaje, que cuando este entra en explicaciones más épicas, como en el momnto en el que el anciano agente le cuenta al joven jugador los orígenes de su estilo de juego (y que tiene su remate en un final con ínfulas quizás excesivamente "patrioteras", más en la línea de una película que en realidad es de factura estadounidense)
Biopic de Pelé con su mejor baza en contar la historia de una figura entrañable (que por supuesto tiene su cameo) la película cuenta una historia sencilla, que nos deja una ligera sensación de déjà vu, y lo hace con un estilo en ocasiones terriblemente deudor del estilo de videoclip, rico en cámaras lentas, panorámicas y planos cortos, que si bien en los momentos álgidos del juego ayuda a mostrarnos con todos sus matices una forma de jugar que sorprendió a propios y extraños resulta m´s excesivo cuando este se emplea en escenas ajenas al juego con el balón.
Pelé. El nacimiento de una leyenda es en el fondo una entretenida biografía, con más luces que sombras y un relativo buen sentido del ritmo, de esas que pueden satisfacer tanto a los fans como a aquellos más ajenos al mundo del fútbol, pero que deja un sabor de boca agradable, si bien no satisface todo el apetito.
Auténtica carta de amor al fútbol Pelé el nacimiento deuna leyenda se estrena en salas comerciales una vez pasada la vorágine de la Eurocopa, el 26 de agosto
!950. Brasil queda destrozado por su derrota en el campeonato del mundo. Dico es un niño que vive en una barriada pobre, y cuando no está en la escuela o limpiando zapatos su mayor pasatiempo es jugar al fútbol con sus amigos con una humilde pelota hecha con trapos. Un día ayudando a su madre, que trabaja en una casa adinerada, descubre escuchando al hijo de los dueños y sus amigos que va a celebrarse una suerte de campeonato amateur y decide presentarse con sus amigos. Sin apenas medios, y avergonzados por unos rivales que empiezan a llamarle Pelé, por un error al llamar a uno de sus ídolos futbolísticos, sin embargo logran quedar segundos y dar un bello espectáculo con su particular estilo de juego, el ginga, por lo que un agente le da una tarjeta por si se lo piensa cuando sea mayor, algo que hará pasados los años: será el comienzo de una carrera legendaria.
Drama deportivo sobre la que sin duda es uno de los astros del fútbol de todos los tiempos Pelé. El nacimiento de una leyenda nos cuenta los difíciles comienzos del futbolista desde que apenas es un niño marcado por la decepción de la derrota de su selección en la final del Mundial de 1950 (tras la que, como en los buenos cuentos, le promete a su padre que un día ganará ua copa del Mundo para él) hasta que él mismo, con apenas 17 años (el jugador más joven de la selección) debuta en el equipo de Brasil en el campeonato de 1958, para convertirs en el Pelé que todos conocemos.
Con un comienzo en forma de flashback, a partir del momento en el que el Pelé de 1958 pisa el campo (momento con el que conectará en la última parte del metraje para contarnos a continuación el desenlace de este partido y posteriormente del Mundial), la película nos cuenta la que en el fondo es una historia de superación personal y esperanza, exponiendo unos comienzos más que humildes (que en algún momento incluso nos recuerdan un poco a Trash. Ladrones de esperanza) en los que conectamos rápidamente con unos niños que, a pesar de la pobreza y algún drama personal, no son en el fondo más que unos niños enamorados de esa válvula de escape que es el fútbol, y que nos abrirá poco a poco la puerta a una historia en la que el futuro Pelé se convertirá en el total protagonista.
Pelé. El nacimiento de una leyenda es una película de planteamiento convencional, con elementos bien marcados y no carente de momentos entrañables (el regalo de la cocina...) de esos que saben arrancar a esectador una sonrisa comprensiva y fuertes dosis de melodrama (el rival desde la niñez, la lesión, los problemas con el entenador) pero también una cinta que sabe reflejar la belleza de una particular manera de jugar al fútbol, el denominado ginga, que quizás gana más visualmente, cuando este se exhibe en todo su esplendor, mercede a un eficaz montaje, que cuando este entra en explicaciones más épicas, como en el momnto en el que el anciano agente le cuenta al joven jugador los orígenes de su estilo de juego (y que tiene su remate en un final con ínfulas quizás excesivamente "patrioteras", más en la línea de una película que en realidad es de factura estadounidense)
Biopic de Pelé con su mejor baza en contar la historia de una figura entrañable (que por supuesto tiene su cameo) la película cuenta una historia sencilla, que nos deja una ligera sensación de déjà vu, y lo hace con un estilo en ocasiones terriblemente deudor del estilo de videoclip, rico en cámaras lentas, panorámicas y planos cortos, que si bien en los momentos álgidos del juego ayuda a mostrarnos con todos sus matices una forma de jugar que sorprendió a propios y extraños resulta m´s excesivo cuando este se emplea en escenas ajenas al juego con el balón.
Pelé. El nacimiento de una leyenda es en el fondo una entretenida biografía, con más luces que sombras y un relativo buen sentido del ritmo, de esas que pueden satisfacer tanto a los fans como a aquellos más ajenos al mundo del fútbol, pero que deja un sabor de boca agradable, si bien no satisface todo el apetito.
Auténtica carta de amor al fútbol Pelé el nacimiento deuna leyenda se estrena en salas comerciales una vez pasada la vorágine de la Eurocopa, el 26 de agosto
martes, 21 de junio de 2016
DELICIA TURCA STYLE
Hay elementos que parecen inseparables en esta existencia como el lápiz y el papel, o los langostinos y la mayonesa,,,los últimos meses (pues el invento hace su primer añito) han probado que el nuevo binomio ganador es VHZ y el cine turco, y por fin este fin de semana llegó la hora, justito ates de irse de vacaciones de celebrarlo definitivamente con un VHZ edición turca.
Así el pasado sábado en su sede habitual en la Sala Artistic Metropol (Cigarreras 6) la sesión comenzó con la refñexión de Vera Montessouri sobre las falsas apariencias (si se la encuentran además de quizás poder contratarla pidánle que les hable sobre su experiencia con los búhos) para dar paso rápidamente a la master class sobre el cine turco pop...o el cine pop turco (el orden de los factores) en la que Carlos Palencia expuso esa combinación de homenaje, destripe y explotación por el morro que ha hecho durante décadas del cine turco de algunos de los protagonistas más queridos de la cultura pop americana, con más imaginación que medios o vergüenza, y en la que nos volvimos a encontrar con viejos conocidos como Batman, Superman, Spiderman (el primer amago de Civil war, con la presencia del Capitán América) y otros nuevos como el realmente abominable ET turco, cuya proyección pedimos humildemente desde este medio para las próximas sesiones.
Pero el plato fuerte era la proyección de El hombre león, una cinta de capa y espada (o más bien de turbante y garra) que llegó a estrenarse comercialmente en varios países incluyendo España pero que nunca se había proyectado aquí integramente (debido a una casi incomprensible censura de algunos momentos en los que uno de los personajes se pone un peín zorrón) hasta el pasado sábado.
Folletín culebronesco ambientado en el Imperio Bizantino con hijos secretos, hermanos secretos, cuernos varios, reveladoras marcas de nacimiento pintadas con rotulador carioca y un protagonista con un origen a lo Tarzán pero con unas dotes que tiran más a George de la jungla, incluyendo el sato con cama elática oculta y el paseo en tirolina (que se ve que en aquella época era muy popular) la película es una cinta de aventuras de corte clásico pero llamativo resultado, incluyenodo un vestuario digno de Los caballeros de la mesa cuadrada (es más hasta juraría haber visto al mismísimo Vlad el empalador), ataques repetidos hasta cuatro veces (seguidas), la música (original) de El planeta de los simios y un desenlace en el que el protagonista se convierte casi en la versión turca de lobezno...aunque no sabemos si para ser lo mejor en lo que hace. Ecos épicos y mucha diversión en una cinta que demuestra que el cine turrco no necesita parecerse a nada para ser terriblemente divertido y cuya edición en dvd pedimos ya encarecidamente a Trash-o-rama si no la tiene ya planeada.
Y con este nuevo descubrimiento VHZ dió carpetazo hasta dentro de al menos un par de meses, si bien la productora Conejornio, responsable de mismo,nos deja durante el verano con espectáculos como Magic Madness, también en Artistic Metropol y del que pudimos ver una divertida muestra.
A la sombra nos quedamos esperando el retorno y entonces...Monigotorium estará allí.
lunes, 20 de junio de 2016
...PUES MENOS MAL
No todo van a ser extremos del calibre de Los gemelos golpean dos veces pero no nos cabe ninguna duda de que si acudimos al cine a ver una película en la que sus protagonistas son hermanos primero estos no se van a parecer en nada (al menos por el lado interno) al principio de la misma y segundo que lo más posible es que, de enterrar el hacha de guerra (los hermanos bien avenidos resultan mucho menos cinematográficos), este suceso no tenga lugar hasta el final de la cinta. Y para muestra poco basta, como es el caso de Todo saldrá bien.
Isabel pide unos dias de asuntos propios en su trabajo en la capital para ir a su pueblo, en elque su madre parece estar viviendo sus últimos días. Tras años sin pasar por la casa familiar, en la que han vivido largo tiempo solas su madre y su hermana Mercedes, una mujer que jamás a dejado el pueblo para ocuparse de ella, la situación será todo un choque para ella, con una madre más enferma de lo que pensaga y una hermana con tendencia a abusar de la bebida. Será el comienzo de unos días en los que ambas hermanas retomarán la relación perdida, si se permiten perdonarse lo que el tiempo y la separación han hecho de ellas.
Drama sobre dos hermanas que se enfrentan a la agonía de su madre así como a todo lo que las separa tras años sin verse Todo saldrá bien nos cuenta la historia de dos mujeres solas (no solo en el hogar materno, ninguna tiene familia alguna aparte de su madre y su respectiva hermana) en plena madurez que ven como han cambiado a lo largo de los años, pero que todavía pueden anclarse a los recuerdos de su pasado.
Con un punto de partida con unas pinceladas de cine social que sin embargo no acabarán de desarrollar del todo (las referencias a la Ley de dependencia o al 15M) la película es la historia de dos personajes aislados tanto en lo espiritual como en lo físico (es más, el tercer personaje en discordia, aparece menos en la película que otra madre célebre, la señora Bates, y jamás llegamos a verle el rostro si bien sus gemidos la convierten en una espectral y continua presencia en la casa) que se reencuentran en unas circustancias forzadas y en un terreno en el que ninguna de las dos desearía estar (la primera más preocupada en su trabajo y la segunda empujada a quedarse por la situación de su madre.
Todo saldrá bien tiene un guión con elementos titubeantes (el presunto giro de la llamada, los accesos de furia:..) y alguna incongruencia (el método para dejar a la madre sola) pero que nos regala un buen puñado de diálogos ricos en sabor como el relativo a la botella de vino medio llena/medio vacía o el que tiene lugar bajo las estrellas, que contribuye a crear un lazo de empatía con dos protagonistas disfuncionales a las que en otras ocasiones sin embargo nos cuesta más comprender (las reticencias de Isabel para subir al piso de arriba)
Pero esta película tiene su punto fuerte en sus dos actrices principales, dos mujeres que saben trasmitir con toda la naturalidad posible los contrastes y semejanzas de sus personajes, y que consiguen que podamos identificarnos con una realidad que en algunos momentos nos puede resultar extraña en estos momentos que corren (la pasmosa soledad de Mercedes, todavía con teléfono de dial y televisión de tubo, y conociendo lo que duran estos aparatos hasta que se estropeen para sustituirlos todavía puede esperar unas cuantas dácadas), y que quizás habría encajado mejor de haber ambienado esta cinta hace unas décadas.
Una película de actrices, de esas que seguramente nos deje alguna anécdota para el recuerdo,pero cuya relativa falta de ritmo y algún elemento discordante (la reacción del médico) no harán que permanezca en su conjunto en este, dejándonos sin embargo la emoción de dos mujeres perdidas en su propia melancolía que luchan contra lo que su educación y su ambiente han hecho de ellas, en una malsana cuenta atrás cuyo desenlace no será ni el que ellas ni el espectador esperaban desde el comienzo de la película.
Drama sobre la pérdida y el reencuentto Todo saldrá bien se estrena próximamente en cines
Isabel pide unos dias de asuntos propios en su trabajo en la capital para ir a su pueblo, en elque su madre parece estar viviendo sus últimos días. Tras años sin pasar por la casa familiar, en la que han vivido largo tiempo solas su madre y su hermana Mercedes, una mujer que jamás a dejado el pueblo para ocuparse de ella, la situación será todo un choque para ella, con una madre más enferma de lo que pensaga y una hermana con tendencia a abusar de la bebida. Será el comienzo de unos días en los que ambas hermanas retomarán la relación perdida, si se permiten perdonarse lo que el tiempo y la separación han hecho de ellas.
Drama sobre dos hermanas que se enfrentan a la agonía de su madre así como a todo lo que las separa tras años sin verse Todo saldrá bien nos cuenta la historia de dos mujeres solas (no solo en el hogar materno, ninguna tiene familia alguna aparte de su madre y su respectiva hermana) en plena madurez que ven como han cambiado a lo largo de los años, pero que todavía pueden anclarse a los recuerdos de su pasado.
Con un punto de partida con unas pinceladas de cine social que sin embargo no acabarán de desarrollar del todo (las referencias a la Ley de dependencia o al 15M) la película es la historia de dos personajes aislados tanto en lo espiritual como en lo físico (es más, el tercer personaje en discordia, aparece menos en la película que otra madre célebre, la señora Bates, y jamás llegamos a verle el rostro si bien sus gemidos la convierten en una espectral y continua presencia en la casa) que se reencuentran en unas circustancias forzadas y en un terreno en el que ninguna de las dos desearía estar (la primera más preocupada en su trabajo y la segunda empujada a quedarse por la situación de su madre.
Todo saldrá bien tiene un guión con elementos titubeantes (el presunto giro de la llamada, los accesos de furia:..) y alguna incongruencia (el método para dejar a la madre sola) pero que nos regala un buen puñado de diálogos ricos en sabor como el relativo a la botella de vino medio llena/medio vacía o el que tiene lugar bajo las estrellas, que contribuye a crear un lazo de empatía con dos protagonistas disfuncionales a las que en otras ocasiones sin embargo nos cuesta más comprender (las reticencias de Isabel para subir al piso de arriba)
Pero esta película tiene su punto fuerte en sus dos actrices principales, dos mujeres que saben trasmitir con toda la naturalidad posible los contrastes y semejanzas de sus personajes, y que consiguen que podamos identificarnos con una realidad que en algunos momentos nos puede resultar extraña en estos momentos que corren (la pasmosa soledad de Mercedes, todavía con teléfono de dial y televisión de tubo, y conociendo lo que duran estos aparatos hasta que se estropeen para sustituirlos todavía puede esperar unas cuantas dácadas), y que quizás habría encajado mejor de haber ambienado esta cinta hace unas décadas.
Una película de actrices, de esas que seguramente nos deje alguna anécdota para el recuerdo,pero cuya relativa falta de ritmo y algún elemento discordante (la reacción del médico) no harán que permanezca en su conjunto en este, dejándonos sin embargo la emoción de dos mujeres perdidas en su propia melancolía que luchan contra lo que su educación y su ambiente han hecho de ellas, en una malsana cuenta atrás cuyo desenlace no será ni el que ellas ni el espectador esperaban desde el comienzo de la película.
Drama sobre la pérdida y el reencuentto Todo saldrá bien se estrena próximamente en cines
viernes, 17 de junio de 2016
EL RETORNO DEL ORCO
Millones han caído en sus fauces y yo misma he perdido a muchos amigos entre sus garras pero es innegable el poder de fascinación que ejerce un universo como el de World of Warcraft, que ha logrado que numerosos aficionados se encierren durante incontables horas frente al ordenador para lograr los épicos objetivos de turno. Aficionada a los videojuegos como soy, pero más cercana a franquicias como Assassin's Creed. Uncharted, Metal Gear o similar sin embargo el mundo de WOW siempre me ha resultado bastante ajeno a no ser por referencias de terceros, pero un título tan grande (por tener tiene hasta osos panda, y no es coña) pedía a gritos su referente cinematográfico y más en unos tiempos en los que hasta los Angry birds tienen su respectivo título. Lejos quedaron los tiempos de películas como la de SuperMario...es la hora de Warcraft: El origen.
El mundo de los orcos está muriendo, pero gracias a la poderosa magia de uno de sus jefes, capaz de generar con unos hechizos que se alimentan de la vida de otros seres un portal que los lleve a otras dimensiones, consiguen llegar a unos pacíficos reinos que parecen ser firmes candidatos a convertirse en su nuevo hogar. Sus violentos y misteriosos ataques harán que los hombres, enanos y elfos que los pueblan busquen un modo de acabar con ellos y con su mortal magia, averiguando gracias a una prisionera, mestiza de orco y humano, que el poderoso ejército planea enviar todavía más tropas a través del portal en cuanto tengan suficientes cautivos como para abrirlo. Será el comienzo de una cruzada contra reloj en la que contarán con la inestimable ayuda de un jefe orco que no cree que estos planes de conquista sean lo que su pueblo necesita.
Dirigida por Duncan Jones, un autor que ya nos había dado muestra de su buena mano con el fantástico gracias a cintas como la muy recomendable Moon, Warcraft: El origen es el confeso intento de inicio de una épica saga rica en elementos que nos resultan de sobra conocidos.
Con un comienzo sencillo pero efectivo en el que asistimos a la presentación de los que serán algunos de los personajes de la película y al nacimiento del que puede ser protagonista principal de alguna de las secuelas que probablemente la seguirán (un bebé orco que francamente es para comérselo...si no te como él antes a tí) la película sin embargo empieza a perder ritmo desde su tramo inicial. Sí, hay gigantescas batallas, apabullantes escenas de multitudes con gran variedad de exóticos seres (a falta de águila gigante tenermos algún grifo y todo) y, francamente, hay algo más que hipnótico en ver a esos brutos no mecánicos que son los orcos repartiendo estopa a troche y moche (aunque por supuesto no esperen alguna escenita del tipo de las que realiza La Montaña de Juego de tronos...esto es cine comercial, aunque en numerosas ocasiones la irreal sangre verde salpique hasta la pantalla), pero la cinta se queda en un despegue que nunca llega a tener lugar, quedándose precisamente en eso que nos anuncia ya en el título: el origen (quizás lo tenga tras los títulos de crédito, en forma de espectacular continuación, y no creo que nadie que la haya visto no piense que han dejado excesivos temas en el tintero para ir tirando).
Sí, Warcraft es un cine con medios, con elementos más que prometedores (esa magia que se alimenta de vidas humanas y animales y hasta del universo mismo) y matices que pueden dar mucho de sí (la brutal cultura orca, aficionada a razzias y enfrentamientos con la palma abierta), pero que peca, irónicamente en un campo tan rico como la fantasía, de una total falta de originalidad, con elementos heredados, o casi robados de otros géneros (esa intérprete mestiza cuyo concepto es de puro cine de indios), y otros metidos con calzador que apestan a revelación de chichinabo es su tramo final (vienes a vistarme y oh, casualidad, estoy costruyendo un golem....¿!?).
Warcraft tenía muchos números para ser una de las grandes cintas de este verano, pero ni consigue ahondar en sus personajes ni se revela como una propuesta innovadora, con un excesivo reflujo a la saga El señor de los anillos e incluso, para su desgracia, de la muy olvidable adaptación de Dragones y mazmorras, y se convierte en pretenciosa y ambiciosa deudora de futuras incursiones, tal vez más afortunadas, en la saga, un referente del que tengo que confesar mi casi total desconocimiento pero que, tal vez, sea el granito de sal necesario que haga que aquellos que son fans del videojuego original disfrute totalmente de la película, al reconocer quiños y homenajes que un ajeno a WOW de entrada desconoce.
El mundo de los orcos está muriendo, pero gracias a la poderosa magia de uno de sus jefes, capaz de generar con unos hechizos que se alimentan de la vida de otros seres un portal que los lleve a otras dimensiones, consiguen llegar a unos pacíficos reinos que parecen ser firmes candidatos a convertirse en su nuevo hogar. Sus violentos y misteriosos ataques harán que los hombres, enanos y elfos que los pueblan busquen un modo de acabar con ellos y con su mortal magia, averiguando gracias a una prisionera, mestiza de orco y humano, que el poderoso ejército planea enviar todavía más tropas a través del portal en cuanto tengan suficientes cautivos como para abrirlo. Será el comienzo de una cruzada contra reloj en la que contarán con la inestimable ayuda de un jefe orco que no cree que estos planes de conquista sean lo que su pueblo necesita.
Dirigida por Duncan Jones, un autor que ya nos había dado muestra de su buena mano con el fantástico gracias a cintas como la muy recomendable Moon, Warcraft: El origen es el confeso intento de inicio de una épica saga rica en elementos que nos resultan de sobra conocidos.
Con un comienzo sencillo pero efectivo en el que asistimos a la presentación de los que serán algunos de los personajes de la película y al nacimiento del que puede ser protagonista principal de alguna de las secuelas que probablemente la seguirán (un bebé orco que francamente es para comérselo...si no te como él antes a tí) la película sin embargo empieza a perder ritmo desde su tramo inicial. Sí, hay gigantescas batallas, apabullantes escenas de multitudes con gran variedad de exóticos seres (a falta de águila gigante tenermos algún grifo y todo) y, francamente, hay algo más que hipnótico en ver a esos brutos no mecánicos que son los orcos repartiendo estopa a troche y moche (aunque por supuesto no esperen alguna escenita del tipo de las que realiza La Montaña de Juego de tronos...esto es cine comercial, aunque en numerosas ocasiones la irreal sangre verde salpique hasta la pantalla), pero la cinta se queda en un despegue que nunca llega a tener lugar, quedándose precisamente en eso que nos anuncia ya en el título: el origen (quizás lo tenga tras los títulos de crédito, en forma de espectacular continuación, y no creo que nadie que la haya visto no piense que han dejado excesivos temas en el tintero para ir tirando).
Sí, Warcraft es un cine con medios, con elementos más que prometedores (esa magia que se alimenta de vidas humanas y animales y hasta del universo mismo) y matices que pueden dar mucho de sí (la brutal cultura orca, aficionada a razzias y enfrentamientos con la palma abierta), pero que peca, irónicamente en un campo tan rico como la fantasía, de una total falta de originalidad, con elementos heredados, o casi robados de otros géneros (esa intérprete mestiza cuyo concepto es de puro cine de indios), y otros metidos con calzador que apestan a revelación de chichinabo es su tramo final (vienes a vistarme y oh, casualidad, estoy costruyendo un golem....¿!?).
Warcraft tenía muchos números para ser una de las grandes cintas de este verano, pero ni consigue ahondar en sus personajes ni se revela como una propuesta innovadora, con un excesivo reflujo a la saga El señor de los anillos e incluso, para su desgracia, de la muy olvidable adaptación de Dragones y mazmorras, y se convierte en pretenciosa y ambiciosa deudora de futuras incursiones, tal vez más afortunadas, en la saga, un referente del que tengo que confesar mi casi total desconocimiento pero que, tal vez, sea el granito de sal necesario que haga que aquellos que son fans del videojuego original disfrute totalmente de la película, al reconocer quiños y homenajes que un ajeno a WOW de entrada desconoce.
Épica incurson en un muy querido universo de ficción que parece quedarse más en la pantalla del título qeu otra cosa...de su valor dentro de la por el momento hipotética trilogía el tiempo lo dirá.
jueves, 16 de junio de 2016
CORASÓN PARTÍO
La muerte es una compañera siempre solícita del cine de terror, pero cuando probamos con otros géneros (léase drama) la cosa difiere bastante, sumergéndonos en lutos sorpresa o largamente anundiados que pueden llevar de la tristeza suina (que sería de los estadounidenses sin esas gigantescas tarrinas de helado que zamparse sin plato ni nada cuando les flojea el lagrimal) a la venganza morrocotuda... pero el luto no siempre es igual, y para demostrarlo aquí llega Demolición.
Davis acaba de perder a su esposa, Julia, en un accidente de coche del que él escapa ileso. Todavía en shock decide comprar unas chocolatinas en una máquina del hospital, pero estas quedan atrapdas en la máquina y el recepcionista le dice que no puede hacer nada, ya que las especndedoras son propiedad de una compañía particular. Desorientado, sin saber manifestar una tristeza que todavía no sabe si siente decide escribir para solicitar el reembolso del dinero gastado, pero esto le lleva a contarle además a su receptor las circustancias de la pérdida de su esposa y su estado emocional, y solo será la primera de varias cartas...hasta que una noche reciba una llamada de una mujer, Karen Moreno, que dice llamar del servicio de atención al cliente de los proietarios de las máquinas y le pregunta si tiene alguien con quien hablar. Será el comienzo de una compleja relación durante la que Davis empieza a descubrir muchas cosas sobre sí mismo.
Bizarra crónica de luto de un hombre con una vida hecha y ordenada que se enfrenta a la inesperada muerte de su esposa la película es una original reflexión sobre las emociones humanas y las distintas reacciones ante la pérdida, de la emotiva y organizada de los padres de la difunta a la más anómala del joven viudo.
Poblada por personajes rotos por diversas circustancias que han encontrado modos muy distintos de emcauzar su existencia (aunque su encuentro acabará cambiándolos a todos un poco, aunque seaen cosas tan pequeñas como el uso de los tacos o el cajón de los calcetines) la cinta nos presenta una particular dicotomía entre el orden y destrucción, haciendo que de un ambiente tan aséptico como pueden ser el trabajo (corredor de bolsa en una importante compañía) y vivienda (una elegante casa en la que predominan los objetos de diseño y los tonos del gris al blanco) de los que parte el protagonista surja una corriente malsana, casi báquica, que irónicamente logra que este consiga reconciliarse con la existencia misma así como forjar nuevas relaciones que le harán salir de su apatía y conocer una parte de él ignorada durante años
Demolición es la historia de un hombre que tras un fuerte golpe rompe con su pasado, sumergiéndose en un dulce caos que logra encender los ánimos de aquellos que le rodean (la reacción de los padres de Julia) y que ya casi ni le reconocen, en un proceso que oscila entre la apatía y la cula, en el que todo parece rodar cuesta abajo y sin frenos pero que sin embargo goza de una fuerte carga vitalista, haciendo de esta película una deliciosa fábula rica en humor negro, con algunos diálogos hilarantes (el relativo a las razones para pagar en trabajar en la obra) y unos personajes que, con sus rarezas, rápidamente se ganan las simpatías del espectador.
Con su mejor baza en sus actores con un Jake Gyllenhaall a la cabeza que sabe dar lo mejor de sí entre la contención más absoluta y un histrionismo desmadrado a lo largo del metraje (es más en una película con una premisa como esta solo llora una vez), junto a unos siempre estupendos aunque más contenidos Naomi Watts y Chris Cooper, la película parte de un motivo que ns resulta familiar y concluye de un modo quizás más convencional de lo que habríamos previsto, pero nos deja una atípica historia de personajes que sabe regalarnos tanto sonrisas comprensivas como alguna buena carcajada y sacar el lado más luminoso de lo que de otro modo sería mera oscuridad.
Curiosa historia de pérdida y caos, pero rica en ganas de vivir Demolición se estrena el 1 de julio en salas.
Davis acaba de perder a su esposa, Julia, en un accidente de coche del que él escapa ileso. Todavía en shock decide comprar unas chocolatinas en una máquina del hospital, pero estas quedan atrapdas en la máquina y el recepcionista le dice que no puede hacer nada, ya que las especndedoras son propiedad de una compañía particular. Desorientado, sin saber manifestar una tristeza que todavía no sabe si siente decide escribir para solicitar el reembolso del dinero gastado, pero esto le lleva a contarle además a su receptor las circustancias de la pérdida de su esposa y su estado emocional, y solo será la primera de varias cartas...hasta que una noche reciba una llamada de una mujer, Karen Moreno, que dice llamar del servicio de atención al cliente de los proietarios de las máquinas y le pregunta si tiene alguien con quien hablar. Será el comienzo de una compleja relación durante la que Davis empieza a descubrir muchas cosas sobre sí mismo.
Bizarra crónica de luto de un hombre con una vida hecha y ordenada que se enfrenta a la inesperada muerte de su esposa la película es una original reflexión sobre las emociones humanas y las distintas reacciones ante la pérdida, de la emotiva y organizada de los padres de la difunta a la más anómala del joven viudo.
Poblada por personajes rotos por diversas circustancias que han encontrado modos muy distintos de emcauzar su existencia (aunque su encuentro acabará cambiándolos a todos un poco, aunque seaen cosas tan pequeñas como el uso de los tacos o el cajón de los calcetines) la cinta nos presenta una particular dicotomía entre el orden y destrucción, haciendo que de un ambiente tan aséptico como pueden ser el trabajo (corredor de bolsa en una importante compañía) y vivienda (una elegante casa en la que predominan los objetos de diseño y los tonos del gris al blanco) de los que parte el protagonista surja una corriente malsana, casi báquica, que irónicamente logra que este consiga reconciliarse con la existencia misma así como forjar nuevas relaciones que le harán salir de su apatía y conocer una parte de él ignorada durante años
Demolición es la historia de un hombre que tras un fuerte golpe rompe con su pasado, sumergiéndose en un dulce caos que logra encender los ánimos de aquellos que le rodean (la reacción de los padres de Julia) y que ya casi ni le reconocen, en un proceso que oscila entre la apatía y la cula, en el que todo parece rodar cuesta abajo y sin frenos pero que sin embargo goza de una fuerte carga vitalista, haciendo de esta película una deliciosa fábula rica en humor negro, con algunos diálogos hilarantes (el relativo a las razones para pagar en trabajar en la obra) y unos personajes que, con sus rarezas, rápidamente se ganan las simpatías del espectador.
Con su mejor baza en sus actores con un Jake Gyllenhaall a la cabeza que sabe dar lo mejor de sí entre la contención más absoluta y un histrionismo desmadrado a lo largo del metraje (es más en una película con una premisa como esta solo llora una vez), junto a unos siempre estupendos aunque más contenidos Naomi Watts y Chris Cooper, la película parte de un motivo que ns resulta familiar y concluye de un modo quizás más convencional de lo que habríamos previsto, pero nos deja una atípica historia de personajes que sabe regalarnos tanto sonrisas comprensivas como alguna buena carcajada y sacar el lado más luminoso de lo que de otro modo sería mera oscuridad.
Curiosa historia de pérdida y caos, pero rica en ganas de vivir Demolición se estrena el 1 de julio en salas.
miércoles, 15 de junio de 2016
TIEMBLE DESPUÉS DE HABERSE CARCAJEADO
Aquí por el intrincado laberinto que confirma el Monigotorium nunca hemos ocultado una simpatía particular por el cine de terror, pero he de confesar que quizás mi película favorita (que elegir cuesta, y mucho) sea Ser o no ser, una comedia sobre un aterrador momento histórico con un arranque tan impactante como el de un Adolf Hitler paseándose inocentemente por las calles de una Polonia en vísperas de caer bajo el yugo nazi. Pero si bien en esta cinta el temido dictador resulta solo ser un actor que intenta demostrar la credibilidad de su aspecto al resto de la compañía hoy nos enfrentamos a una película con un punto de partida similar (un Hitler que se pasea por una Alemania muy distinta a la que él conoció) pero que adopta derroteros muy distintos...auque en muchos aspectoe igual de perturbadores...hoy hablamos de Ha vuelto, proyectada en el 18 Festival de cine alemán de Madrid.
Sin saber como Adolf Hitler descubre que ha vuelto a la vida...en la Alemania del año 2014. Desorientado llegará a un kiosco de prensa donde su dueño, tomándole por un actor demasiado metido en su papel tomándose un descanso, le echará una mano. Sin embargo un periodista freelance recién despedido por su cadena ve su aparición en un vídeo que estaba grabando sobre los niños del barrio e intuye que quizás pueda ser el germen de la exclusiva que le devuelva su antiguo empleo. Tras encontrarle y creer que es un mordaz genio de la improvisación con un arriesgado número decide llevárselo por distintos pueblos alemanes para reflejar como el "presunto " Hitler se enfrenta a los cambios que ha sufrido su país, ganando una popularidad en la red que hará que la cadena le contrate como becario y que su nuevo amigo empiece a convertirse en toda una estrella mediática.
Basada en la popular novela homónima de Timur Vermes Ha vuelto es una mordaz sátira cuya estrella es un Hitler que, sin haber cambiado un ápice su discurso, comprueba que, para escalofrío del espectador, muchas cosas tampoco lo han hecho 70 años después, y que sirve como original excusa para analizar la Alemania, y por ende la Europa del siglo XXI
Con un divertido y ligero (sobre todo a la luz de lo que vendrá después) comienzo de esos que enganchan (Hitler hablando con un asesor sobre el modo de saludar) y que conecta con un arranque fiel al libro original la película alterna la comedia convencional con un estilo de falso documental que incluye cámara oculta, y que saca a la luz toda una serie de bajezas humanas que no por conocidas nos resultan menos escalofriantes, convirtiéndose en todo un golpe en pleno rostro al reflejar algo que todos sabemos que existe, pero que duele al enfrentarnos a ello cara a cara.
Ha vuelto es una película por desgracia necesaria. Una película que auna una feroz crítica al odio entre seres humanos (y el espejo de la estupidea de muchos de ellos) y al peso de unos medios de comunicación que, con los ojos solo en su enriquecimienteo personal, sobrsaturan un mercado y crean un estado de opinión cuestionable hasta límites extremos, sin plantearse siquiera que está emitiendo realmente.
Pero además la cinta consigue atraparnos con un ingenioso humor negro de esos que generan una extraña sensación de placer culpable (y que visto el desenlace hasta duele), con algunas escenas que les sonarán a aquellos que ya hayan leído el libro (el diálogo sobre el uniforme en la lavandería) y otras nuevas tan ingeniosas como aquella en la que Hitler, volviendo a su primera vocación, vende caricaturas en la plaza pública para sacarse unos cuartos, configurando una obra de negrísimo humor en la que poco a poco va iutroduciéndose en ese subgénereo de cine dentro del cine (el protagonista escribe un libro...el mismo en que se basa este film, y ante su éxito deciden hacer la película), atravesando así un poquito más esa fina membrana entre realidad y ficción que ya ha sorteado varias veces con algunas escenas de la primera parte de la película, y que poco a poco va acercando la cinta a un climax cada vez más malsano, en el que irónicamente la única persona capaz de ver el mal desde el primer momento es una mujer a la que consideran senil aquellos que la rodean.
Ha vuelto es una comedia sí, pero de esas que saben jugar con el ánimo del espectador, con sus valore morales más profundos, una película que da tanto para reir como para pensar, y que sabe tras más de hora y media de carcajadas hacer que un escalofrío recorra la espalda del más avezado en forma de una realidad terrible que, sin establecer un corte radical con el espíritu del resto de la cinta (todo conduce poco a poco a un final así, mal que nos pese...y es como ver que un gatito que araña se convierte poco a poco en un tigre dispuesto a darte un zarpazo) sí sabe congelar la sonrisa en el rictus de un espectador que comprende para terrror de toda la humanidad que Hitler no ha vuelto...para muchos nunca se había ido.
Tan divertida como escalofriante Ha vuelto puede verse a través de Netflix.
martes, 14 de junio de 2016
LA MIGRACIÓN DEL QUELONIO
Crecer es una experiencia traumática. No me refiero al hecho de hacerse, estudiar, buscar un curro, perderlo, buscar otro, tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro (o al menos un libelo malintencionado). Me refiero al hecho de reencotrarnos con algo que nos entusiasmó o marcó de niños pero que al crecer...ambos hemos cambiado, como ese altísimo y emocionante tobogán del parque que con los años descubrimos que es roñoso y tirando a canijo. Pero a veces el reencuentro puede ser todavía más escalofriante, cuando nos enfrentamos a que no se trata solo de que nosostros hayamos cambiado, sino que el propio objeto de deseo lo ha hecho. Pata bien o para mal es un factor a tener en cuenta al hablar de Tortugas ninja: fuera de las sombras.
Las tortugas ninja siguen vigilando las calles de Nueva York desde el anonimato, con el descanso de saber que el malvado Shredder cumple cadena perpetua. Sin embargo su amiga April descubre que un prestigisoso científico trabaja para el clan del pie y planea liberarlo durante un traslado rutinario. Decididas a impedirlo las tortugas se lanzarán con su camioneta dispuestas a acabar con los malvados ninja pero subitamente su enemigo desaparece en lo que parece la entrada a otra dimensión...y no se equivocan, ya que allí este ha conocido a Krang, un cerebro alienígena que le pide su ayuda para reunir las piezas de un artefacto que le permita llegar al planeta Tierra y una vez allí dominar junto a Shreder el mundo...y por supuesto este acepta.
Secuela estricta de la cinta estrenada en 2014 Tortugas ninja: fuera de las sombras nos devuelve a estas nuevas tortugas que siguen siendo maestras de laa artes marciales, adictas a la pizza y pupilos de una rata gigante pero que han sufrido los pertinentes cambios de cara a la galería que las haga más atractiva a esas nuevas generaciones a las que va principalmente dirigido esta película con vocación de blockbuster veraniego desde sus propios nombres (vayan olvidando ese delicioso homenaje renacentista que son Leonardo, Rafael, Donatello y Michelangelo...aquí desdes u presentación con letras gordas son Leo, Raph, Donnie y Mike...que los otros son muy complicados para las criaturitas, leñe) a los nuevos gadgets y aficiones de nuestros queridos quelonios (que al comienzo de la cinta se cuelana en un partido de los knicks...y es que son unos héroes más neoyorquinos que el mismísimo Spiderman, y al desenlace, que aquí no revelaré me remito)
Sin embargo también nos encontramos ante una película con una premisa sencilla, y más una vez puestas sobre la mesa las nuevas características del génesis tortuguil en la primera parte, una historia de malos y buenos que se meten en un lío muy gordo, a pesar de que quizás tenga mejor ritmo individualmente en sus escenas de acción que en un conjunto que a veces se acelera en exceso (me quedo con la del araque al furgón policial, a pesar de otras pretendidamente más espectaculares como la del salto desde el avión) y que nos regala una serie de chistes y gags que nos dejan una permanente sensación de deéjà vu (la meditación de 24 horas frustrada en dos segundos), si bien alguno en su sencillez resulta particularmente acertado (el encuentro de Rafael con su verdadero yo...).
Pero quizás lo mejor de esta cinta sea la recuperación de algunos personajes clásicos de la saga que ya echábamos de menos. Aunque a la hora de presentar algunos quizás se ha optado por un humor excesivamente grueso (por no decir relativamente repulsivo) como en el caso de Bebop y Rocksteady /que hasta comprueban como ha afectado su animalesca transformación a determinadas partes de su anatomía) otros salen muchísimo mejor parados a pesar de las diferencias con su original como el nuevo Casey Jones, encarnado por Stephen Amell, protagonista de Arrow, quizás lo más acertado de la película.
Tortugas ninja fuera de las sombras es una cinta con una trama sencilla, que no profundiza en unos pretendidos conflictos personales por los que pasa cais de puntillas (ese fluído que podría convertirlos en humanos...no sé pero entre eso y que so verdes no podía dejar de pensar en Shrek 2...en cuanto a la facilidad con la que se arreglan y emplean complicados gadgets de origen extraterrestre ya hablaremos otro día) y que gustará más a los jóvenes espectadores que a los que crecimos con las primeras tortugas (eso sí, tras el final nos regalan una cancioncilla que sin duda nos resultará familiar), una buena opción para refrescarse en el cine con hijos, sobrinos o primos de corta edad en unas tardes que ya empiezaan a ser demasiado calurosas...si el fútbol lo permite.
La nueva entrega de las aventuras de estas nuevas Tortugas Ninja llega a los cines el 17 de junio.
Las tortugas ninja siguen vigilando las calles de Nueva York desde el anonimato, con el descanso de saber que el malvado Shredder cumple cadena perpetua. Sin embargo su amiga April descubre que un prestigisoso científico trabaja para el clan del pie y planea liberarlo durante un traslado rutinario. Decididas a impedirlo las tortugas se lanzarán con su camioneta dispuestas a acabar con los malvados ninja pero subitamente su enemigo desaparece en lo que parece la entrada a otra dimensión...y no se equivocan, ya que allí este ha conocido a Krang, un cerebro alienígena que le pide su ayuda para reunir las piezas de un artefacto que le permita llegar al planeta Tierra y una vez allí dominar junto a Shreder el mundo...y por supuesto este acepta.
Secuela estricta de la cinta estrenada en 2014 Tortugas ninja: fuera de las sombras nos devuelve a estas nuevas tortugas que siguen siendo maestras de laa artes marciales, adictas a la pizza y pupilos de una rata gigante pero que han sufrido los pertinentes cambios de cara a la galería que las haga más atractiva a esas nuevas generaciones a las que va principalmente dirigido esta película con vocación de blockbuster veraniego desde sus propios nombres (vayan olvidando ese delicioso homenaje renacentista que son Leonardo, Rafael, Donatello y Michelangelo...aquí desdes u presentación con letras gordas son Leo, Raph, Donnie y Mike...que los otros son muy complicados para las criaturitas, leñe) a los nuevos gadgets y aficiones de nuestros queridos quelonios (que al comienzo de la cinta se cuelana en un partido de los knicks...y es que son unos héroes más neoyorquinos que el mismísimo Spiderman, y al desenlace, que aquí no revelaré me remito)
Sin embargo también nos encontramos ante una película con una premisa sencilla, y más una vez puestas sobre la mesa las nuevas características del génesis tortuguil en la primera parte, una historia de malos y buenos que se meten en un lío muy gordo, a pesar de que quizás tenga mejor ritmo individualmente en sus escenas de acción que en un conjunto que a veces se acelera en exceso (me quedo con la del araque al furgón policial, a pesar de otras pretendidamente más espectaculares como la del salto desde el avión) y que nos regala una serie de chistes y gags que nos dejan una permanente sensación de deéjà vu (la meditación de 24 horas frustrada en dos segundos), si bien alguno en su sencillez resulta particularmente acertado (el encuentro de Rafael con su verdadero yo...).
Pero quizás lo mejor de esta cinta sea la recuperación de algunos personajes clásicos de la saga que ya echábamos de menos. Aunque a la hora de presentar algunos quizás se ha optado por un humor excesivamente grueso (por no decir relativamente repulsivo) como en el caso de Bebop y Rocksteady /que hasta comprueban como ha afectado su animalesca transformación a determinadas partes de su anatomía) otros salen muchísimo mejor parados a pesar de las diferencias con su original como el nuevo Casey Jones, encarnado por Stephen Amell, protagonista de Arrow, quizás lo más acertado de la película.
Tortugas ninja fuera de las sombras es una cinta con una trama sencilla, que no profundiza en unos pretendidos conflictos personales por los que pasa cais de puntillas (ese fluído que podría convertirlos en humanos...no sé pero entre eso y que so verdes no podía dejar de pensar en Shrek 2...en cuanto a la facilidad con la que se arreglan y emplean complicados gadgets de origen extraterrestre ya hablaremos otro día) y que gustará más a los jóvenes espectadores que a los que crecimos con las primeras tortugas (eso sí, tras el final nos regalan una cancioncilla que sin duda nos resultará familiar), una buena opción para refrescarse en el cine con hijos, sobrinos o primos de corta edad en unas tardes que ya empiezaan a ser demasiado calurosas...si el fútbol lo permite.
La nueva entrega de las aventuras de estas nuevas Tortugas Ninja llega a los cines el 17 de junio.
viernes, 10 de junio de 2016
ENVENENADOS DE AMOR
"L@s niñ@s son tont@s". Este suele ser el comienzo de ese enamoramiento loco que lleva rápidamente del odio al amor y que solo parece posible en la etapa escolar o en la última y almibarada comedia romántica de Hollywood. Pero francamente, el cine nos ha dado un buen puñado de películas del tipo "Te quiero (o muchas veces del "te quise"), pero te odio " de las que podemos pensar en un primer momento con parejitas tan dispares como los protagonistas de Lo que el viento se llevó o la más desconocida pero muy recomendable La guerra de los Rose. Pero ese amor-odio puede ir por derroteros todavía más demenciales, y de este tipo es Amor tóxico.
Toni no es precisamente un rompecorazones, pero sí un adicto a las citas. Si bien la mayoría le resultan insípidas alguna vez tiene suerte y logra llegar hasta el final...pero nunca va más lejos, ni siquiera queda para una segunda vez. Pero cuando Toni queda con la aparentemente dulce Irene se encuntra a una mujer capaz de llevar las riendas desde el primer momento y de reacciones totalmente inesperadas así como con muchos puntos para llevarle por el camino de la amargura, si no directamente a un descenso al infierno. Sí, Irene parece más que didpuesta a minar su autoestima, su hombría y hasta su cordura, pero inexplicamblemente Toni es incapaz de poner punto final a una cita que se convertirá en inolvidable.
Bizarra historia de amour fou desarrollada prácticamente en tiempo real (y ambientada durante casi la totalidad de su metraje en un único escenario, un bar) Amor tóxico es un atípico acercamiento a las relaciones personales, en forma de la primera cita de una pareja que no se conoce, pero que parece más que dispuesta a conocerse por el lado más duro, dejando de lado los tópicos como la profesión, las aficiones o las amistades comunes (aunque si habrá espacio para las enemistades comunes en forma de la inesperada llegada de otra pareja cuyo papel no desvelaramos)
Despiadado análisis de la faceta más adictiva y destructiva del sexo, más a nivel verbal que físico, un elemento que aparece prácticamente desde el primer cuarto de hora de película (primero en forma de fantasía, con los irreales recuerdo de su protagonista masculino que parecen tener su espejo posteriormente en la escena de la mesa de billar, y posteriormente como rica reflexión en torno a las filias y otras hierbas, casi como el lado retorcido y malsano de la exitosa Kiki. El amor se hace, de estreno relativamente reciente) la cinta desnuda psicológicemente a dos personajes inmersos en un continuo y creciente estado de tensión sexual, sin renunciar a los elementos más escatológicos (incluso esos problemas de gases que sufre el protagonista, según él cuando está excitado o nervioso...o las dos cosas), y que acabará explotando en las caras de las dos estrellas de la función.
Sí, Amor tóxico es una comedia, pero una comedia negra sin concesiones, ácida, tremendamete hiriente (para sus personajes y para el espectador más sensible), sin ningún tipo de tabú (los diálogos sobre la violación), que sabe sacar lo peorcito del ser humano creando una enorme bola de mal café que sin embargo encuentra su razón de ser en unos personajes que, tras haber probado mucho, se enfrentan a un reto personal hecho carne.
Pero a pesar de ciertos matices que pueden sacarnos de esta original apuesta como un sentido del ritmo que encalla en algún momento la película sabe enganchar con un guión sin concesiones y lleno de diálogos ingeniosos (y que la verdad empieza fuerte desde el momento en que el personaje de Irene, nombre bien elegido, ya que significa "paz" para una chica tan guerrera como ella, aparece en pantalla, sin cortarse un pelo desde el primer momento), con un gran sentido de la réplica, y unos actores que están en su salsa tirándose de los pelos verbo mediante (de modo que si su descotrol verbal se manifestase físicamente parecería por comparación que los de las 50 sombras de turno se hacen caricias), y que saben estar perfectamente naturales en una historia nada natural, en la que, si bien en numerosas ocasiones nos preguntamos si a pesar de las diferencias de desarrollo tendrá un desenlace parecido al de otras cintas románticas, nunca tendremos por seguro por que lado van a saltar.
Arriesgada comedia de personajes entre el sadismo y el masoquismo, Amor tóxico llega a los cines el 17 de junio
Toni no es precisamente un rompecorazones, pero sí un adicto a las citas. Si bien la mayoría le resultan insípidas alguna vez tiene suerte y logra llegar hasta el final...pero nunca va más lejos, ni siquiera queda para una segunda vez. Pero cuando Toni queda con la aparentemente dulce Irene se encuntra a una mujer capaz de llevar las riendas desde el primer momento y de reacciones totalmente inesperadas así como con muchos puntos para llevarle por el camino de la amargura, si no directamente a un descenso al infierno. Sí, Irene parece más que didpuesta a minar su autoestima, su hombría y hasta su cordura, pero inexplicamblemente Toni es incapaz de poner punto final a una cita que se convertirá en inolvidable.
Bizarra historia de amour fou desarrollada prácticamente en tiempo real (y ambientada durante casi la totalidad de su metraje en un único escenario, un bar) Amor tóxico es un atípico acercamiento a las relaciones personales, en forma de la primera cita de una pareja que no se conoce, pero que parece más que dispuesta a conocerse por el lado más duro, dejando de lado los tópicos como la profesión, las aficiones o las amistades comunes (aunque si habrá espacio para las enemistades comunes en forma de la inesperada llegada de otra pareja cuyo papel no desvelaramos)
Despiadado análisis de la faceta más adictiva y destructiva del sexo, más a nivel verbal que físico, un elemento que aparece prácticamente desde el primer cuarto de hora de película (primero en forma de fantasía, con los irreales recuerdo de su protagonista masculino que parecen tener su espejo posteriormente en la escena de la mesa de billar, y posteriormente como rica reflexión en torno a las filias y otras hierbas, casi como el lado retorcido y malsano de la exitosa Kiki. El amor se hace, de estreno relativamente reciente) la cinta desnuda psicológicemente a dos personajes inmersos en un continuo y creciente estado de tensión sexual, sin renunciar a los elementos más escatológicos (incluso esos problemas de gases que sufre el protagonista, según él cuando está excitado o nervioso...o las dos cosas), y que acabará explotando en las caras de las dos estrellas de la función.
Sí, Amor tóxico es una comedia, pero una comedia negra sin concesiones, ácida, tremendamete hiriente (para sus personajes y para el espectador más sensible), sin ningún tipo de tabú (los diálogos sobre la violación), que sabe sacar lo peorcito del ser humano creando una enorme bola de mal café que sin embargo encuentra su razón de ser en unos personajes que, tras haber probado mucho, se enfrentan a un reto personal hecho carne.
Pero a pesar de ciertos matices que pueden sacarnos de esta original apuesta como un sentido del ritmo que encalla en algún momento la película sabe enganchar con un guión sin concesiones y lleno de diálogos ingeniosos (y que la verdad empieza fuerte desde el momento en que el personaje de Irene, nombre bien elegido, ya que significa "paz" para una chica tan guerrera como ella, aparece en pantalla, sin cortarse un pelo desde el primer momento), con un gran sentido de la réplica, y unos actores que están en su salsa tirándose de los pelos verbo mediante (de modo que si su descotrol verbal se manifestase físicamente parecería por comparación que los de las 50 sombras de turno se hacen caricias), y que saben estar perfectamente naturales en una historia nada natural, en la que, si bien en numerosas ocasiones nos preguntamos si a pesar de las diferencias de desarrollo tendrá un desenlace parecido al de otras cintas románticas, nunca tendremos por seguro por que lado van a saltar.
Arriesgada comedia de personajes entre el sadismo y el masoquismo, Amor tóxico llega a los cines el 17 de junio
jueves, 9 de junio de 2016
A BANDAZO LIMPIO
El ritmo de las películas es un asunto bien variable, pero si hay un elemento ante el que pocos pueden dudar de su eficacia ese es la pausa dramática. En medio de un diálogo o de una escena de acción el pulso de esta bien llevado puede ser ese puntito que añade sal a un momento mágico...claro que esta puede ser dogamos...inesperada. y digo esto porque recientemente he podido asistir a su cara más compleja en forma de simulacro de incendio. Y es que pocas veces podré asistir a una fractura que pasa tan bien de lo intradiegético a lo extradiegético y en un momento tan oportuno como cuando uno de los protagonistas va a declarar su amor a la mujer de sus sueños, convirtiéndose en un inesperado cligghanger en toda regla...del resultado final con o sin una sorpresa tan curiosa que casi creo un momento de cine en 4D (además todo salió bien, evacuamos rápido y la proyección prosiguió en apenas unos minutos...unos profesionales), o como más de un asistente comentó de cinema verité toca hablar hoy, y su nombre Rumbos.
+En una calurosa madrugada de agosto en la que para muchos en la carretera el único contacto humano es la sugerente voz de una locutora radiofónica los concuctores y respectivos acompañantes de un taxi, un auto deportivo, un camión y una ambulancia van a vivir unas experiencias que van a convertir, para bien o para mal, esa noche en inolvidable, en forma de unas historias de amor y desamor que quizás tengan más puntos en común de los que ellos podrían siquiera adivinar.
Drama coral de actores, cuyo único punto común es que todos pasan buena parte de su metraje a bordo de un vehículo durante una solitaria noche de verano la película nos lleva de la mano de sus relaciones sentimentales, las cuales van a sufrir más de un giro importante a lo largo de esa noche.
Con un estilo sencillo, enlazando los distintos episodios, que se irán alternando a lo largo del film, a través de tomas aéreas que muestran una ciudad hermosa aunque fantasmagórica, que en ocasiones casi les hace parecer estar solos en el universo (aunque más de uno lo deseara, como los adolescentes que han robado un lujoso coche) y del programa que prácticamente todos escuchan en algún momento de la cinta (aunque sea al cambiar el canal de la radio) y que va tener un peso determinante en más de una historia, la película es a la vez una particular fábula sobre los desengaños amorosos, ya desde los primeros momentos de la misma (aunque precisamente los primeros personajes que nos presentan tendrán más impotancia durante los diez primeros minutos que durante el resto, aunque los veremos intermitentemente), así como sobre la vertiente más mágica de los nuevos amores, moviéndose entre la tristezxa y la alegría, y revelando una curiosa cara del destino en la que nada está escrito, y en la que todo puede dar un vuelco en apenas unos segundos.
Pero sobre todo, en una película cuyo comienzo sabe captar la atención del espectador con una historia que, en el fondo, no le resulta extraña pero en la que, en medio de algunas líneas divertidas e incluso refrescantes, no dejamos de encontrar alguna sentencia excesivamente lapidaria y algún giro más previsible de lo que nos gustaría (no nos engañemos, en una película de este corte por dispares que nos parezcan en un principio situaciones y personajes, siempre acabaremos conduciéndonos, y nunca mejor dicho a una escena que conectará todos los cabos, aunque el como aquí no lo desvelaremos, en un desenlace tal vez más catárquico para los propios personajes que para el espectador mismo) lo más brillante es su reparto, lleno de rostros conocidos, pero que saben darle el pulso necesario a unos personajes literalmente perdidos en la madrugada, sabiendo ser tan naturales
como empáticos, y que ayudan a dar el punto justo a una historia que en el fondo no deja de dejarnos con una más que ligera sensación de déjà vu.
Estructura de drama y toques de comedia en una cinta que quizás podría haber torcido hacia un film más salvaje y bizarro con alguna variación en el espíritu de sus personajes pero que no deja una cinta entretenida con algún elemento memorable.
Buenos actores en un curioso puzle que se resuelve con más de una pieza inesperada, Rumbos de estrena el 10 de junio en las salas comerciales
+En una calurosa madrugada de agosto en la que para muchos en la carretera el único contacto humano es la sugerente voz de una locutora radiofónica los concuctores y respectivos acompañantes de un taxi, un auto deportivo, un camión y una ambulancia van a vivir unas experiencias que van a convertir, para bien o para mal, esa noche en inolvidable, en forma de unas historias de amor y desamor que quizás tengan más puntos en común de los que ellos podrían siquiera adivinar.
Drama coral de actores, cuyo único punto común es que todos pasan buena parte de su metraje a bordo de un vehículo durante una solitaria noche de verano la película nos lleva de la mano de sus relaciones sentimentales, las cuales van a sufrir más de un giro importante a lo largo de esa noche.
Con un estilo sencillo, enlazando los distintos episodios, que se irán alternando a lo largo del film, a través de tomas aéreas que muestran una ciudad hermosa aunque fantasmagórica, que en ocasiones casi les hace parecer estar solos en el universo (aunque más de uno lo deseara, como los adolescentes que han robado un lujoso coche) y del programa que prácticamente todos escuchan en algún momento de la cinta (aunque sea al cambiar el canal de la radio) y que va tener un peso determinante en más de una historia, la película es a la vez una particular fábula sobre los desengaños amorosos, ya desde los primeros momentos de la misma (aunque precisamente los primeros personajes que nos presentan tendrán más impotancia durante los diez primeros minutos que durante el resto, aunque los veremos intermitentemente), así como sobre la vertiente más mágica de los nuevos amores, moviéndose entre la tristezxa y la alegría, y revelando una curiosa cara del destino en la que nada está escrito, y en la que todo puede dar un vuelco en apenas unos segundos.
Pero sobre todo, en una película cuyo comienzo sabe captar la atención del espectador con una historia que, en el fondo, no le resulta extraña pero en la que, en medio de algunas líneas divertidas e incluso refrescantes, no dejamos de encontrar alguna sentencia excesivamente lapidaria y algún giro más previsible de lo que nos gustaría (no nos engañemos, en una película de este corte por dispares que nos parezcan en un principio situaciones y personajes, siempre acabaremos conduciéndonos, y nunca mejor dicho a una escena que conectará todos los cabos, aunque el como aquí no lo desvelaremos, en un desenlace tal vez más catárquico para los propios personajes que para el espectador mismo) lo más brillante es su reparto, lleno de rostros conocidos, pero que saben darle el pulso necesario a unos personajes literalmente perdidos en la madrugada, sabiendo ser tan naturales
como empáticos, y que ayudan a dar el punto justo a una historia que en el fondo no deja de dejarnos con una más que ligera sensación de déjà vu.
Estructura de drama y toques de comedia en una cinta que quizás podría haber torcido hacia un film más salvaje y bizarro con alguna variación en el espíritu de sus personajes pero que no deja una cinta entretenida con algún elemento memorable.
Buenos actores en un curioso puzle que se resuelve con más de una pieza inesperada, Rumbos de estrena el 10 de junio en las salas comerciales
miércoles, 8 de junio de 2016
NI MALDER NI ESCALI
Hace ya unos añitos, cuando el primer Festival Nocturna daba sus últimos coletazos, una gran sorpresa nos embargó a todos los asistentes durante la que fue la penúltima sesión del sábado y por añadido ceremonia de clausura. No, no fue el descubrir que el cine parecía haberse convertido en un aeropuerto con arcos de seguridad y unas medidas de control extremas, que eso ya inquietó bastante. Fue el enfrentarnos a una cinta de buen sabor clásico y un sentido del terror tan desasosegante como aterrador. El nombre de esta agradable sorpresa era The conjuring, Expediente Warren por estos lares, una película que confirmó el buen hacer de su director y nos presentó a la retorcida muñeca Annabelle. Su secuela nos ha vuelto a visitar con ocasión del nuevo Nocturna y con una sorprendente maniobra de marketing (solo con invitación) y su nombre Expediente Warren: el caso de Enfield
En una apacible casa de las afueras de Londres vive, tras el abandono de su esposo, una mujer con sus cuatro hijos. Con las preocupaciones normales sin embargo repentinamente la hija pequeña empieza a sufrir extraños terrores nocturnos y a pensar que es sonámbula. Si bien al principio le restan importancia poco a poco toda la famiia empezará a sufrir impactantes visiones y ser testigos de como varios objetos se mueven por sí solos, de modo que finalmente acabarán huyendo de la casa en plena noche y pidiendo ayuda. Pero cuando los fenómenos les acompañen a la casa en la que han sido acogidos será el moemento de tomar medidas extremas y será cuando los Warren, por petición de la iglesia, viajen a Gran Bretaña a comprobar cuanto hay de cierto en estos extraños sucesos.
Secuela estricta de Expediente Warren la película retoma a los investigadores de lo paranormal protagonistas de la original, el matrimonio formado por Ed y Lorraine Warren, que en esta ocasión abren su intervención en la cinta con la investigación del impactante caso de la casa de Amityville, un viejo conocido para los amantes de lo oculto en general y del cine de terror en particular, al que dedican los primeros minutos del film (en la línea del episodio de Annabelle de la primera entrega, a la que por cierto volvemos a ver en esta película aunque sea de refilón) y tras el que nos alejaremos brevemente de los Warren para sumergirnos en la pesadilla del caso (real) del poltergeist de Enfield.
Rodada con el impecable sentido del ritmo al que nos ha acostumbrado ya su director, dilatando la tensión hasta extremos malsanos y sabiendo intercalar los momento más terroríficos con otros más dulces (la canción de Elvis) la película presenta un esquema muy similar al de su predecesora, con un esquema clásico que finalmente conectará en más de un sentido la vida de los Warren y la de la familia de Enfield, pero que sin embargo no resta efectividad a buena parte de las sorpresas que nos regala la película.
Pero si algo destaca en esta cinta, al igual que en el primer Expediente Warren y gran parte de la filmografía de su dierector (su ausencia se nota, y mucho, en casos como la tercera entrega de Insidious) es su concepción del horror, un terror terriblemente plástico que no sabe renunciar a los elementos grotescos (ahí esta casi desde el primer momento esa monja con serios problemas dentales) que contribuye a crear escenas de auténtica pesadilla tan desasosegantes como la del hombre retorcido o la de la sombra de la monja, o a recursos tan interesantes como dejar un segundo plano borroso del que vemos surgir "otra cosa" como en el interrogatorio a la entidad que atormenta a la familia. Sí, Wan sigue recurriendo a a elementos que le son queridos como los jueguetes infantiles de corte antiguo (la caja de música en la primera, el zootropo en esta ocasión) pero estos siguen siendo tan eficaces como impactantes.
Un viaje por el horror tan demoniaco como entretenido, que sabe devolvernos todo lo que nos conquistó de la original aunque se haya perdido buena parte de su factor sorpresa, pero que sigue contando con un elenco de actores que dan lo mejor de sí y una historia de esas que engancha, un nuevo caramelo que sabrán paladear tanto los aficionados al terror com los legos en la materia.
Una dignísima secuela y escalofrianrte cinta que nos da más de un susto de antología Expediente Warren 2 se estrena el 17 de junio en las salas comerciales.
martes, 7 de junio de 2016
VERDE NO ESPERANZA
Por estos brumosos pasillos del Monigotorium nos encanta hablar del miedo en todas sus facetas, si bien nuestra debilidad es, por supuesto, la cinematográfica. Pero si hay un miedo de esos irracionales (aunque en muchas ocasines un invitado sorpresa lo convierte en más que justificadamente racional)
que le sienta de perlas al sétimo arte ese es la claustrofobia. Ese terror a no poder salir por causas propias o ajenas (de La cueva a The descent pasando por La trampa del mal, que transcurría en un ascensos casi por completo, entre muchas otras) nunca le ha sido ajeno al género...y un poco de esto vemos en la todavía reciente Green room.
Ain't rights, una banda de música que vive prácticanmente en la carretera a la espera de nuevas actuaciones, logra gracias a un periodista local un bolo en un apartado local, con la advertencia de no separarse de su contacto ni hablar de política, ya que la práctica totalidad de sus clientes son skins. Sin embargo la actuación, a pesar de su inicio, concluye sin incidentes. Pero a punto de volver a su caravana los músicos se convieten en involuntarios testigos de un crimen. Interceptada su llamada de socorro los responsables del garito les ocultarán de la policía y evitarán que el grupo abandone el establecimiento, encerrándolos en un cuarto del que tienen muchas posibilidades de no salir con vida.
Escalofriante cuento de horror sin elementos sobrenaturales Green room es una violenta fábula en torno a un grupo de jóvenes que sin comerlo ni beberlo acaban enfrentados a un grupo de skin armado y con perros de presa dispuestos a que el secreto del que han sido testigos se vaya literalmente a la tumba con ellos.
Sin abusar de las posibilidades de la claustrofóbica prisión en la que primero les encierran y posteriormente se atrincheran los protagonistas (de modo que tenderemos que esperar a esta parte, permitiéndonos conocer a unos protagonistas que hasta en situaciones menos peligrosas para su integridad física son unos auténticos supervivientes) pero jugando con habilidad con los contados elementos con los que cuentan frente a unos antagonistas poderosamente armados (lo mejor el cútter y el extintor, a los que saben sacar todo el jugo) la película sabe transmitir toda la tensión posible ante una situación que sabe revelarse como visceralmente realista.
Con un espectacular sentido del ritmo, ayudado por una casi completa sumisión en la segunda parte del metraje a la regla de las tres unidades, la película tiene una de sus mejores bazas en los actores de ambos bandos, desde unas víctimas que saben convertirse no sin esfuerzo e ocasionales verdugos hasta un grupo de skins comandado por un simplemente magnífico Patrick Stewart que sabe, con un gran sentido de autoridad pero sin jamás subir la voz más de lo necesario convirtiéndose en omnipresente incluso antes de su aparición en pantalla (todos esperan a Darcy...y muy pronto descubriremos por qué) que con su profunda dicción a través de la puerta sabe ponernos literalmente los pelos de punta.
Con un guión con una premisa tan simple como adictiva, adornada con alguna perla de diálogo francamente ingeniosa (el fin de la respuesta a la cuestión de que grupo llevarese a una isla desierta), Green room sabe convertirse en una de esas cintas que uno disfruta viendo como otros lo pasan mal, regalándonos incluso algún momento tierno que es mero espejismo en medio de la violencia que destila la práctica totalidad del metraje (la reacción del perro ante el desenlace de su amo), y que sabe crear en el espectador un desasosiego fruto de una empatía hacia unos personajes que quizás no hayamos llegado a conocer con tanta profundidad pero en cuya piel no cuesta mucho meterse.
Violenta fábula sobre la maldad humana Green room llega a nuestras pantallas el 10 de junio
que le sienta de perlas al sétimo arte ese es la claustrofobia. Ese terror a no poder salir por causas propias o ajenas (de La cueva a The descent pasando por La trampa del mal, que transcurría en un ascensos casi por completo, entre muchas otras) nunca le ha sido ajeno al género...y un poco de esto vemos en la todavía reciente Green room.
Ain't rights, una banda de música que vive prácticanmente en la carretera a la espera de nuevas actuaciones, logra gracias a un periodista local un bolo en un apartado local, con la advertencia de no separarse de su contacto ni hablar de política, ya que la práctica totalidad de sus clientes son skins. Sin embargo la actuación, a pesar de su inicio, concluye sin incidentes. Pero a punto de volver a su caravana los músicos se convieten en involuntarios testigos de un crimen. Interceptada su llamada de socorro los responsables del garito les ocultarán de la policía y evitarán que el grupo abandone el establecimiento, encerrándolos en un cuarto del que tienen muchas posibilidades de no salir con vida.
Escalofriante cuento de horror sin elementos sobrenaturales Green room es una violenta fábula en torno a un grupo de jóvenes que sin comerlo ni beberlo acaban enfrentados a un grupo de skin armado y con perros de presa dispuestos a que el secreto del que han sido testigos se vaya literalmente a la tumba con ellos.
Sin abusar de las posibilidades de la claustrofóbica prisión en la que primero les encierran y posteriormente se atrincheran los protagonistas (de modo que tenderemos que esperar a esta parte, permitiéndonos conocer a unos protagonistas que hasta en situaciones menos peligrosas para su integridad física son unos auténticos supervivientes) pero jugando con habilidad con los contados elementos con los que cuentan frente a unos antagonistas poderosamente armados (lo mejor el cútter y el extintor, a los que saben sacar todo el jugo) la película sabe transmitir toda la tensión posible ante una situación que sabe revelarse como visceralmente realista.
Con un espectacular sentido del ritmo, ayudado por una casi completa sumisión en la segunda parte del metraje a la regla de las tres unidades, la película tiene una de sus mejores bazas en los actores de ambos bandos, desde unas víctimas que saben convertirse no sin esfuerzo e ocasionales verdugos hasta un grupo de skins comandado por un simplemente magnífico Patrick Stewart que sabe, con un gran sentido de autoridad pero sin jamás subir la voz más de lo necesario convirtiéndose en omnipresente incluso antes de su aparición en pantalla (todos esperan a Darcy...y muy pronto descubriremos por qué) que con su profunda dicción a través de la puerta sabe ponernos literalmente los pelos de punta.
Con un guión con una premisa tan simple como adictiva, adornada con alguna perla de diálogo francamente ingeniosa (el fin de la respuesta a la cuestión de que grupo llevarese a una isla desierta), Green room sabe convertirse en una de esas cintas que uno disfruta viendo como otros lo pasan mal, regalándonos incluso algún momento tierno que es mero espejismo en medio de la violencia que destila la práctica totalidad del metraje (la reacción del perro ante el desenlace de su amo), y que sabe crear en el espectador un desasosiego fruto de una empatía hacia unos personajes que quizás no hayamos llegado a conocer con tanta profundidad pero en cuya piel no cuesta mucho meterse.
Violenta fábula sobre la maldad humana Green room llega a nuestras pantallas el 10 de junio